𝐈𝐋𝐈𝐂𝐈𝐓𝐎 |𝐊𝐓𝐇| [𝐁𝐎𝐎𝐊 𝟏]

Capítulo XXIII

26 de junio

Miércoles

9:00 am

Los colores habían perdido sentido, mi vida, mis estudios, mis planes, absolutamente todo, ya no tenía sentido para mí. Alicia, la que se ha esmerado es quedar como la madre ejemplo del pueblo, cepillaba mi cabello con una delicadeza exagerada.

─Se te está cayendo mucho el cabello ─murmuró─ hay que dejar de estresarse Jude

No respondí, no quería hablar con nadie, no he hablado con nadie desde que llegué a esta estúpida casa, Alicia soltó un suspiro y soltó el cepillo de golpe en mi velador, no me sobresalte, no me pareció un arrebato, hacía lo mismo desde que decidí volverme una muda.

Estoy siendo la estúpida que ellos desearon.

─Estoy tratando de recompensar todos los años que te descuide ¡y tu solo prefieres quedarte callada! ─bajé la mirada viendo mis manos, pálidas, huesudas, a él le gustaban mis manos, mis ojos se llenaron de lágrimas recordando sus caricias y sus lindas palabras de amor.

Él dijo que estaría en primera fila en el día de mi graduación, ¿lo hará? ¿Cumplirá esa promesa? Lo dudo, él fallo a todas las demás.

─Vístete, no hay que llegar tarde a tu graduación ─dijo seriamente saliendo de la habitación. Me levanté soltando un suspiro tembloroso, me despojé de mi pijama viéndome al espejo por completo, había bajado de peso, Zara me lo decía siempre, mis costillas se veían cuando estiraba mi cuerpo, mi cadera que no era tan ancha de por sí, había perdido carne por la escasez de comida que mi cuerpo ingería.

Un sollozo se escapó de mis labios derrumbándome en el suelo, odiaba lo que veía en el espejo, esa no era yo, yo no era nada, ni era nadie. Estoy aquí abrazada a mi cuerpo, aferrándome a la idea de que mi novio regrese, pensándolo día y noche, viviendo en mi cabeza como una escena viva. Sentía que me hacía pedazos, al darme cuenta que no puedo ser la misma si no está. Si Kim Taehyung no está a mi lado.

Porque yo me hallé estando con Taehyung, sabía que quería, que haría con mi vida, sus besos, sus abrazos, sus mimos me dieron la ilusión que atravesaría cualquier barrera por lo que sentíamos. Lamentablemente me aferré a él, a nuestros sentimientos, yo necesitaba a alguien que me ame, que me adore como él lo hizo. Hice mal en depender de alguien, pero fui una persona débil e inestable que sin querer encontró ese afecto en un hombre de veintiocho años.

Me puse de pie terminando de ponerme mi uniforme para la graduación, con un poco de maquillaje que Alicia me obligaba a ponerme por lo pálida y demacrada que estaba, me cubrí mejor las ojeras, eliminando todo rastro de llanto. La puerta se abrió de golpe dando paso a Zara, ya no me encogí, ya no temblé, ya me dio igual.

─Empiezo a creer que mi madre está perdiendo la paciencia contigo ─dijo arrastrando las palabras, sus dedos agarraron mi barbilla forzando a que la mire, sus ojos rojos e irritados de tanta droga ─ no sé porque te siguen conservando ─rodó los ojos mientras bufaba─ enserio das lastima, tu aspecto es tan repugnante ─me soltó para sentarse en mi cama, mi cuerpo sin poder responder se quedó ahí parado absorbiendo las palabras de Zara.