Una familia peculiar

El regalo

El señor del fuego y el avatar habían hecho pública su relación hacia relativamente poco tiempo, por eso les habían llegado reacciones de todo tipo desde sus amigos y familiares que estaban felices por la pareja hasta la reacción de algunos nobles que no estaban del todo de acuerdo pero que parecía que no podían hablar abiertamente de su desagrado ante la pareja.

Una de las cuestiones que dejó más inquieto al avatar, era la queja o la duda de como tendrían herederos. Se necesitaba a un maestro fuego que se encargara del trono luego de Zuko porque no había ningún otro miembro de la familia real que pudiera hacerlo y Aang al ser el último maestro aire también necesitaba un heredero con quien pudiera continuar con su cultura. Aunque a Zuko parecía no importarle mucho esa cuestión, en ese momento solo le importaba disfrutar a Aang sin pensar en nada más, era como si supiera que podrían arreglarlo de alguna manera.

Hasta que durante una noche, cuando Aang ya estaba durmiendo tuvo un sueño de lo más extraño, estaba en un lugar extraño parecía el mundo de los espiritus pero no podía estar del todo seguro así que avanzo un poco hasta que una luz blanca lo cegó momentáneamente y cuando pudo volver a enfocar la mirada se dio cuenta que había alguien frente a él, Yue, el espíritu de la luna estaba justo delante suyo.

—Avatar Aang, debo decir que admiro tu valentía y tu fortaleza aunque también eh llegado a envidiarte por eso mismo, así que eh pedido por ti frente a otros espíritus,  por eso accedieron a darte dos regalos con los que terminara tu aflicción.

El avatar miro al espíritu confundido, aunque intuyo a que se refiera no quiso sacar ninguna conclusión apresurada.

—¿A que te refieres? —murmuró Aang confundido, ella sonrió disimuladamente al escuchar su duda.

—Tendrán herederos —cuando el espíritu termino de hablar el avatar se despertó de golpe, quedando aun con muchas interrogantes pero al mirar a su alrededor  se dio cuenta que aún era de noche y Zuko dormía profundamente a su lado, así que Aang no le dio mucha importancia a ese sueño tan extraño para volver a dormir.

Pasaron los días y la semanas pero no le contó a nadie sobre su sueño, creía que había sido producto de su desesperada mente en busca de una solución al problema que no dejaba de rondarle la cabeza por eso tampoco le dio mucha importancia a el dolor de estomago y las nauseas que empezaba atener, igual que no menciono su creciente cansancio, sin embargo llego un día en el que no pudo ignorarlo mas porque en medio de el palacio un día de invierno cuando estaba rodeado de gente empezó a tener nauseas pero empezó a sentirse terriblemente mareado también al unto que podía mantenerse de pie a duras penas. Esto alarmo mucho a Zuko quien mando a llamar a los mejores sanadores de todo el mundo para que confirmaran el estado de salud del avatar.

La angustia no hacia mas que crecer en el joven señor del fuego hasta que unas sanadoras de la tribu agua del norte le dijeron muy confundidas que los síntomas de avatar coincidían exactamente con los de un embarazo y Aang tuvo que confirmarselo a Zuko porque el casi se había indignado por lo que le dijeron y porque nadie parecía tener idea de lo que tenia su esposo. Aang le contó el sueño que había tenido cosa que hizo muy feliz a Zuko, saber que tendría un hijo o hija y que se lo daría la persona que mas amaba lo había hecho infinitamente feliz.

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Los meses pasaron rápido para Aang, todo se fue entre elegir nombre, arreglar su cuarto y buscar la ropa apropiada para el futuro príncipe o princesa de la nación del fuego. Zuko parecía de lo mas feliz por la noticia incluso se había puesto sobre protector con Aang pensando que cualquiera trataría de lastimarlo o que podría tener alguna complicación estando solo. 

Haciendo que Aang se sintiera un poco encerrado pero no dijo nada porque con el pasar de los meses se sentía cada vez mas cansado y la idea de no salir del palacio y poder levantarse tarde ya no le parecía tan mal.

Su rutina siguió normalmente hasta que una mañana un fuerte dolor en la espalda baja lo despertó, en ese momento supo que el bebé estaba en camino.

Rápidamente lo llevaron a la habitación que ya tenían preparada para cuando el momento llegara, ya todo estaba preparado y Zuko esperaba fuera de la habitación al lado de su tío y de su madre, al poco tiempo se escucharon algunos quejidos incluso gritos de dolor cosa que solo ponía mas inquieto al señor del fuego. Hasta que de repente todo quedo en silencio y casi de inmediato se escucho el llanto de un bebé y en ese momento Zuko decidio que ya no podia esperar mas y entro a la habitacion.

Todos sus miedos se disiparon al ver al avatar acostado en la cama, parecia cansado y trataba de calmar su respiracion, mientras un par de mujeres envolvian al bebe en unas sabanas para darselo a Aang.

-Es una niña - Dijo Aang cuando ya la tenia en los brazos.

-Es preciosa- contesto Zuko acariciando la pequeña mata de cabellos negros que tenia la niña, de repente Aang sintió otra contracción que casi lo dejo sin aire.

- Es mejor que el padre la sostenga, ya viene el otro - y dicho eso Aang le entrego la bebe a Zuko quien no salio de la habitación esta vez sino que tomaba la mano de su amado mientras que con el otro brazo se aseguraba de que la pequeña estuviera bien.

Todo termino cuando se escucho el llanto de otro bebe y por fin Aang sentia que podia descansar, tambien limpiaron y envolvieron al otro bebe diciendoles que era un niño, Aang lo cargo y no podia estar mas encantado con lo que veia.

-Mira que pequeño es - le dijo a Zuko sin apartar la vista de su bebe.

-¿Ya tienes los nombres? - pregunto Zuko sentandose junto a Aang, el vio a sus bebes por un segundo y asintio con una sonrisa.

- Ella se llama Izumi y el se llama Tenzin - hablo viendo a sus niños dormir.

- Es perfecto - termino Zuko besando la frente de su esposo - gracias por darme esta familia.

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Dedicado a : Paulina04Uzumaki