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Nueve y media de la mañana, ambos chicos ya se encontraban en el desayunador de la enorme y costosa cocina de JeongIn.

Sí, era un profundo detallista y al momento en que pudo comprarse su propio apartamento, se aseguró de tener una cocina que llene sus expectativas.

Aún así, no podía dejar de pensar en el suceso de anoche. Chan y HyunJin no se parecían en nada, todo lo contrario; ¿Por qué pudo haberse dejado llevar así?

Estaba casi seguro que era por ese tiempo que había pasado solo, sin mucho de su novio; y el que ahora Chris quiera enmendar unas de las miles de cosas que hizo.

—Hey —HyunJin llamó su atención tomando su mano. —¿En qué tanto piensas, lindo?

—En ti —todos sus pensamientos se borraron al ver la dulce sonrisa de su novio. —¿Qué harás hoy?

Ladeó su mirada. —No lo sé, depende de para qué tengo 15 llamadas perdidas de JinYoung.

—Hyun-

—Shh, tranquilo, lo arreglaré.

—Eres afortunado. YoungJae no llega a las 15, simplemente viene y molesta con el timbre hasta ser atendido.

Rió. —Pues son familia, ¿No? Eso lo justifica.

El teléfono de Hwang se iluminó e indicó justo de lo que hablaban. Una llamada entrante de su mánager, JinYoung.

De no ser porque JeongIn le insistió e incluso amenazó con abstinencia, no hubiese atendido.

—Estoy vivo, respiro, no tienes de qué preocuparte —comenzó.

—¡HyunJin, por Dios! Pudiste responderme antes, ¿Sabes?

—Si llamabas a esta hora y no a las seis, claro que iba a responder.

—Bien, escucha. Tenemos una reunión con Sony, principalmente quieren disculparse contigo y volver a hablar con Innie para más videos.

—Así que ahora les importa —rió. —Está bien, iremos pronto.

—No, enviaré un vehículo, no pueden ser vistos así nomás.

—Algún día todos nos verán, ¿Lo sabes?

—Sí, pero no será hoy. Los espero —cortó la llamada.

Guardando nuevamente su teléfono en su bolsillo, HyunJin volvió a tomar asiento a la derecha de su novio.

Quien lo observó unos segundos, beber su café, esperando que le cuente o se queje de algo.

—No he escuchado gritos —dijo.

Negó. —Ya sabes, se disculpó. Y vendrán por nosotros, tenemos una reunión.

—¿Tenemos? —masticó una de sus tostadas.

—Claro, salvo que no quieras aparecer en más videos míos —le sonrió.

Y así provocó que por poco se atragante con lo que tenía en la boca.

Tosiendo comenzó a pegarle mientras HyunJin sólo reía y corría a traerle un vaso de agua.

—Mírate, estás rojito —acarició una de sus mejillas.

—¡Porque casi muero! —se apartó y siguió bebiendo. —Eres tonto, Hwang.

—Tu tonto. ¿Ya te sientes mejor?

JeongIn asintió, y juntos levantaron la mesa, lavaron lo utilizado y subieron a vestirse para reunión.

Por supuesto que las caricias, los abrazos, las pausas para besarse por un buen rato no faltaron. Jamás se cansaría de mencionar esos detalles muy importantes que tenían.

𝑾𝑨𝑺𝑻𝑬 ─hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora