𝐈𝐋𝐈𝐂𝐈𝐓𝐎 |𝐊𝐓𝐇| [𝐁𝐎𝐎𝐊 𝟏]

Capítulo XVII

Te desanudaré:

besaré tus miedos,

abrazare tus dudas,

acariciaré tus cicatrices.

─Danns Vega

****

Su linda piel, lisa y suave estaba expuesta solo para mí, Jude se encontraba desnuda frente a mis ojos y era como ver a una musa, sus mejillas estaban rojas, sabía muy bien que deseaba taparse, sus inseguridades saliendo a flor de piel. Di unos besos cortos en su cuello.

─Eres tan hermosa, nunca lo dudes ─susurré encima de su piel, mi lengua trazaba y la saboreaba en un camino directo a sus senos, soltó un jadeo tensando sus manos en mis hombros, tenía puesto todavía la toalla así que sin preámbulos lo saqué de un sopetón. Subí apoderándome de sus labios en un beso hambriento y salvaje.

Una de mis manos subió a su cabello y la otra a uno de sus senos apretujando con fuerza, sus piernas que estaban abiertas se tensaron apretando a mi cadera.

─Tae ─jadeo cuando me separé en busca de aire, sus ojos miel se encontraban dilatados por la tensión del momento, mi pene rozaba su vagina prendiéndome mucho más, cerré los ojos.

─ ¿Estás segura? ─no quería forzar nada, sé que esto será muy especial y vivirá en su memoria siempre y tengo miedo que la lastime.

Tragó saliva asintiendo, sus manos ya no temblorosas subieron a mis mejillas y sonrió, joder, su sonrisa me desarmaba y los muros que construí se derribaron por completo con su personalidad, con sus chistes tontos que por más tontos que sean me reía internamente, sonreí en medio del beso que le di, Jude soltó una risilla.

─Te quiero ─soltó en un murmullo, sus manos bajando por mi barbilla restregando su palma en el cimiento de mi barba.

─Yo también te quiero, hermosa ─mis labios recorrieron su palma, me gustaba sus manos, su piel suave y sus dedos pequeños a comparación de los míos, con sus uñas cortas y limpias, sin necesidad de usar esas uñas postizas que les gusta tanto a las chicas de su edad.

Sin más que decir nuestra tarde se basó en besos y caricias, mis manos recorrieron cada parte de su lindo cuerpo, mis labios besaron y dejaron unas pequeñas marcas en su clavícula y cuello, sus jadeos y gemidos con mi nombre se quedaron en los sonidos favoritos para mí.

Dejé que Jude tomara el control, era primeriza en esto, cabalgaba en mi pene con suavidad, sus manos en mis pectorales gimiendo en voz baja.

─Joder ─jadeó pegando su frente en mi cuello, mordí mi labio echando mi cabeza hacia atrás sintiendo esa necesidad de explotar.

─Vamos Bella Piccolina ─decidió alzar la cabeza y plantar su mirada en la mía, mis dedos enterrados en su piel de la cadera ayudaban a subir ya bajar en movimientos más rápidos. Mi pene se expandía en su canal y sus paredes vaginales apresaban mi miembro anunciando que estaba a punto de estallar.