Historias.

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Cuando entraron al restaurante, el capitán de meseros los recibió con una enorme sonrisa.
-Señor y Señora Hiddleston, es un placer tenerlos aquí nuevamente.- saludó cordial, sin embargo ninguno de los dos lo sacaron de su error.- en seguida los dirijo a su mesa.

Misha paseó la mirada por el lugar y notó que era un restaurante bastante elegante y lujoso, los meseros vestían smokin, las luces estaban en un nivel cómodo y las mesas estaban hermosamente acomodadas. El capitán llamó al mesero que se encargaría de servirles y éste los guió a una zona un poco apartada y privada, abrió la silla para que Misha se sentara y después Tom la imitó.
El mesero acomodó la servilleta en el regazo de ambos y se retiró por la carta de vinos.

-Asumo que éramos bastante asiduos a este lugar, ¿no?- preguntó Misha son una ligera sonrisa en el rostro recargando sus codos en la mesa y apoyando su barbilla en las manos.
-Asumes bien querida.- respondió Tom de igual manera.
-¿Como me convenciste de venir a este tipo de lugares? Esto no soy yo.
-Desventajas de salir con un actor en auge.- alzó una ceja sin dejar de sonreír.- Solo traté de darte lo mejor, al final terminó por gustarte.

Misha guardó silencio un momento, el mesero se acercó, extendió la carta de vinos frente a ella y Misha la observó abriendo mucho los ojos sumamente confundida. Tom soltó una risotada y extendió la mano para tomar la carta de la mano del mesero.

-Esta vez me haré cargo yo Phil.- el mesero hizo una ligera reverencia y se acercó a él mientras Tom ojeaba la carta en silencio.- Tráenos el Grenache d'Arenberg Custodian, por favor.
-¿Cosecha del 2006?
-La mejor que tuvo.- dijeron al unísono y se observaron cómplices antes de reír ligeramente. El mesero se retiró y Tom sostuvo la mirada de Misha por un momento más provocando que se sonrojara una vez más.
-Te ves adorable cuando te sonrojas.- dijo Tom y Misha escondió la cara en pare las manos.
-¡Basta!- dijo tras una risita nerviosa.- No hagas eso.
-¿Por qué no?- Tom se acomodó en su asiento, sumamente divertido.
-No lo sé, no lo hagas.- ordenó fingiendo seriedad.
-De acuerdo. No lo haré más.- Tom carraspeó y la miró fijamente a los ojos. Misha suspiró sonoramente y dejo salir el aire lentamente.
-¿Yo era la que se encargaba de los vinos?- Tom sonrió de lado y asintió lentamente, Misha en cambio soltó una bocanada de aire.- No puedo imaginar porqué, ¿terminé mi curso de enología?
-Fuiste la mejor del curso, te graduaste con honores.- Misha abrió mucho los ojos llena de sorpresa, lo ultimo que recordaba de ese curso era que lo había dejado porque Mark, su antiguo novio la había obligado a hacerlo. Decidió no pensar en eso y se enfocó en Tom. -No se si quiero que esto sea una primera cita o una cena para solo charlar de nuestro pasado.- se sinceró poniendo las manos en la mesa.- Quiero saber lo que sucedió pero tengo miedo de que al final termine por no querer volver a verte y no gano en el ningún escenario por que el segundo es que quiero volver a verte pero si no se lo que sucedió...
-Misha, en el fondo se que debes saber la verdad, debo ser sincero contigo y conmigo.- recargó los codos en la mesa.- Quiero explicarte el motivo de mi separación de ustedes, quiero pedirte perdón por todo...
-Tengo una idea.- interrumpió Misha tragando saliva.- Cuéntamelo todo, desde el principio. Cómo nos conocimos, nuestra primera cita, nuestro primer beso... Todo, no te guardes nada, como si estuvieras contado una historia.

Tom asintió, se aclaró la garganta y tomó aire para empezar a relatar la historia mas bonita

-Sucedió un viernes 14 de mayo, ese día estaba en casa de un primo de Luke, celebrábamos su cumpleaños pero como yo tenía una cita al día siguiente Luke me obligó a salir temprano de ahí. Transitábamos por la 57 cuando el coche empezó a fallar del motor, era un coche viejo que su primo nos prestó así que todo era comprensible. Afortunadamente se detuvo en una zona habitada, así que nos bajamos del coche para pedir ayuda, porque mi teléfono no tenía batería y Luke no lo traía encima, pero empezó a llover bíblicamente, hacía un clima terrible. Corrimos por toda la calle y nos refugiamos debajo del garaje de una casa, le sugerí a Luke que llamáramos a la puerta para pedir un teléfono y hablar al seguro. Cuando la puerta se abrió, dejó ver la visión más hermosa que haya visto en mi vida, una hermosa mujer de rizado cabello negro y unos intensos ojos azules al teléfono.- Misha sonrió de lado al crear esa escena en su mente, con forme Tom hablaba, Misha se veía como en una película junto con él.- Estaba apunto de hablarle pero cerró la puerta en seguida y al cabo de cinco segundos después volvió a abrirnos. Amablemente nos prestó su teléfono, nos invitó a pasar y nos ofreció una humeante taza de té. Misha, desde que te vi aquel día sabia que quería estar en tu vida, quería verte más, todos los días. Pedí tu teléfono y con recelo me lo diste, nos mensajeabamos casi diario, nos hablábamos cada que podíamos porque yo tenía que salir de la ciudad constantemente por las películas y promociones. Fue hasta meses después, que regresé a Nueva York y aprovechando que tenía unos días libres me decidí a invitarte a salir por fin. Nuestra primera cita fue mágica, en verdad moría por volverte a ver, tocarte, abrazarte... besarte. Ese día estabas en Los Hampton, así que fui hasta allá para estar cerca de ti. Mi idea era una velada romántica junto al mar, Luke me ayudó a adecuar el lugar, pero nuestra velada fue todo menos romántica.- Guardó silencio permitiéndose recordar ese día con una nostálgica sonrisa.

Sufrir por su piel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora