~ CAPÍTULO 14 ~

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Logan

Tenía miedo, si, tenía miedo de que pillasen a Audrey saliendo de casa del chico con el que se lío el viernes pero lo que más miedo me daba, era que se volviese a acostar con él. Yo sé que no soy nadie para impedírselo pero no puedo evitar sentir celos por ese chico que ha podido tocarla y sentirla como lo había hecho yo.

Era por la mañana, me levanté el primero y me arreglé para ir a trabajar. No sé si Audrey había dormido en casa y eso me inquietaba.

Comencé a oír ruido en el pasillo, voces, concretamente y apareció Sebastián acompañado de Audrey, me relaje al verla vestida y lista para ir a la oficina, porque significaba que no había pasado la noche con el chico.

-Por si te lo preguntas, tú precioso coche está bien.- Dijo en modo de saludo dejando las llaves delante de mí.

-Me alegra oír eso.- Sonreí- Por cierto hoy comemos juntos, recuerda que los periodistas tienen que ver juntos y que esta noche vamos a casa de mi madre.

-Lo sé, no te preocupes que no se me ha olvidado.

-¿Volviste muy tarde anoche?- Le pregunté.

-Ya empezamos, ¿No dijimos que cada uno seguía su vida dentro de casa? .- Se puso a la defensiva.

-Relájate, pequeña Gremlin. Solo quiero saber si te vio alguien.

-O si me acosté con él.

-¿Te vio alguien o no?- Insistí.

-No y tampoco me acosté con él.

-Genial.- Concluí.

Seis años antes

Audrey

Cuando termine de arreglarme para la estúpida fiesta de año nuevo salí de mi dormitorio, baje las escaleras y llegue al salón principal donde se celebraría la cena.

Mi madre al verme se acerco a mi y me susurro al oído.

-Sonríe y causa una buena impresión.- Yo puse mala cara.- Y como la líes estas castigada el resto de tu vida, ¿Te queda claro?, cariño .-Añadió aquella arpía a la que llamaba madre.

-Si, mi general.-Le conteste. Ella se alejó cabreada y yo solté una risa floja. Sabía que a mi madre no le gustaba que la llamase así pero a mi me encanta llevarla al límite al igual que ella hace conmigo.

Caminé por la sala y cogí una copa de champán que repartían los camareros y me alejé de todo el mundo. Estaba a punto de subir a mi habitación y quitarme el vestido que me ha obligado mi madre a ponerme porque me estaba asfixiando cuando me choque con alguien y le tire la copa encima.

-¡Dios! Lo siento.-Exclamé llevándome una mano a la boca.

-No te preocupes.- Dijo él.

Levante la mirada del traje que había mojado torpemente y me encontré con los ojos grises más bonitos que había visto nunca.

Me quedé sin palabras.

-Soy Logan.- Se presentó el chico.

Yo seguía alucinada por semejante belleza pero conseguí articular palabra.

-Audrey.-

Nos quedamos mirándonos en silencio hasta que se me iluminó la bombilla.

-Será mejor que te seques.- Comente.

-Tienes razón, ¿Dónde están los servicios?- Preguntó.

-Sígueme.- Concluí.

Los dos empezamos a subir las escaleras que conducían al piso de arriba y llegamos al baño.

Más allá de lo racionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora