04

263 17 3
                                    

Al llegar a casa, Julián dejó las llaves en un buró y suspiró pesado. Estaba realmente preocupado y se sentía culpable por haber descuidado a Lombardo tanto tiempo. También a Monzón. Hace tiempo que no hablaban y ahora no tenía la certeza de si iba a poder volver a hacerlo.

Se sentó en el sofá y se masajeó el cuello. Se quedó con los ojos cerrados unos segundos y después sacó su celular de su bolsillo. Viajando directamente a WhatsApp, donde empezó a teclear en el chat de Lombardo.

 Viajando directamente a WhatsApp, donde empezó a teclear en el chat de Lombardo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Después de unos minutos hablando con su amigo, y de haber planeado su siguiente reunión

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Después de unos minutos hablando con su amigo, y de haber planeado su siguiente reunión. Decidió ir a tomar una ducha.

Se levantó y puso a cargar su celular, ya que le quedaba poca batería. Fue hacia el baño y se despojó de sus prendas. Se miró al espejo. Tenía unas ojeras de mapache terribles. Y seguramente con la próxima visita a su amigo, se harían peores.

Se talló la cara con las manos y entró a la ducha. Su espalda se relajó por completo cuando sintió el dulce calor del agua caliente y cerró los ojos unos segundos. No se dio cuenta cuando ya había empezado a llorar. Tantas emociones acumuladas y nadie con quien poder compartirlas.

Sus "amigos" lo odiaban. O eso era lo que él pensaba. Le echaban la culpa por haber estado ausente del grupo durante un tiempo. Nadie sabía que había sufrido una mala racha y tenía que trabajar el doble de duro para poder sobrevivir.

Nadie lo sabía porque Julián era el típico amigo que no contaba sus problemas para no preocupar a sus amigos. Prefería guardárselos y pasar por todo eso solo. Y veía más importante ayudar a los demás.

Sólo podía pensar en que tenía que cuidar de Duki. Tenía que evitar a toda costa que recayera en las drogas que tanto daño le habían estado haciendo a su amigo hace unos meses. No quería volver a verlo así de mal. Se sentía responsable de que la estabilidad de Mauro no se fuera por la borda.

Todo esto, sin descuidar sus deberes y responsabilidades cotidianas. Iba a ser difícil.

Se terminó de duchar y fue directo a cenar algo ligero. Pues ya había comido con los chicos hace un rato. Cenaba sin prisas, mientras miraba la televisión. Después fue acostarse, pues debía estar bien descansando, ya que los siguientes días que se quedara en lo de Mauro, no iba a poder dormir bien.

𝐡𝐨𝐥𝐚, 𝐌𝐚𝐮! ; 𝐃𝐮𝐤𝐢𝐥𝐥𝐚𝐡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora