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—Ha sido un placer —HyunJin estrechó la mano del otro joven, contento.

Se despidió una vez más de aquel equipo, y terminó en un suspiro, mientras los veía retirarse por la puerta principal.

—Buen trabajo —JinYoung palmeó su hombro. —Y ahora, nos queda mucho por hacer, andando.

—Sí —asintió, y fue tras él.

—El fandom se volvió loco —un contento JeongIn daba vueltas por su habitación.

—Ya deja de hablar de eso —bufó SeungMin. —Cualquiera podría enloquecer Twitter un día. Lo que de verdad importa, ¡Es que los encontré comiéndose!

—Increíble, ¿No? Dios —se tiró sobre su cama, sonriente. —Creo que no he estado así de contento en mucho tiempo.

—Es verdad, y asusta.

—No lo he visto aún, ¿Debería llamarlo?... Tal vez un mensaje, o, ¿No es muy apresurado?

—¿Quién eres y qué has hecho con mi amigo?

—No seas exagerado —bufó.

—Lo siento, pero es que desde que he llegado, no has dicho ni una sola palabra sobre Chan —para su suerte, el cojín que JeongIn le lanzó, pasó por su derecha. —Te hemos repetido miles de veces que no comiences nada, si es que aún no le superas.

—¡Claro que lo hice! Ni siquiera tengo tiempo de pensar en él, HyunJin está ahí, en mi mente, ocupando un gran espacio desde el tonto y cursi momento que tomó mi mano —su rostro hervía, sonrojado. —Dramático y cliché, pero, así fueron las cosas.

—Me alegra verte raro, debe ser buena señal.

—Tal vez —escondió la cabeza entre sus almohadas.

—¡Buenos días, perras! —YoungJae abrió de repente. —Hoy es día libre, así que, ¿Desayunamos?

—Ya lo hicimos, pero gracias —dijo SeungMin, atento a su laptop.

—Oh, está bien. Entonces... ¿Visitamos lugares clásicos de París?

—Ya —siguió JeongIn.

—... Ya sé, ¡Compras! —dijo, sabiendo que su primo adoraba ir.

—He ido con HyunJin, ayer.

—Que les den —bufó, molesto, caminando hasta la puerta de nuevo.

JeongIn se enderezó en la cama, viendo como su mejor amigo le decía con una simple mirada, que prácticamente le cuente todo a su primo.

Sí, eran cercanos, pero desde el lío de las fotos, no sabía cómo podría reaccionar.

—Jae...

—Me ofende pero lo tomo —volteó. —Ah, ¿Qué, qué pasa?

—¿Hay algún problema si... alguien muy parecido a mí... haya... besado a Hwang HyunJin?

—...

MinHo se las arregló para llevar consigo tres vasos de agua, para él y sus amigos.

—Uno para ti —hacia Felix. —El vacío es mío, puede ser que se haya caído y el más frío, para Hyun.

El mismo, algo sudado y vestido para la ocasión, lo tomó pronto, estaba sediento.

𝑾𝑨𝑺𝑻𝑬 ─hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora