Una familia peculiar

Pasteles de Luna

Izumi Y Tenzin ya tenían cinco años, hace poco había sido su cumpleaños y cada vez eran más traviesos, ya no solo cortaban las fresas que su mamá cultivaba y se metían a escondidas a la oficina de su papá. Ahora también se dormían tarde jugando con muñecas, trataban de meter a los pato-tortuga a su habitación para jugar y como ese dia harían, robar las deliciosas mini tartas que estaban haciendo para el festival de primavera.

Los gemelos trataron de llegar lo más silenciosamente a la cocina aunque eso no fue realmente difícil porque en la cocina había mucha gente entrando y saliendo, además de un montón de cocineros horneando y empaquetado los deliciosos postres en cajas muy bonitas.

Esperando que nadie los viera, los niños se metieron debajo de una de las mesas y solo veían a las personas que trabajaban ahí correr por todos lados aunque ellos se aburrían rápido tuvieron la determinación de esperar el momento correcto para tomar una de las cajas, por eso decidieron llevar algunos de sus juguetes para no aburrirse mientras esperan. Hasta que llego el momento que pensaron apropiado, había muchísima menos gente en la cocina y los panaderos esperaban parados frente a los hornos que una nueva tanda de tartas saliera y al notar eso Izumi le hizo una seña a su hermano quien tomó una de la cajas más cercanas al borde de la mesa y salió corriendo tomando la mano de su hermana.

Para su mala suerte cuando salían corriendo una mujer que trabajaba en la cocina los vio salir y ella empezó a gritar que los príncipes se llevaban los pasteles, casi asustados los gemelos corrieron tan rápido como pudieron hasta llegar al jardin donde aprovecharon los extraños diseños de puentes y cosas en el, para esconderse debajo.

Muy emocionados pensado que se habían salido con la suya, los niños comían uno tras otro los postres hasta que de la nada vieron que apareció su mamá con una cara muy seria para ser bueno acercandose a ellos desde otro extremo del jardín . Los niños ahora estaban definitivamente asustados y no supieron hacia dónde exactamente debían huir, Tenzin escondió la caja tras su espalda e Izumi se cubrió la cara con las manos.

-¡¡Nada!! -gritaron rápidamente los niños cuando Aang estuvo frente a ellos.

-¿nada que?.

-Nada -repitieron.

-Entonces, ¿no hicieron nada? -pregunto como si no supiera que habían hecho.

-No, nada de nada -contesto Tenzin viendo que Izumi aún tenía la boca llena y solo pudo negar aún tapándose la boca.

-Ya veo, ustedes no entraron a la cocina, ¿verdad? -pregunto sentándose frente a ellos, y los niños solo volvieron a negar; Aang solo suspiro cansado-se que se llevaron los postres niños, Izumi sigues masticando y Tenzin, tienes la cara llena de mermelada - continuo limpiándose la cara a su hijo con una servilleta.

-Perdón -murmuraron apenados sin querer mirar a su mamá.

-Saben que esos pasteles eran para el festival y aún no podían comer ninguno.

-No volvera a pasar -dijo Apenada Izumi limpiándose la cara con la manga de su ropa.

-Perdón -continuo Tenzin.

-Pero no me deben pedir disculpas a mi -Aang llevo a los pequeños a la cocina otra vez donde se disculparon con los panaderos y les regresaron las tartas que aún había en la caja.

Sin embargo, los panaderos se habían sentido honrados (aunque no tanto) de que a los príncipes les gustara su comida y les ofrecieron algunos tipos de pasteles diferentes, además de que Aang les hizo prometer que no entrarían a la cocina sin permiso, aunque Izumi y Tenzin tal vez no cumplirían del todo esa promesa.

Dedicado a : NataliContri