Cuando Misha salió del baño aún con los ojos bañados en lágrimas, Tom la esperaba sentado en el sofá de la sala y al verla se puso de pie para ir hasta ella, ella intento sonreír pero sólo logró una mueca.
-Lo siento, yo... no sé lo que pasó.- se disculpó abrazándose ella misma.- Creo que es un shock de emociones, tendré que acostumbrarme.
-Tranquila, te entiendo.- respondió Tom pero Misha alzó una ceja.- Bueno. intentaré hacerlo, ahora debes descansar.
-¿Dónde esta... nuestro hijo?- Tom notó que la voz de Misha estaba por quebrarse de nuevo al darse cuenta de que no sabia el nombre de su hijo.
-William, se llama William.- respondió con pesar. Tomó su mano suavemente y la guió hasta el cuarto de juegos.- Cuando empezó a caminar, ambos creímos que sería una buena idea que tuviera su propio salón de juegos.- abrió la puerta y entró antes que Misha para mostrarle la habitación.
-¿Y pasa el tiempo solo aquí?- preguntó mientras paseaba la vista por el lugar, era una amplia habitación equipada con todo tipo de juguete para un infante de menos de tres años.
-No, claro que no.- la invitó a pasar y ella entró lentamente acercándose al niño que jugaba en el suelo.- No está solo, todo el tiempo está Cassey, la niñera, ella se encarga de Will en las mañanas y por las tardes nosotros.
-¿Cassey es de confianza?
-¡Por supuesto! Ha trabajado con nosotros desde que Will tenia dos meses. Ella trabaja para pagar su escuela, tiene 21 años y es de Nueva Jersey. Ella es muy buena en su trabajo.
-Bueno, ciertamente eso me tranquiliza un poco pero... tú sabes, si tan solo pudiera recordar.- torció el gesto cruzándose de brazos. Tom no pudo evitar sentirse impotente al no poder ayudar a su esposa con eso.- ¿Puedes decirme que hacia yo antes de... que pasara esto?- se tocó la sien.
-Bueno, ya te dije, eres traductora de la editorial O'donell. Tienes una oficina en Madison y un pequeño estudio aquí.- Tom intentar recordar todo lo que Misha solía hacer antes de que empezara el proceso de divorcio.- Dentro de unos días será el lanzamiento de una nueva escritora, asi que estuviste preparándolo todo. También bueno... en cuanto a tu rutina, solias salir a correr los miercoles y jueves, los viernes los dedicabas a Kevin, Anna y Jane y los sabados eran nuestros.
-¿Nuestros?- inquirió Misha levantando una ceja ocasionando que Tom se sonrojara.
-Si, bueno... saliamos a comer, o al cine o haciamos cualquier cosa, solo nosotros.- Misha suspiró y asintió lentamente.- Iré a hacer unas llamadas, si necesitas algo estaré en... solo gritame, ¿de acuerdo?
-De acuerdo.- sonrió de lado y se acercó a Will. Tom le lanzó una ultima mirada y después salió de la habitación cerrando la puerta tras él. Misha soltó un sonoro suspiro y se arrodilló junto a al niño que jugaba apaciblemente en la alfombra.
-Así que... William ¿cierto?- le acarició la pequeña cabecita rubia.- ¿Puedo llamarte Willy?- sonrió para sus adentros mientras observaba a su pequeño hijo jugar. Soltando otro suspiro, se puso de pie y paseó por la habitación en silencio. Algo muy raro le saltaba a la vista, en la repisa de las fotografías no había ninguna de ella. ¿Por qué sólo había fotos de Tom y Will? ¿Cuánto tiempo había pasado en coma? Observó su mano izquierda y en su dedo le faltaba algo...
Tomó a William en brazos y salió de la habitación, caminó por el pasillo que conducía hasta la sala de estar pero Tom no estaba ahí, subió las escaleras en silencio y exploró habitación por habitación, ya tendría tiempo de recorrer su propia oficina en casa. Tom tampoco estaba en el piso superior y eso le empezaba a angustiar.
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Sufrir por su piel.
FanfictionTom y Misha vivieron felizmente casados hasta ahora, pero por un error por parte de él Misha decide terminar el matrimonio hasta que un terrible accidente ocurre con ella. ¿Puede un tragedia para los demás ser una nueva oportunidad para Tom de recup...