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Hace un par de días que Mau tuvo un accidente en la moto de uno de sus amigos, he querido visitarlo desde entonces. Quiero saber que él está bien. Cuando recibí la noticia de que le había pasado algo, no puedo describir a la velocidad que iba mi corazón. Sentí una gran impotencia por ver sus lindos ojos verdes que siempre me dicen que todo va a estar bien. Por abrazarlo como antes y decirle cuánto lo amo.

Veo las lágrimas caer a mis manos que descansan sobre mis rodillas, mientras siento un feo vacío en mi pecho.

Estoy en casa de Ivo, sentado en el sofá que está en su habitación. He estado aquí desde ayer, no podía dormir por estar pensando en lo que mi Mauro posiblemente está pasando.

Está sufriendo y yo no estoy a su lado apoyándolo como le prometí que estaría.

Tomá, no te ves nada bien—Ivo me extiende una tasa de café. No me gusta mucho tomarlo pero lo necesito ahora.

Gracias—Le digo e inmediatamente le doy un sorbo. Está cargado y muy caliente, me quema la garganta.

¿Ninguna noticia de Lit?—Me pregunta. Lit. Hace tiempo que no escuchaba que lo llamaran así, pero Ivo sabe del sobrenombre, así que no me sorprende.

Ninguna, he llamado a todos sus amigos pero me dicen que los padres de Mau no les han dicho nada—Digo mirando al frente mientras doy otro sorbo al café y mi amigo se sienta al lado mío en el sofá.

Estará bien, podrás verlo. Sólo debés tener fe—Me dice. Siento su mirada en mí y sigo tomando del café. Quiero llorar.

Dudo que la fe me sirva ahora—Agacho la mirada y juego con la tasa entre mis manos—Necesito verlo ahora. Necesito verlo bien—Mi voz se quiebra y siento a mi amigo removerse en el sofá para envolverme en un abrazo.

Me quita la tasa y la deja sobre la mesa. Después me atrae contra él, permitiéndome llorar en su pecho. No dice nada. Sólo me deja descargar todo mi dolor y me acompaña en silencio.

Es mi mejor amigo.

Duro un rato llorando a mares, en eso escucho mi celular sonar, indicándome notificación de WhatsApp. Rápidamente me reincorporo y tomó el aparato entre mis manos.

Es Martín—Informo a Ivo mientras me seco las lagrimas de las mejillas y desbloqueo mi celular con la otra mano.

Viajo veloz a WhatsApp y entro al chat de Martín lo más rápido que puedo. Paso mi mirada por el mensaje y siento mi corazón estrujarse con cada palabra que leo.

Mi Mau—Murmuro casi inaudible y le paso el celular a Ivo, porque no me sale ninguna palabra. No puedo creerlo.

Es desgarrador.

Mau—Me llama pero no puedo reaccionar. Mi Mau está en coma.

¿Cómo es qué pasó? ¿Cómo es que la vida me lo está quitando de esta manera tan terrible?

Ya me había separado de él una vez. Ya lo había perdido pero aún sabía que él estaba bien. Que era feliz y que sonreía. Que seguía haciendo sus chistes como de costumbre.

Él ya estaba con alguien más pero yo sabía que era feliz. Sabía que seguía por ahí, en alguna parte del mundo, haciendo felices a otras personas con su encantadora personalidad.

Pero ahora no. Sus ojitos estaban cerrados y su sonrisa se había apagado.

No puedo ni imaginármelo en una camilla de hospital, con un tubo entrando por su boca y su cara posiblemente llena de cicatrices.

𝐡𝐨𝐥𝐚, 𝐌𝐚𝐮! ; 𝐃𝐮𝐤𝐢𝐥𝐥𝐚𝐡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora