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Capítulo 15. No quise herirlo

—Anda ya, cuéntame... ¿Qué sentiste luego de que todo sucedió?

Louis se acomodó mejor en su asiento y tragó en seco puesto que recordar el pasado no era uno de sus pasatiempos favoritos.

—¿Sabes, Leigh-Anne? No creo que debamos seguir hablando de esto. Pasó hace mucho.

La morena negó lentamente con su cabeza y aunque notó de inmediato la incomodidad en las facciones del ojiazul, insistió.

—Creí que te haría mejor hablarlo con alguien, así haya pasado el tiempo, muchos de nuestros compañeros de secundaria no fueron los mejores consejeros pero ahora somos adultos, me gustaría saber que sentiste luego de que Elena te dejase.

Louis exhaló y desvió la mirada de sus manos tatuadas, empezaba a sentir ansiedad. Los recuerdos le revoloteaban en la cabeza, podía verse a sí mismo hace algunos años escuchando esa canción que nunca volvió a su playlist, guardando las fotos de Elena que no rompió, dejando de desayunar solo para comprar alcohol y cigarrillos.

La única persona con la que se atrevió a hablar de lo que pasó fue con Harry y en esa ocasión, también omitió muchos detalles que probablemente se vayan con él a la tumba porque no quería volver a ser así, significaba entre otras cosas, revivir a ese antiguo Louis que andaba a paso apresurado por los pasillos del instituto escuchando rumores malévolos que terminaron siendo ciertos.

—Sentí que nunca volvería a amar a alguien con tanta intensidad, lo cual sí, es absurdo para solo tener diecisiete años, pero a los diecisiete años no sabía nada más allá de que la extrañaba, todos los días. Me pregunté por meses si fui yo el problema, si tal vez hubiese hecho algo diferente ella se quedaría, me pregunté si mi amor solo fue un juego, y decidí entonces dejar las cosas así —respondió entonces.

—Nadie supo de ti por meses —agregó Leigh.

—Desaparecí...sí, desaparecí un par de meses después de la graduación pero mi madre me hizo entrar en razón y terminé inscribiéndome en la facultad. Empecé a recuperar mi vida luego de eso, inventando una nueva personalidad, hablando más, saliendo más, soy bastante popular e el campus ¿lo sabías? —soltó Louis sin gracia.

—Escuché los rumores de cierto fanfarrón que tenía al centro de estudiantes patas arriba, gracioso fue enterarme que se trataba de ti.

Louis se encogió de hombros en su asiento, lo primero que hizo fue donde buscar un sitio para encajar, para saciar esas ansias de ser reconocido por ser él mismo, por sus tonterías, chistes malos, lo bueno que era para dar discursos y no por ser el chico al que le pusieron el cuerno en una fiesta de secundaria, claro que ambas cosas son y serán siendo parte de su personalidad pero de lo anterior no tenían porque enterarse los que le conocían ahora.

Cuando le preguntaban por la secundaria, inventaba cualquier historia y la cambiaba siempre a su favor, así lograba evadir las típicas preguntas y búsqueda de conocidos en común. Lamentablemente no se salvó de la morena que tenía en frente y de muchas otras caras conocidas que se topó en los pasillos pero no le importó cubrir su pasado rápidamente con esa personalidad, en efecto, fanfarrona y egocéntrica que creó luego de alejarse de Elena River.

—Vale, pero ese soy yo ahora—afirmó con seriedad—. ¿Por qué de pronto pareces interesada en el pasado? ¿Recuerdas cuando usabas gafas enormes y estabas detrás de Liam Payne? —arqueó sus cejas y la observó rodar los ojos.

—Claro que lo recuerdo, cada cierto tiempo para serte sincera, Liam y yo seguimos viéndonos en las reuniones de la beneficencia de la ciudad. A diferencia de ti, no le temo mucho a mi pasado porque he aprendido unas cuantas cosas de el.