Una familia peculiar

Hora del baño

Los gemelos corrían y jugaban por el jardín, había un par de niñeras vigilando que no se lastimaran pero en general tenían libertad de correr por todos lados incluso de ensuciarse un poco. Por eso cuando estuvieron llenos de pasto y tierra decidieron que ya era hora de tomar un baño, mas bien lo decidieron por ellos porque querían seguir correteando por el jardín.

Llegaron hasta el baño y sin preguntarle o decirle a nadie solo entraron al cuarto con la tina mas grande,  que para su suerte estaba preparada había velas aromáticas, la tina estaba llena de agua caliente además de que parecía que ellos podían echarle los perfumes y sales de baño que prefirieran y lo que mas emociono a los niños fue que había un tazón de fresas y chocolate además de una botella que ellos intuyeron era de jugo con dos vasos.

—Se lucieron, digno de un rey  —dijo Tenzin empezando a sacarse la ropa. Izumi lo siguió y con algo de esfuerzo entraron los dos a la tina, aun eran algo pequeños por lo que sentados en la tina apenas se asomaban sus cabecitas fuera del agua.

—Un gran baño. ¿Pero donde esta es shampoo?

Buscaron rápidamente a su alrededor pero al no encontrar nada se resignaron y empezaron a llenar la tina con sales de baño, no sabían muy bien para que eran solo sabían que olía bien y que tal vez eso era jabón.

—Comamos, se ve bien —Izumi se paro en la tina y extendió su manita hacia la mesa para tomar una— están ricas.

Y sintiéndose como reyes se terminaron toda la fruta, a veces sumergiéndola en chocolate o solo comiendo este con los dedos. Luego vieron la botella que pensaron era de jugo junto a lo vasos de vidrio.

—No nos podemos servir, se va a romper y mamá dijo que no podemos hacer eso solos aun.

Como si fuera el mayor dilema de su vida pensaron un segundo antes de ver una pequeña campana, sabían que era para que alguien fuer a ayudarlos. Tenzin se estiro y la hizo sonar un poco, los niños miraron la puerta expectantes hasta que un joven entro con toallas en las manos y lo vieron sorprenderse cuando se encontró con que solo la carita de los gemelos se asomaba por el borde de la tina.

—Hola — saludo Izumi sin reconocer a la persona frente a ellos. No era una de sus niñeras —Queremos jugo —dijo señalando la botella —por favor.

—Esperen un momento —dejo las toallas sobre la mesa y quito algunas cosas de ahí, los trastes vacíos, la botella, los vasos y un par de frascos que los niños no se molestaron en detallar — esto no es jugo pero vuelvo en un momento — hablo apresuradamente antes de salir corriendo, ya sabia donde estaban los gemelos.

Los niños esperaron unos minutos cuando empezaron a sentirse cansados, ya era hora de su siesta de la tarde así que sin importarles que no les dieron jugo salieron igualmente con dificultad esperando no caer al suelo; tomaron las toallas y se envolvieron torpemente ellos mismos.

—Que gran baño — dijeron satisfechos pero antes de que pudiera abrir la puerta llego Zuko que puso una expresión de alivio.

Zuko los abrazo aunque también estaba entre avergonzado y confundido.

—¿Qué hacen aquí?

—Dijeron que debíamos bañaros —contesto con simpleza Izumi

—¿Por que no en el baño de su habitación?

—Este es mejor y ya estaba listo — contesto Tenzin como si fuera la obviedad mas grande del mundo. Zuko casi les dice que era para él pero aunque no entendieran no lo vio apropiado

—Esta bien, pero si quieren estar aquí deben avisar para que les preparen el baño específicamente a ustedes, Su "mamá " se preocupo al no encontralos.

—Perdón — dijeron al unísono los gemelos.

—Esta bien, ahora vamos a vestirlos —Zuko les puso unas batitas de baño que simulaban un disfraz de dragón, los cargo y los llevo hasta su habitación.

—¿También podemos comer mientras tómanos una ducha?

—Supongo que la próxima vez, y solo si se conforman con su propia tina.

Los gemelos asintieron emocionados y Zuko pensó que debería ponerle un candado o algo a la tina grande.