La melodía que correspondía a las 5 de la mañana despertó a Miyo. Abrió los ojos mientras sus compañeras , al igual, que ella, empezaban un nuevo día. Algunas salían de la cama de inmediato, otras trataban de dormir un poco más. Miyo se sentó lentamente en la cama y deslizó suavemente sus piernas hasta extraerlas del mullido colchón. "Es más cómodo que el de mi pueblo.", pensó. Una vez todas se hubieron puesto sus hábitos de monjas, se dirigieron bajo la tutela de la superiora a un cuarto destinado a la oración. Rezaron a las diosas: Stacia, Terraria, Solus y Lunaria y bajaron en grupo hacia el gran comedor del piso 10. Allí la comida les fue servida. Para desayunar les dieron unos sandwiches. Parecían algo sencillos pero al darles una mordida... Podías sentir el sabor de la jugosa carne y las verduras uniéndose armoniosamente en tu paladar mientras te dabas cuenta de que tu gran mordida suponía solo una pequeña fracción del sandwich. Incluso si era comida austera para las futuras monjas de la iglesia axioma, Miyo sentía que era el desayuno más lujoso que había probado en su vida. - Te tengo tanta envidia, Miyo.Leticia, otra novicia, sacó a Miyo de estos pensamientos al realizar esta pregunta. - ¿Por qué? - inquirió Miyo, aún con algo de comida en la boca.- ¿Cómo que por qué? Cada semana tienes el honor de visitar personalmente a la suma sacerdotisa.- Deberías callarte, Leticia.Dijo Thania, también compañera de Miyo.- Si la suma sacerdotisa la eligió como si alumna debe haber una razón. Seguramente fue un encargo personal por parte de las diosas. Es probable que la diosa Stacia le haya adelantado a la suma sacerdotisa cómo ella y Miyo se conocerían, tal vez y por esa razón no haya titubeó en tomarla como su alumna apenas la vió.- ¿Eso crees? Miyo preguntó esto con inseguridad y algo de rubor en sus mejillas. - ¿Por qué no sería así? - Thania se encogió de hombros. - Pero incluso si no es el caso, es un honor tener clases privadas con ella. Por cierto, ¿Qué te ha enseñado hasta ahora? - la curiosidad de Thania era notable en su expresión, por lo que Miyo le contestó lo más amablemente que pudo:- Lo siento, Lady Quinella me dijo que no le dijera a nadie lo que llegara a aprender con ella en su alcoba. - Oh.. qué mal.- Pero... Si no quiere que le digas a nadie, ¿Por qué te lo enseña? Está última pregunta, hecha por Leticia, fue interrumpida por las campanadas de las 7. - Bueno, aquí nos separamos.Dijo Thania mientras se levantaba - Hasta luego, chicas. Leticia y Miyo también se despidieron y no tardaron en ir cada una a sus propios deberes.
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El cuento de la novicia y la sacerdotisa (fanfic Underworld)
FanfictionHabía una vez una sacerdotisa de mal corazón que solo anhelaba el poder y no sabía cuándo detenerse, un día conoció a una novicia a quien empezó a querer como una hija pero este amor no la salvó cometer un error muy tonto. Lee más para saber más y s...
