Levantó rápidamente la mirada al encontrarse a una atolondrada pelirroja dejando caer su enorme bandolero verde sobre la mesa de la cafetería. Sus ojos le escudriñaban con ansío y parecía que las palabras saldrían de su boca antes que siquiera tuviera tiempo de procesarlas todas. Era la primera vez que parecía querer explotar por los acontecimientos, estaba inquieta y solo mordía con impaciencia sus labios frente a él.
—¡Harry! ¡por todos los ángeles! ¡qué bueno que te encuentro! —exclamó con ese tinte desesperado en su voz.
El recién nombrado abrió los ojos en su dirección y sintió una punzada de nerviosismo en su pecho de repente. ¿Acaso la sentía ella también?
—Jade ¿qué pasa? ¿estás bien? —le preguntó entonces con preocupación.
—¡¿Tengo cara de estarlo?! —soltó ella en respuesta.
Harry negó estando lo suficiente contrariado cómo para soltar el botecito rosado que reposaba entre sus dedos.
Jade se permitió relajar sus facciones cuando reparó en lo que Harry sostenía, por breves segundos dejó de lado su notoria aflicción.
—¿Qué estás tomando? ¿Acaso te sientes mal? —preguntó, apuntándole suavemente con su dedo índice.
—¿Esto? —sonrío levemente y explicó—. Pepto bismol, me he tragado el chicle mientras venía de camino.
Jade frunció el ceño, arrugando su pecosa nariz en el proceso.
¿Nunca se ha comido un chicle por error o la idea de poder hacerlo sencillamente le produjo escozor en la piel ?
—Harry, lamento informarte que esos son siete años de mala suerte.
El rizado volvió a sonreír, esta vez mostrando de a poco sus hoyuelos.
—¿Sólo 7 años? Es muy poco tiempo para alguien que lleva toda una vida con mala suerte.
Y eso hizo carcajear a Jade suspirando todavía con una bonita sonrisa en su rostro más con el movimiento sus incontables dijes hicieron un brillante sonido que le recordó la verdadera razón por la que había buscado a Harry en todo el campus. Fueron milisegundos en los que Jade tomó entre sus dedos el colgante de ángel dorado que siempre llevaba consigo, estaba caliente. Por ello de nuevo miró a Harry con consternación.
—¿Cuándo fue la última vez que viste a Louis? —inquirió agitando mucho sus pestañas en su dirección.
—¿Qué? ¿A Louis? —frunció los labios en una agría mueca—. En clases, hace una hora, no lo sé ¿importa mucho? —se encogió de hombros al finalizar.
Jade hizo un leve asentimiento y suspiró ruidosamente llevándose las manos a la cabeza, a través de sus dedos se deslizaron aquellos inconfundibles mechones rojizos.
—Ve a buscarle, antes que sea demasiado tarde. Ve a por Louis.
Algo en su inquietante modular le indicó a Harry que Jade no estaba jugando con ello, por lo que tomó sus cosas y salió disparado de la cafetería.
***
Louis cruzó la bonita puerta de madera blanca pulida y allí la encontró, de pie observándose en el inmenso espejo que tenía a su disposición en pleno recibidor, parecía tan absorta en su reflejo que ni siquiera se había percatado de su invasora presencia. El suave movimiento de sus labios al aplicarse el labial le recordó viejas manías, el pasado, sin dudas, estaba frente a ella.
Al girarse sobre sus zapatos de tacón, todavía sostenía en alto el labial pero la mirada de Louis fue un poco más allá, a la resplandeciente joya que adornaba su dedo anular.
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Bags 🧳 l.s
Fanfiction"¿Puedes ver que estoy esperando el momento adecuado? No puedo leerte pero si quieres el placer es todo mío. ¿Puedes ver que estoy usando todo para contenerme? Supongo que esto podría ser peor. Verte saliendo por la puerta con tus maletas." Donde Ha...