Capítulo 23

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Capítulo 23: Árbol de navidad

Shayra

—Y... es así como se hace —terminó, regalándome una sonrisa.

Fingí inspeccionar lo que había hecho, actuando como si lo que estuviese frente a mi fuese un gran hallazgo.

—Wow, nunca pensé que hacer agua hervida fuese tan difícil.

—Ya ves —alardeó—. A Danis también le gusta esto, creo que lo llevamos en la sangre.

Yo asentí y el miro la olla en la cocina con admiración.

—¿Podrían dejar de actuar como un par de estúpidos? —la voz de Danis interrumpió nuestra actuación—. Nunca había visto a alguien llegar a tal grado de estupidez.

Adonis y yo reímos a lo que su hermano rodó los ojos saliendo de la estancia. Había estado pasando mucho más tiempo con él, desde aquella noche en la que por fin pude entenderlo y me habló de su pasado todo iba mejor entre nosotros, algunas cosas que eran difíciles para él hacían que intentará cerrarse emocionalmente y lo ayudaba, le recordaba que estaba ahí. Esa misma noche nos permitimos llorar en silencio para luego regresar a casa con la lluvia cayendo como rocas en el vidrio del auto, no quería que las cosas entre nosotros se volvieran raras por lo que comencé a sacar temas de conversación.

Poco después encendí el estéreo conectándolo con mi teléfono. La canción concreta fue Dusk till dawn, porque debía admitir que desde la primera ves que la escuchamos juntos, la había etiquetado como nuestra. Obviamente no cantó conmigo en ningún momento pero sonrió y me besó al llegar. Me gustaba la nueva etapa.

Estuvimos hablando por llamada y al día siguiente cuando fue a buscarme conoció a papá, quien aún no le da el visto bueno. A Kirk no lo había vuelto a ver desde ese día tampoco y la verdad por horas me preocupó haber sido demasiado brusca con él.

Annie y Asher ya sabían como estaban las cosas ya que había conversado con ellos en varias ocasiones. Y hablando de mis amistades, Annie estaba molesta con Larry, ya que vio un mensaje insinuante que le dejo una chica a él, justo el mismo día en el que iban a pasar al segundo grado en su extraña relación, fue todo un caos. Asher había estado hablando mucho con Danis, desde su encuentro en la fiesta -que por cierto logré recordar- pero ninguno admitían que se gustaban, aunque se podía notar la tensión entre ellos.

—Se nos va a hacer tarde —le avisé a Adonis.

—Entonces vámonos.

Terminó el café que no me di cuenta que tomaba por estar metida en mis pensamientos y observé la taza que había dejado enfrente. Sonreí inconscientemente y bebí un sorbo cuando escuché su silbido.

Lo encontré en la puerta, con las llaves en sus manos.

—No tienes que silbarme, tengo nombre.

Rodó los ojos, gesto que me recordó a su hermano «podían ser parecidos».

—Cállate y camina —dictaminó, sin embargo, soltó una risa por lo bajo al decirlo.

—Y no me mandes a callar.

Que fuese un poco más abierto no quería decir que su actitud y extraña forma de ser cambiarán. Al llegar al estacionamiento subimos a su Ecosport yendo directamente al centro comercial.

Renunciando a todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora