Aquella misma mañana, cuando Misha llegó a su oficina, apenas se había sentado frente a su escritorio cuando la puerta se abrió de golpe dejando entrar a una molesta Anna.
-¿Qué...demonios...sucedió...ayer?- preguntó con la mandíbula tan apretada que Misha creyó que sus dientes se le reventarían en cualquier momento. Se levantó rápidamente de su asiento y caminó hasta ella.
-Anna, tranquilízate por favor...
-¿Que me tranquilice? Misha...- fue hasta la televisión que había frente al escritorio de Misha y la encendió furiosa. Buscó el canal de noticias y subió el volumen. Era el video de un reportaje que se había hecho la noche anterior en la cena de presentación."-... los hechos sucedieron en la cena de Callie, la escritora afirma que no tenía idea de lo que sucedía con su representante y sus acompañantes.
-Me han apoyado bastante desde el inicio y para ser sincera no tengo porqué comentar nada al respecto de su vida personal.- decía Callie en un entrevista realizada esa mañana.- Cualquier persona tiene problemas con sus parejas y en verdad espero que todo esté bien.
-Pero ¿sientes que de alguna forma se llevó toda la atención ante el problema?
-Por supuesto que no, yo tengo la atención que necesito y bueno, es lamentable que hayan sucedido las cosas así pero no..."Misha apagó el televisor y cerró los ojos tratando de encontrar las palabras para explicar lo que había sucedido.
-Anna, en verdad lamento todo lo que sucedió anoche, pero... estaba muy alterada.
-¿Y crees que yo no? Por amor a Dios, ¿qué pudo ser tan malo para que hicieras eso?
-Deberías estar en el hospital.
-Debería estar con mi hija, en cambio estoy aquí intentando arreglar el desastre de anoche.- Anna tomó el teléfono y comenzó a marcar números.- Le hablaré a Joanne para que lo arregle, Joanne es la publicista de la editorial.
-Sé quien es ella, la recuerdo perfectamente.- Misha se sentó en el sofá frente al escritorio soltando un suspiro.- Y también sé quien es Pedro el de limpieza, y Katja, de Recursos Humanos y sé quién es quién a la perfección Anna, jamás perdí la memoria.Anna bajó el teléfono mirándola fijamente sin expresión alguna en el rostro. Colgó el teléfono y se sentó en el lugar de Misha.
-Ya lo sabia. Sé que fingiste todo. Kevin me lo dijo,- respondió al ver la cara extrañada de Misha.- No tengo secretos con mi marido, ¿sabes?
-Lamento que mi matrimonio no fuera tan perfecto como él tuyo.- respondió a la defensiva.
-Todos tenemos problemas,- dijo mas clamada controlando su enojo.- ¿Qué sucedió?
-Me enteré que la noche que le pedí el divorcio a Tom pasó algo con Jane.- respondió después de un momento, Anna se quedó muda de la impresión.- Entonces me enojé, pedí una explicación y me fui, después Tom me escuchó hablar con Kevin y se dio cuenta de que en realidad todo fue una mentira y eso se sumó al problema.
-Espera... ¿Jane?- Anna apenas podía hablar
-Y hoy que fui a dejar a William con Tom estaba allí, pero me explicó que realmente nunca pasó nada con él, solo le hizo creer eso.
-¡No puedo creerlo! Estoy... Demonios, ¿Jane?- Misha asintió lentamente.- Es una perra.- susurró.- Seguramente lo hizo porque sabia que Tom viviría con esa culpa de por vida. Mierda.
-Tom es demasiado bueno con las personas.
-¿Y qué va a pasar ahora? ¿Que va a hacer Tom? ¿Que van a hacer ustedes?-No sé.- respondió Misha poniéndose de pie al momento que se encogía de hombros.- La verdad ahora solo quiero estar lejos de todo esto, necesitamos tiempo para que se calmen las cosas y después ya veremos que hacer. William no merece nada de esto y realmente me preocupo por su bienestar.
-Creo que debiste pensar en él antes de empezar con tu numerito amnésico.- Misha rodó los ojos pero pudo distinguir una nota de broma en su voz.- No puedo creer que haya pasado todo esto.
-No puedo creer que te hayas salido del hospital para venir a regañarme.- se acercó a Anna y la abrazo fuertemente.***
El lunes por la mañana el timbre del departamento nuevo de Misha, se había conseguido un lugar pequeño en Brooklyn, sonó desesperadamente. Misha se apresuró a abrir para encontrarse con William tocando el timbre en los brazos de Tom, eso ocasionó una sonrisa automática en los labios de ella.
-Buen día, ¿te despertamos?- saludó Tom colocándole en los brazos al niño.
-No claro que no, ya los esperaba.- se hizo a un lado para invitarlo a pasar.- ¿cómo se portó?
-Muy bien, como siempre.- Tom se quedó parado en el marco de la puerta observando fijamente a Misha hasta que ella se dio vuelta para ver qué sucedía.- Misha perdóname. Perdóname por haberte hecho sufrir, por haberte lastimado y haberme alejado. Perdóname por ser un completo imbécil. Perdóname, perdóname. Mil veces...
-Tom...- Misha fue hasta él y le tomó la muñeca.- No sabes... todo el tiempo que estuve esperando este momento, que me pidieras perdón y todo.- levantó un hombro.- Pero debes de saber la verdad: jamás me fuiste infiel con Jane. Ella lo inventó todo.
-¿Qué?
-Se aprovechó de tu inconsciencia, Tom. Me confesó que jamás pasó nada entre ustedes aquella vez.
-Soy un idiota.- dijo después de soltar un resoplido.
-Si tú lo dices. -Misha entró a la cocina con William aun en brazos.-¿Quieres café?
-Si muchas gracias.- Tom se sentó en la pequeña sala de estar y echó un vistazo al rededor.- Esta muy bien, es bastante acogedor.Misha regresó a la sala y le tendió el café a Tom para después sentarse junto a él en el sofá.
-¿Y bien? ¿Como te fue en tu reunión el viernes?- Tom guardó silencio mientras colocaba la taza en la mesita después de haberle dado un trago. Misha no pudo evitar notar que su gesto había cambiado.-¿Qué sucede?
-Misha yo... Me fue bien.- carraspeó para aclararse la garganta nerviosamente.- Me voy a Los Ángeles en dos días.
-Oh, ya veo.- Misha intento distraerse con el cabello rubio de William.-¿Y cuándo regresas?
-Dentro de varios meses. Mi vida cambiará por completo. Estoy muy emocionado.
-Me alegro, estoy muy feliz por ti.- intentó fingir una sonrisa.
-No te ves muy convencida de ello.- Tom la miró fijamente, guardaron silencio un rato y después Misha comenzó a hablar.
-Pues sinceramente estoy sorprendida. De repente dejar de verte así como así... ¿Qué va a pasar con William? ¿Que va a pasar conmigo?
-¿Contigo?- Tom la miró extrañado.Antes de que Misha pudiera contestar unos golpes bastante fuertes se oyeron en la puerta. Los tres la miraron asustados pero fue Tom quien se puso de pie.
-Yo lo hago.- dijo en un susurro y caminó lento hasta la puerta para abrirla de un tirón.
-Hola Tom, que bueno que te encuentro aquí.- Misha reconoció la profunda voz de Marcel y caminó hasta ponerse detrás de Tom.
-¿Qué sucede?- preguntó Tom al darse cuenta de que Marcel no venia solo, venia con dos personas mas.
-Lo siento mucho Thomas.- dijo en un susurro y después miró fijamente a Misha.- Misha Hudson, esta es una orden del juez en el que pide que el infante William Hiddleston sea entregado pacíficamente a su padre Thomas William Hiddleston ya que la patria potestad absoluta le pertenece a él.-¿Qué?- preguntaron los dos al mismo tiempo. Uno de los agentes que venia con Marcel entró a la casa y tomó al niño en brazos, Misha intentó arrebatárselo pero el otro agente lo impedía.
-Marcel ¿qué sucede?- preguntó Tom observando horrorizado la escena.
-Misha no tiene más la patria potestad de William,- le tendió la orden del juez y Tom la tomó apresurado.- de hecho tiene prohibido verlo hasta que tome terapia psicológica y/o psiquiátrica y sea evaluada como apta para mantenerlo.
-¡Denme a mi hijo!- gritó Misha luchando desde los brazos del otro agente.- ¿Thomas qué sucede?- Tom fue hasta ella para intentar calmarla.
-Tranquilízate Misha, ya lo arreglaremos. Debe ser un error.
-Por supuesto que si... ¡Hey, regresa a mi hijo! Maldito secuestrador...- gritó cuando vio que el primer agente salía de su departamento con William llorando.
-¿Tom?- llamó Marcel desde la puerta y le hizo una señal para indicarle que debían marcharse. Tom asintió.
-Escucha, lo voy a arreglar, ¿de acuerdo? No te preocupes.- besó la frente de Misha y salió del departamento con Marcel detrás.
-Que tenga buen día señora.- dijo el agente después de soltarla y caminar hasta la puerta para cerrarla de un portazo.
-¡Estupido!- gritó Misha con todas sus ganas sintiendo como otra vez su alma se rompía en mil pedazos.Después de pensarlo muchas veces, tomó su teléfono y marcó el número de la única persona que podría ayudarle en ese momento, aunque hubiera tenido problemas con ella estaba dispuesta dejar por un momento todo eso a un lado para encontrarle una solución a su problema. Después de que Jane accedió a verla ese mismo día por la tarde Misha se fue a preparar para salir. No podía permitir que le arrebatar la segunda cosa que mas amaba.
-Misha, adelante.- la recibió Jane sonriente.- Dime en qué puedo ayudarte.
-Jane,- habló con nerviosismo retorciéndose las manos.- Jane, sé que ambas tenemos diferencias últimamente pero necesito tu ayuda.- suplicó.
-Soy toda oídos.- la invitó a sentarse frente a su escritorio. Después de que Misha le entregara la hoja de la orden del juez y de que le contara todo lo sucedido aquella mañana Jane tomó una gran bocanada de aire.
-La orden del juez es inapelable cariño. Tendrás que seguirla al pie de la letra. Mira, te facilitó el trabajo, casi nunca pone sugerencias de doctores en estos casos.
-¡Jane, no me estas escuchando! Todo lo que esa orden dice... es mentira. Yo no sufro de ninguna enfermedad mental...
-Ah, ¿no?- Jane dejó la hoja en el escritorio y la miró fijamente.- Entonces todo lo que hiciste es porque eres una verdadera perra. Sabía que no eran secuelas del accidente.- Misha la miró horrorizada.- Cariño, lo lamento. En serio, si hubiera algo pudiera hacer créeme que lo haría.
-¿No hay nada?
-Es que... Ay, como hemos tenido todos estos problemas... creí que ya no trabajaría mas para ti. Es por eso que tu caso lo he cerrado.- se puso de pie y se sentó junto a Misha para después tomar su mano y palmearla numerosas veces.
-¿Pero qué dices? Pero sigues siendo mi abogada, yo no... No te he despedido ni nada por el estilo, Jane, por favor.
-No puedo cariño. Me han transferido a otro bufete, Grayson & Barnes, en San Francisco.Misha se quedó perpleja, si Jane se iba... ya nada podría hacer para recuperar a William. Todas las posibilidades que tenía se había vuelto nulas. Después de todo, tener una mejor amiga que a veces era su abogada y que resultara ser sobrina del juez le había traído sus beneficios.
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Sufrir por su piel.
FanfictionTom y Misha vivieron felizmente casados hasta ahora, pero por un error por parte de él Misha decide terminar el matrimonio hasta que un terrible accidente ocurre con ella. ¿Puede un tragedia para los demás ser una nueva oportunidad para Tom de recup...