-Hay que joderse con las niñas de papá.
-Tú también eres como ellas.- Al decir eso toda la buena vibra que había en el ascensor desapareció, ese comentario afectó a Audrey más de lo que pensaba, hasta tal punto que empezó a andar hacia a mi y acorralarme contra la pared del dichoso ascensor. Estábamos muy cerca y ella levantó la cabeza para mirarme a los ojos.
Sus ojos azules transmiten rabia.
-Mira bonito, no sé qué piensas sobre mi pero que esto te quede claro, yo no soy una niña mimada de papá, así que de ni se te ocurra ponerme a su nivel porque a diferencia de ellas yo no necesito un novio más rico que yo para que me compre todos los caprichos que quiera.-
Me separe de la pared y empecé a andar haciéndola retroceder hasta que estuvo pegada a la pared de enfrente, estamos a escasos centímetros , deslice mi mano por su cabello y se lo puse detrás de la oreja.
-No, tú eres una niñata a la que le basta con que la follen.- Le susurre al oído.
De pronto me abofeteó, las puertas del ascensor se abrieron y salió corriendo de él.
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Más allá de lo racional
RomanceAudrey Hamilton es libre, rebelde e independiente. Nunca le han gustado los juegos de sus padres por eso ellos hartos de su comportamiento deciden mandarla a vivir a Nueva York, concretamente, a casa del hijo de unos amigos suyos, Logan Ross, un chi...