Cuenta Regresiva XX

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El jadeo de Jude hizo un estrago en mi interior, sus ojos cerrados, sus dedos apretando mis antebrazos, mi cadera empujaba con fuerza en su interior mientras que mis labios hacían un recorrido desde sus labios hasta sus pechos, mi lengua jugó en su aureola sonrosada.

─Tae ─gimió más alto, alcé la mirada para ver sus lindos ojos dilatados por el placer, su boca entreabierta jadeando, continúe embistiendo sintiendo la corriente acumularse para poder explotar, Jude se removió inquieta rogando por más, mi boca dejó sus suaves y pequeños senos, pegué mi frente a la suya.

─Te amo ─susurré, mi mano bajó a su muslo subiéndolo para tener mejor acceso a su vagina.

─Yo...yo más ─levanté mi cuerpo separándome un poco, la vi completita, su linda y tersa piel brillaba por el sudor, menee mi cadera en círculos─ Oh, mierda ─solté una risa bajita─ se siente bien ─susurra moviéndose a la par conmigo.

─Eso, muévete cariño ─jadee, Jude sonrió de lado haciéndome caso─ joder ─arremetí con rapidez, quería acabar o no soportaría más. Mis dedos quedarían marcados en su cadera por la fuerza que mis dedos sostenían su cuerpo, Jude echó su cabeza hacia atrás soltando un gemido alto, mi cuerpo se tensó cuando exploté en su interior.

Mis movimientos se volvieron más torpes por el orgasmo reciente, balanceé un poco más mi cadera hasta que caí derrotado, besé su rostro por completo dejándome caer a su lado, Jude se acurrucó a mi cuerpo y yo opté por taparnos con el edredón.

─Tendré ojeras por tu culpa ─murmuró somnolienta, apenas habíamos llegado a casa nos dejamos llevar por la pasión. El reloj marcaba las dos de la mañana, y yo también tenía sueño.

─Igual lo disfrutaste ─contra ataque, Jude dio un ligero manotazo en mi pecho.

─Buenas noches ─susurró con un bostezo, besé su cabeza cerrando mis ojos.

─Descansa mi niña.

[...]

Cuando desperté Jude estaba dándose un baño, estiré mi cuerpo saliendo de la cama, me puse un pantalón de chándal que encontré por ahí y caminé a la cocina, saqué unos huevos y unas naranjas para hacer un jugo.

Cuando prendí la llama para freír los huevos el timbre sonó de manera desesperada, solté un gruñido por el sonido. Fui algo amargado a abrir la puerta, y la persona que estaba ahí, no era una presencia grata.

De hecho, me estaba preguntando de dónde salió

─ ¿Tú? ─pregunté con desagrado.

─No pareces feliz de verme...cuñado ─fruncí mi ceño.

─ ¿Se puede saber qué haces aquí? ¿Y cómo rayos sabes dónde vivo?

─Cálmate cuñado, es una visita rápida, ya sabes, para saber si mi hermanita está en buenas manos ─estiró su mano hacia mi pecho desnudo, me aparté antes de que tenga contacto con mi piel, Zara sonrió de manera perversa─ difícil, he ─río─ me pregunto como hizo Jude para estar en tu cama.

𝐈𝐋𝐈𝐂𝐈𝐓𝐎 |𝐊𝐓𝐇| [𝐁𝐎𝐎𝐊 𝟏]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora