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Ivo le dio un último vistazo a Mauro en la habitación y salió de su casa sin hacer ruido. Subió a su auto y condujo hacia la casa de Thomas. El viaje fue rápido y estuvo ahí en menos de quince minutos. Llegó y aparcó delante de la casa, luego caminó a la puerta, tocando el timbre.

Hey, Wacho—Abrió Thomi, lo saludó chocando palmas y dándose un abrazo.

Entraron y en la sala ya se encontraban todos.

Se encontraba María, quien era novia de Thomas, vivía con él y era muy amiga de todos. Los había conocido por medio de su pareja. Muy amable, linda y servicial.

Tiago, quien se veía muy mal. Pues era amigo muy cercano de Lit junto a Enzo, y le dolía demasiado lo que le había pasado a su amigo.

Enzo, quien estaba muy preocupado por Lit, pues era de sus mejores amigos; pero también por Tiago. No quería que estuviese tan mal como estaba. No paraba de llorar.

También se encontraba Julián, no era tan constante como los demás pero también era amigo desde hace bastante tiempo. Cuando supo lo que había pasado, y había recibido mensaje de junta urgente en casa de Thomas, asistió sin dudarlo.

Y por último estaba Martín, quien se había unido al grupo recientemente gracias a Lit, pero no por eso era menos importante.

Cuando llegaron a la sala, Ivo saludó a cada uno de ellos, pero todos estaban apagados y muy preocupados por sus Mauros amigos. Con la mirada perdida. Tiago llorando. Enzo abrazándolo.

Lamento que...—Comenzó a hablar Thomas bajando la mirada—que todo esto haya sido mi culpa—Soltó bajando la mirada y comenzando a llorar.

María se puso de pie rápidamente y fue a con su novio para abrazarlo. Mientras le acariciaba la espalda.

No ha sido tu culpa, baby—Le dice, paseando su mano, sobando ahora su brazo mientras lo envolvía entre los suyos.

Ella sabía que Thomas se sentía terriblemente culpable, porque él había sido el que le prestó la motocicleta a Lit y ahora él estaba en coma por eso. Sentía que había sido todo su culpa.

No te echés la culpa. No sabías que eso iba a pasar—Le dice Enzo, mirándolo con tristeza.

Todos concordaron en eso. No había sido la culpa de nadie. Aunque Thomas no se sentía tan bien que digamos todavía. No le servían todas esas palabras por parte de sus amigos. Ni siquiera las de María o de su familia. Él seguiría sintiéndose mal, aún cuando Mauro haya despertado.

Hubo un silencio por unos minutos, pero Ivo no podía evitar que las palabras quisieran salir de su garganta lo antes posible. Así que habló.

—Mauro está muy mal en casa—Todos voltearon a verlo inmediatamente, muy preocupados.

¿Ha recaído?—preguntó María, quien seguía abrazando a Thomi.

—No—Respondió suspirando—Pero temo que lo haga. No quiero verlo así otra vez—Expresó su preocupación.

Será más fuerte si lo hace de nuevo. Más por lo que le ha pasado a Lit—habló Thomas ahora. Saliendo de su escondite entre los brazos de María.

Enzo y Tiago asintieron bajando la mirada mientras Julián y Martín sólo miraban a la nada, perdidos. Era todo una catástrofe, no querían ver mal a sus amigos. Y lo peor de todo es que no sabían que hacer para poder ayudarlos.

Se ha estado quedando en mi casa. Le he insistido pero no puedo retenerlo para siempre. Varias veces ha querido volver a la suya—Informó mirando a la nada—¿Creen que sea bueno decirle que venga a vivir conmigo?—

Sin dudas—Habló Julián por primera vez—No podemos arriesgarnos a que recaiga. Él tiene que estar bien—

¿Han recibido noticias de Lit?—pregunta Martín.

—No, he hablado con los señores Monzón y todo sigue igual. No hay movimiento—dice Tiago decaído. Con la voz rota. Enzo se acerca y lo abraza por los hombros. Atrayéndolo a su cuerpo.

Tenemos que cuidar a Mauro, no podemos descuidar a otro de nuestros amigos—Dice Julián muy molesto e impotente.

¿Qué querés decir con eso, gato?—pregunta Thomas enojado.

Que si hubiesen cuidado mejor de Lit...—Sigue pero es interrumpido por Martín.

Cerrá el orto vos, no estás nunca por acá, loco. No te hagas el que es un gran amigo—Reclama haciendo enojar más a Julián.

¿Qué? Vos porque sos youtuber y esas mierdas pero uno acá tiene que laburar para tener que comer, gil

¿Qué bardeás?—Y de un momento a otro todo se descontroló.

Todos peleando. Discutiendo. Y Tiago lloraba mientras era abrazado, cada vez más fuerte, por Enzo.

¡Eu, pará ya, giles!—Gritó el antes mencionado, haciendo que todos se callaran de pronto—Estamos aquí para ayudar a nuestro amigo, no para que nos liemos a piñas—

—Está bien—Suspira Julián—Ivo, mandálo a casa—Ivo se desconcerta pero Julián se adelanta—Le pediré que me deje quedarme unos días con él para cuidarlo—

Ivo asiente mirando al suelo por unos segundos.

Bien entonces

Todos están tan preocupados por sus amigos que ni siquiera hablan sobre lo que están sintiendo ellos. Lo pasan a segundo plano.

Por ahora sienten más importante desactivar sus sentimientos y enfocarse en los de Lombardo. Y simplemente esperar para que les den la noticia de que Monzón despertó, porque ellos jamás perderán la fe en que lo hará.

𝐡𝐨𝐥𝐚, 𝐌𝐚𝐮! ; 𝐃𝐮𝐤𝐢𝐥𝐥𝐚𝐡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora