𝑾𝑨𝑺𝑻𝑬 ─hyunin

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"I'm still young, wasting my youth,
I'll grow up next summer,
I'm back on those drugs I quit,
I kept my dealer's number"

(trad: al inicio del capítulo)

—Creí que habíamos hablado de metáforas, ir lento sin nada obsceno.

—A la mierda con eso.

En un estudio de Sony Music, por una de las tantas calles importantes de Seúl, Corea, tres amigos que no habían trabajado juntos en años, se volvían a encontrar luego de tanto tiempo perdidos.

Por un lado, Lee MinHo, un espíritu libre que se dejaba llevar por contratos de pocos meses, tocando el bajo para bandas en ascenso, componiendo y escribiendo para otros artistas. Tours pequeños, amigos alrededor del mundo.

Lee Felix, baterista por excelencia, nadie tocaba como él. Ruidoso, feliz, amigable y muy entretenido. A diferencia de MinHo, no se unió a ninguna banda a cambio de producir para las más grandes. La percusión era lo suyo, además de usar su voz tan grave para adornar las canciones que vendía.

Y por último, el broken compass del grupo, único e inigualable, Hwang HyunJin.

Descubierto por una disquera con tan sólo quince años, fue introducido a un mundo al que definitivamente jamás debió entrar. Su éxito fue inmediato, pues la combinación de su perfecta performance con guitarra, voz y envidiable visual, ganó la aceptación del público.

No tenía control de sus canciones, sólo obedecía órdenes y gastaba el dinero en drogas, fiestas y alcohol, con tan sólo diecisiete años. Perdió cualquier tipo de relación con su hermana menor, quien también había triunfado en la industria, no tenía a nadie.

Como cualquier persona, debió tocar fondo para descubrir la oscuridad de la cueva donde se había metido. Y por suerte, de a poco logró salir.

Dejó aquella empresa, y reunió a sus mejores amigos para dar una mejor versión de sí mismo.

Hoy, con veintidós años y un álbum en camino, estaba listo para mostrarle al mundo lo que en verdad era.

—Decirlo con metáforas haría creer que estoy avergonzado de eso. No lo estoy. De alguna forma u otra, elegí ese camino solo —se encogió de hombros. —No duele hablar explícitamente de un tema superado.

—Eso parece —rió Felix. —, todas las canciones deben ser respaldadas por Parental Advisory.

—No has cambiado mucho, HyunJin —terminó el mayor. —¿Pero sabes qué? No me importa, hagamos este álbum.

—¿Lo harán? —levantó sus cejas, sorprendido.

Los otros dos chicos se miraron entre sí, sonriendo, para luego volver la vista al alto de cabello negro, y asentir.

Se sentía bien estar de vuelta.

—Entonces hagan sus maletas, nos iremos a París.

—Espera, ¿qué? ¿París? —inquirió el australiano.

—París —afirmó. —Sony ofreció esa sucursal y el estudio está en el hotel mismo.

—Wow, yo- es increíble. ¿Qué dices, MinHo?

—¿Podemos ir ya?

•

Desplegó las dos cortinas hacia lados contrarios, encontrándose con una hermosa vista a la torre Eiffel.

El joven suspiró, mientras una suave brisa golpeaba su rostro recién lavado. Volteó, en su habitación de hotel, viendo la cantidad de paquetes que lo recibieron a su nombre.