𝐈𝐋𝐈𝐂𝐈𝐓𝐎 |𝐊𝐓𝐇| [𝐁𝐎𝐎𝐊 𝟏]

Capítulo IX

Importante leer la nota al final 🧐

─ ¡Ya, dime que nota es! ─solté una carcajada de los nervios, Taehyung me vio con una ceja enarcada, aparentando analizar la situación, siempre lo hacía por molestar.

Ya me sabía sus mañas para molestarme

─Pero que desesperada estás ─murmuró desdoblo mi examen con tanta prosa que me mordí el labio inferior mientras daba unos saltitos de impaciencia ─vaya Jude, no sabía que eras una cerebrito

─ ¿Qué...? ─ me miró queriendo reír─ Ugh, déjame ver ─me extendió el examen y abrí tanto mis ojos que pensé que se saldrían. Que sorpresa.

─Felicidades Jude, se puede decir que con esa nota pasas el año, parece que si eres inteligente después de todo ─le miré tan agradecida al principio, pero luego solté un bufido cuando terminó de hablar. Así que lo ignoré mirando bien la hoja.

─Si me voy a graduar ─susurré en un hilo de voz. Había pasado unas semanas, estábamos ya a unas pocas de acabar el año lectivo y yo andaba de los nervios por química, tenía que sacar un 9 o 10 en el examen y pude hacerlo─ ¡saqué nueve! ─besé la hoja para luego abrazarlo, sí, es ridículo, pero me sentía muy feliz.

Luego de que Taehyung soportó unos cuantos chillidos de mi parte la puerta fue abierta abruptamente, Oriana entró algo abrumada a la oficina de Taehyung, okey, saliendo del colegio había venido directo a su empresa, tuve que escabullirme y llamarlo para que me dejen entrar. Los demás me seguían viendo extraño, pero ya me había acostumbrado, casi pasaba todas mis tardes con él aquí.

Era mejor que estar en casa

─S-señor Kim, lo lamento...

─Espero que tengas una buena excusa para entrar así a mi oficina. ─reprendió, yo ignorando la escena me senté en el sillón de cuero muy cómodo que me acostumbré a usar cuando venía.

Oriana fue directo a Taehyung, parecía que era un tema serio e íntimo, así que solo me dediqué a admirar mi excelente nota. Era consciente de que en unas horas debía ir a casa, pero yo no quería hacerlo, mi relación con papá no estaba muy bien que digamos, ya que, cuando regresó de New York, quería hablar conmigo, me negué al cien por ciento, diciendo que tenía que estudiar para algún examen y comencé a huir de ese tema cada que podía.

No podía hablar todavía de mi hermana.

Ese sábado había ido solo mi madre y él, yo me quedé encerrada reviviendo todos esos malos recuerdos. Sacudí mi cabeza centrándome mejor en Tae.

─Dile que estoy ocupado y que se vaya ─escupió con enojo.

─Pero...

─ ¿No me oíste?