—Nos vemos mañana, pequeño—Decía Duki, aproximándose a la puerta de la habitación de hospital de Liti. Regalándole una gran sonrisa, esperando su habitual abrazo de despedida. Abrazos de los que jamás se cansaría.
—¡Hasta mañana, Mau!—respondió alegre, lanzándose a los brazos del mayor. La verdad es que no sabía por qué actuaba así con Lombardo. Él no se caracterizaba por ser muy afectuoso con sus amigos, con los que recordaba que eran sus amigos (aunque quizá, por el tiempo que había pasado ya no lo eran), pero había algo en Duki que le inspiraba tanta seguridad. Le inspiraba a querer abrazarlo cuando llegaba y cuando se iba. No sabía lo que era pero ya después habría tiempo de planteárselo bien.
Se separaron, sonriéndose en grande, y así, Duki giró el picaporte y salió del lugar. Mientras iba recorriendo el largo pasillo hacia la salida, no podía ocultar su enorme sonrisa dibujada en su rostro y es que, había sido más feliz las últimas dos semanas de lo que lo había sido toda su vida. Poder convivir de nuevo con lit era un regalo, de Dios, del Universo o de lo que fuera. Duki estaba feliz. Tan feliz que podría explotar de la emoción.
—Lombardo...—Miró como aparecía repentinamente la madre de Lit, al haber salido del pasillo de las habitaciones.
—Señora Monzón, ya me iba—Trató de defenderse por Karina le recriminaba que pasaba mucho tiempo dentro de la habitación con su hijo.
—Tranquilo, sólo quería hablar contigo un minuto, ¿tenés tiempo?—Pidió, haciendo ademán a que la siguiera para sentarse.
—Sí; claro, señora Monzón—Contestó tranquilo y ambos se sentaron al lado del otro. Duki poniendo absolutamente toda su atención cuando la madre de Lit comenzó s hablar.
—Quería comentarte que ya no tendrás que venir a ver a Mauro al hospital...—Empezó calmada, a lo que fue interrumpida inmediatamente por el menor.
—¿Qué? ¿Por qué? ¿Hice algo mal?—El pánico comenzó a habitar su ser algo que la mayor le divirtió un poco a Karina—Prometo que yo...
—Oh no, no, no; Tranquilo, cariño—Interrumpió esta vez ella.—'cúchame primero—rió—Te digo esto, porque mañana darán de alta a Mauro, lo llevaremos finalmente a casa—le dijo con una enorme sonrisa.
Karina estaba tan feliz, no había podido dormir muy bien al no tener a su hijo en casa. Lo extrañaba y se preocupaba por cómo estuviera todo el tiempo, se le notaban unas ojeras inmensas. Las únicas veces que había podido pegar el ojo, habían sido pocos minutos en la sala de espera del hospital. Sentía alivio de que Mauro ya pudiera volver a casa, tendría que tomar una gran siesta luego de eso.
—¡¿En serio?!—preguntó eufórico—No puede ser, estoy tan emocionado, podrá salir por fin de esa habitación de mierda y...—
—Lombardo—regañó ella al por el lenguaje.
—Perdón.
Ella suspiró, riendo y negando con la cabeza.
—Mira, Mauro podrá irse mañana. Pero el doctor recomendó que no saliera ni viera mucha gente por un tiempo...—La pensó un poco con lo que iba a decir pero luego lo miró a los ojos—Mauro, mañana le presentaremos a Matías, su novio...—
La sonrisa de Duki se desvaneció rápidamente al escuchar eso, Karina no pudo evitar sentirse un poco mal al respecto, recordaba cuanto cariño le tenia a Duki y a pesar del rencor que le tenia por lo que le había hecho a su Maurito, desde que hicieron las pases, le había retomado ese afecto que había escondido por un largo rato.
Duki pensó un poco y forzó una sonrisa.
—De acuerdo, entonces supongo que me pedirá que no venga mañana—planteó, a lo que ella asintió.
—Pasado mañana serás bienvenido de nuevo en nuestra casa—Le sonrió cálida—Pasado mañana, y cuando sea...—Aclaró, recordaba los problemas que Lombardo tenía con sus padres, ella no tenía idea de que ya no vivía con ellos, pero aún tenía el recuerdo de que su casa fue refugio para Mauro con las cosas ocurrían.
—Muchas gracias, señora Monzón. Por todo, siempre ha sido buena conmigo, nunca se lo dije pero la te quiero y no la voy a defraudar. Gracias por esta confianza, la había extrañado—Casi llora al decir aquello, pero era la verdad, con sus amigos se la pasaba muy bien y sabía que era amado por todos, pero tener una familia es completamente diferente, la familia de Lit siempre fue la suya y no sabía cuánto tiempo había pasado añorando que aquello se le devolviera.
Jamás creyó que de verdad podría volver a obtenerlo.
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𝐡𝐨𝐥𝐚, 𝐌𝐚𝐮! ; 𝐃𝐮𝐤𝐢𝐥𝐥𝐚𝐡
Fanfiction𝐌𝐨𝐧𝐳𝐨𝐧 𝐬𝐮𝐟𝐫𝐞 𝐮𝐧 𝐚𝐜𝐜𝐢𝐝𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐞 𝐜𝐮𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐝𝐞 𝐬𝐮 𝐦𝐞𝐦𝐨𝐫𝐢𝐚. 𝐋𝐨𝐦𝐛𝐚𝐫𝐝𝐨 𝐡𝐚𝐫𝐚 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐩𝐨𝐝𝐞𝐫 𝐫𝐞𝐜𝐮𝐩𝐞𝐫𝐚𝐫𝐥𝐨.