Audrey
Me desperté con el sonido de la alarma, eran las siete de la mañana, la luz entraba por la ventana.
Me levanté de ¿LA CAMA? Que raro anoche lo último que recuerdo era estar leyendo en el salón.
No le di más vueltas. Me metí en el baño y me duché.
Salí envuelta en una toalla y elegí mi outfit para hoy.
Me decanté por un pantalón vaquero, una blusa y una americana, el pelo lo dejé suelto y de calzado me puse unos tacones bastante cómodos..
Salí de mi habitación y me dirigí a la cocina.
Entre y vi a Sebastián preparando café.
-Buenos días.- Salude.
-Buenos días, Audrey, ¿Quieres café?- Preguntó Sebastián.
-Si, por favor.- Conteste.
Él me sirvió una taza humeante mientras yo miraba si había algo de comer.
No encontré nada y lo poco que tenía no me gustaba.
-¿Este hombre no tiene comida?- Pregunté desesperada.
-Nunca suele desayunar. Solo se toma una taza de café.- contestó Sebastián.
-Pues que bien.- Ironice sentándome en frente de la taza de café que me había preparado Sebastián.
-Antes de ir a la oficina, Logan para en una cafetería donde venden dulces o fruta cortada. Puedes pasarte con él.- Sugirió al ver mi cara de disgusto.
-Mejor eso que nada.- concluí.
Se oyó cómo se abría una puerta y después apareció Logan con una sonrisa en la cara. A debido de dormir bien esta noche, no me extrañaría viendo cómo estaba ayer con su amiga.
-Buenos días.- Nos saludó y se sirvió una taza de café.- ¿Qué tal has dormido, Audrey?-Añadió.
Qué más le dará a este. No lo sé porque antes de poder contestar volvió a hablar.
-¿Estabas agusto en el sofá?-
No me jodas. Intente no atragantarme con el café antes de contestarle.
-¿Cómo sabes que estaba dormida en el sofá?-Pregunté no muy animada.
-Porque cuando llegue a casa te vi dormida en el sofá ¿Cómo crees que llegaste a la cama?
-¡Fuiste tú!- Exclamé.
-No, fue el espíritu de mi abuela, pues claro que fui yo, ¿Quién si no?
-Pues yo que sé, pensaba que me había despertado a mitad de la noche y me fui yo solita.
-Pues siento decepcionarte, pequeña Gremlin.-Concluyó antes de darle un sorbo a su café.
Casi me caigo de la silla, ¿Cómo qué pequeña Gremlin?¿Qué se ha creído este?
Fui a rechistar pero Sebastián me interrumpió.
-Señor Ross, se le va ha hacer tarde.
-Tienes razón, Sebastián.-Contestó antes de volverme a mí.-¿Lista para tu primer día de trabajo, pequeña Gremlin?- Preguntó terminando su café.
Ufff, será idiota.
Pero no voy a caer en su juego.
-Si, principito.- Conteste antes de levantarme e ir a mi habitación para coger mi bolso.
Oí cómo se reía a lo lejos.
Logan
Ya sabía cómo molestar a Audrey, no estaba seguro pero el "pequeña Gremlin" le sacaba de quicio, perfecto.
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Más allá de lo racional
RomanceAudrey Hamilton es libre, rebelde e independiente. Nunca le han gustado los juegos de sus padres por eso ellos hartos de su comportamiento deciden mandarla a vivir a Nueva York, concretamente, a casa del hijo de unos amigos suyos, Logan Ross, un chi...