Sufrir por su piel.

Conocido desconocido.

Tom sintió un chorro de agua helada bajar desde su coronilla hasta los pies. Aunque sentía que la respiración le fallaba y tenía unas ganas intensas de gritar, le sostuvo la mirada gélida a su cuñado.

-No puedo creerlo...- empezó Ben con voz peligrosa.- Me has decepcionado Hiddleston. Todo este tiempo que jurabas que no paso nada con tu compañera... era cierto. Era cierto porque fue con Jane. ¡Con Jane, la mejor amiga de tu esposa!

-Benjamín, por favor...- Tom miró a todos lados para asegurarse de que nadie los estaba escuchando.- Déjame explicarte...

-No, Thomas. O arreglas esto tú o lo hago yo.- amenazó Benjamín clavando en el pecho de Tom su dedo índice.

-Ben, yo creo que este es un tema que deberíamos arreglar Misha y yo. Te pido que por favor te mantengas alejado de todo esto.

-Deberías firmar el divorcio amigo.- Ben lo fulminó con la mirada ignorando la petición de Tom.- Deberías alejarte de mi hermana para siempre y dejarla ser feliz ahora que...

-Ahora que qué, ¿que no me recuerda?- lo fulminó también con la mirada y después de una breve pausa añadió.-Escucha Benjamín, a lo largo de mi vida he cometido errores, un mar de errores y lo único que les pido, que te pido a ti es que me dejes enmendarlos.

-Un mar de errores... pues muchas felicidades, estas navegando en ellos. Será mejor que les digas a todos la verdad Thomas, así mis padres se darán cuenta de la clase de persona repugnante que eres.- Benjamín se dio media vuelta y dio grandes zancadas hasta la salida de la sala dejando solo en el pasillo desierto. Tom se llevó las manos a la cara maldiciéndose internamente por lo estúpido que había sido.

Se dirigió al sanitario y lavó su cara varias veces antes de volver a salir, sentía tanta frustración de lo que acababa de suceder con Ben que no se fijó que era Peter quien entraba al sanitario.

-Hola hijo, ¿está todo bien?- le tomó el brazo para detenerlo mientras le estudiaba el rostro. Tom levantó la vista e intento sonreírle.- Luces fatal.

-Nada Peter, es solo que me preocupa Misha.- decidió evitar el tema de Jane.- Siento que es buena idea que viva conmigo otra vez.

-Escucha, yo más que nadie deseo que las cosas se solucionen entre ustedes dos, pero que viva contigo otra vez dadas las circunstancias... no creo que sea una buena idea Tom. No quisiera alterarla.

-Pero mientras más rápido regrese a su rutina más rápido recordará su vida.

-Tal vez tengas razón.- se encogió de hombros.- Pero debemos ir poco a poco, lo que te puedo conceder es que ella decida si quiere vivir contigo o no. Debemos tomar en cuenta su decisión también, ¿no crees?

-De acuerdo.- respondió después de un suspiro. A fin de cuentas Tom sabia que Peter tenía razón, no podía obligar a Misha a vivir con él cuando no recordaba su cara. Decidió marcharse del hospital con la idea de regresar de regresar al siguiente día convencido de recuperar a Misha. Si ya había hecho que se enamorara de él una vez seguro lo podría volver a hacer otra vez.

Cuando Tom salió del hospital se dirigió a su coche pensativo en todo lo que había pasado, desde la breve charla que tuvo con Misha, la sensación de abandono al darse cuenta de que no lo recordaba, y todo lo relacionado con Jane. Se sentía tan miserable por todo aquello que la única cosa que podía sentir por el mismo era pena.

-Hola Thomas.- la voz de Kevin lo sacó de su ensimismamiento agresivamente que temió hacerse daño en el cuello al girarlo rápidamente para encararlo.- Lamento haberte asustado.- se burló.

-No, lo siento, yo estaba distraído.- se excusó intentando sonreír.- ¿Que pasa? ¿Esta todo bien?- Kevin asintió dando un manotazo al aire para quitarle importancia.