Dos años después de lo narrado en el capítulo anterior, teníamos a una Miyo con quince años cumplidos ese mismo día estudiando unos libros de artes sagradas en un salón vacío recientemente abandonado por sus compañeras. Alguien entró.
- ¿Se puede pasar?
Miyo sonrió al reconocer a la dueña de la voz.
- Cómo no, hermana Sadith.
La hermana Sadith era una mujer unos 10 años mayor que Miyo con quién ella y sus compañeras empezaron a alternar una vez las nombraron monjas de manera oficial. Ella poseía un largo cabello rubio levemente ondulado que se lo recogía en una cola baja al lado derecho de su rostro. Miyo especulaba que pertenecía a una familia noble del imperio norte o al menos de Centoria norte.
- ¿Se puede saber por qué estás estudiando sola a esta hora?
Dijo en un tono amigable mientras tomaba asiento frente a Miyo.
- Tengo que terminar esta lección.
La hermana Sadith se asomó a ver el libro que Miyo tenía abierto y leyó lo que estaba escrito. Miró a Miyo y suspiró.
- Miyo, me encanta que te esfuerces en estudiar temas que no entiendas, pero hace ya casi media que hora que la suma sacerdotisa te espera.
- ¡¿Qué?! Pero no ha sonado la melodía de las seis.
- Te equivocas, Miyo. Ya sonó.
- Lady Quinella debe estar esperándome. Mejor me voy. Hasta luego, hermana Sadith.
Cuando Sadith se dió cuenta, el pupitre estaba vacío y Miyo corría escaleras arriba.
- ¡Espera! ¡Miyo!
Gritó y no obtuvo respuesta.
- Esta niña no ha comido nada.
Y era verdad, Miyo se había saltado la hora de la comida para estudiar en el salón y ahora se dirigía al piso más alto de la Catedral Central con el estómago vacío.
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El cuento de la novicia y la sacerdotisa (fanfic Underworld)
FanficHabía una vez una sacerdotisa de mal corazón que solo anhelaba el poder y no sabía cuándo detenerse, un día conoció a una novicia a quien empezó a querer como una hija pero este amor no la salvó cometer un error muy tonto. Lee más para saber más y s...
