Aquella noche Tom no pudo dormir. Lo único que podía hacer era dar vueltas en la cama, suspirar, cerrar los ojos, soltar el aire sonoramente y observar al pequeño niño que domía plácidamente junto a él.
La preocupación y el temor no le permitían pensar con claridad. ¿Qué pasaría ahora? El juez había fallado a su favor con la custodia de Will, pero nadie habia solicitado la demanda. Seguramente Marcel podria saber algo al respecto. Tomó su celular de la mesita de noche pero se detuvo al marcar el número de su abogado: pasaban de las tres de a mañana y seguramente estaría dormido. Colocó su teléfono de vuelta en la mesita y se recostó nuevamente en la almohada soltando un suspiro al momento en que tallaba sus ojos con los puños. Se levantó de la cama y tomó su celular otra vez, se aseguró que William estuviera bien y tras arroparlo salió de su habitacion con el nombre de la única persona que sabía que tampoco estaría pasando una buena noche.
Se dirigío a la cocina con el teléfono pegado a la oreja esperando que Misha contestara mientras preparaba el agua para hacerse un té. Al tercer tono contestó.
-Tom, ¿Qué sucede? ¿William está bien?
-Hola Mish, todo esta bien. ¿Tú como estás?- notó que la voz de su ex esposa sonaba ronca y nasal, como si hubiera estado llorando desde hacía mucho tiempo. Y no se lo reprochaba.
-Tom...- había empezado a llorar otra vez. El aludido se sintió mal por no poder estar ahi y consolarla como era debido, pero según la orden del juez estaba estrictamente prohibido que Misha estuviera cerca de ellos si no era con supervisión de un especialista.
-Esto es una porquería, mañana mismo hablaré con Marcel para que retiremos esa demanda. Jane podrá explicarnos... Es absurdo, ¿quién pidio la custodia? te lo dije desde el principio. No soy tan cruel...
-Jane se fue.- logró decir con voz queda.- Ya no es mas mi abogada.
-¿Pero... por qué? No puede... ¿Qué sucedió?
-Sucedió que se siente traicionada por mi y por haberle hecho creer que perdí la memoria y todo eso. Creyó que ya no querría trabajar con ella y cerró mi caso... ahora tendré que buscar otro abogado...
-Dios... ¿traicionada por ti?- soltó molesto.-¿Quién nos hizo creer que te fui infiel?
-Te hizo creer a ti, si no hubieras estado inconsciente...
-No me eches la culpa de todo Misha.- dijo severamente.- Si me hubieras escuchado desde el principio... si me hubieras contado qué pasaba yo te hubiera podido sacar de tu error.
-¿Y eso era motivo para ponerte ebrio y dar pie a que Jane nos hiciera esa mala jugada? ¿Qué tan mal te pusiste como para creer que en realidad sucedio algo con ella?
Tom guardó silencio. Misha tenía razón, seal cual sea la situación con ella no era motivo para perder la consciencia y perder la razón. Aquella vez... lo único lo lograba recordar fue lo mucho que le dolía la cabeza al dia siguiente, y a Jane recostada a su lado completamente desnuda. Cerró los ojos y sacudió la cabeza para borrar aquella imagen.
-Lo siento tanto. Fui un idiota.
-Ya, yo también lo fui.- ambos guardaron silencio por largo rato, Misha sabía lo que sigificaba todo aquello. Y sabía también que era hora de aceptarlo.- Tom, prométeme que cuidaras de nuestro hijo.
-Lo haré. No te des por vencida Misha, debe haber una solución, mañana hablaré con Marcel...
-Déjalo así. Debo resolverlo yo sola, quiero decir... yo sola me metí en esto.
-Déjame ayudarte.
-Gracias, me ayudarías bastante cuidando de Will, no dejes que me olvide.- Su voz se quebró de nuevo y comenzó a llorar.
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Sufrir por su piel.
FanfictionTom y Misha vivieron felizmente casados hasta ahora, pero por un error por parte de él Misha decide terminar el matrimonio hasta que un terrible accidente ocurre con ella. ¿Puede un tragedia para los demás ser una nueva oportunidad para Tom de recup...