Capítulo IV

504 65 24
                                    

¿Madara Uchiha, con el corazón roto? Jajajaja, que buen chiste. Él había jurado que no se dejaría seducir por su esbelto cuerpo ni por sus atentos modales y menos por los te amo que salían de la boca del dios.

Habían pasado unos dos meses y la construcción del templo iba viento en popa. El dios siempre le llevaba rosas, le decía poemas y esos molestos te amo. Pero... se sentía reconfortante. Otra cosa que le molestaba era que su hermano se estaba colando por ese albino.

Madara podía ser algo ingenuo con sus propios sentimientos, pero era muy vivaz para los de los demás. No quería que su hermanito se enamorara de ese dios. Si es hermano de Hashirama, entonces es Tobirama, el señor del inframundo y los muertos... No era conveniente que Izuna se acercara a él, de modo que lo envió un tiempo lejos de Konohagakure.

—¿E Izuna? —preguntó con interés el dios del inframundo.

—En una misión —respondió el soberano mortal vagamente.

—¡Madara! —oh, no, su molesto y divino pretendiente llegó, destruyendo su momento de paz y tranquilidad.

—¡Ah! Eres tú.

—Mira lo que conseguí.

—¿No me habrás conseguido una faja de oro para chicas? —dijo con sarcasmo. El dios se quedó desconcertado.

—Si quieres te conseguiré una.

—¿Qué? No... —pero muy tarde, el dios ya lo estaba planeando dentro de su cabeza mientras su hermano negaba con la cabeza, ¿cómo su hermano, el señor de los dioses, dejaba que un chiquillo mortal lo mangoneara?

—También te traje esto —sacó un ramo de rosas doradas, las tocó y eran tan verdaderas como las rojas—, las sembrarás y se multiplicarán con mucha rapidez por toda tu nación. Serán la gloria de tu nación.

—Son muy bonitas —dijo, sorprendido y el mayor se sonrojó, por primera vez alababa su regalo—. Me gustan.

—Me alegra. ¿Quieres salir conmigo? —ante su mirada sangrienta aclaró—: ¡Una salida como amigos!

—Lo pensaré.

Al anochecer, accedió a salir con él y Hashirama, con todo su poder, lo llevó lejos de su reino. De repente, Madara sintió sus sandalias llenarse de la suave agua salada. Miró sorprendido a su acompañante, que lo sujetaba por su fina cintura. Él volteó, con sus caras muy cercanas; los labios del Uchiha eran carnosos y muy besables. Hashirama los acarició con los dedos, se preguntó si alguien había tenido ya el honor de probarlos.

—¿Qué es este lugar? —susurró, de repente se sentía cercano y en un momento de intimidad con su enamorado.

—Es la isla donde nací.

—Ah... Si, he escuchado tu historia. Pero... —sin querer delineó los pectorales del otro hombre— quiero escucharla de tus labios.

—Creí que ya me conocías —se rió.

—Hum —hizo un puchero.

—Está bien, pero voy a alejarnos un poco de la orilla, el agua no es muy lo mío.

—Lo mío es el derramamiento de sangre —dijo orgulloso, con las manos de Hashirama en su cadera.

—Digno hijo de tu padre.

—Tengo que hacerlo sentir orgulloso, digo, ¿has visto a un héroe más glorioso que yo? —dijo con altanería.

—Jajaja, no. También me gustaría que fueras mi campeón.

-Sería un honor para mí —se inclinó ante él. Luego se sentó a su lado, el moreno lo jaló a su regazo y su cuerpo no opuso resistencia, estaba cansado por participar activamente en la construcción, además de que tuvo que recorrer el pueblo para escuchar a la gente y ofrecerle solución a sus problemas.

—Pues mi padre era un titán, de hecho, era primo de mi esposa —Madara sintió como su corazón se estrujaba y sentía un ácido venenoso en la boca al escuchar de esa mujer—. Irónicamente, yo soy el menor. Primero se comió a Itama, a Kawarama y finalmente a Tobirama. Era un tirano total.

—Y empezaron una revolución, te hiciste un héroe y todos te alabaron y te coronaron su rey —dijo con un tono soñador que le gustó mucho al inmortal.

—Pues no exactamente. Hubo mucha guerra, ya sabes, titanes contra dioses...

—No sé, yo no había nacido. Ni mi madre ni mi abuelo... —eso lo hacía sentir un pedófilo, cosa que no era porque él esperó a que Madara fuese mayor para cortejarlo, pero era cierto, Hashirama era unos cientos de años mayor que él.

—Para poner una tregua me tuve que casar con esa zorra. Pero, si yo pudiera casarme con quien yo quisiera, te elegiría a ti, mil veces te elegiría a ti.

—Deja de decir estupideces. Ya te dije que no te amo y no lo haré.

—¿Y por eso te acuestas en mí?

—Tengo sueño —ignoró lo dicho por el dios.

—También quiero darte esta flor —le dio una flor sencilla, pero roja—, con esta flor te juro que todo mi amor es para ti y que jamás desistiré de mi amor, lo juro por el río Estigio.

—¡No, idiota! —se levantó—. Ya te dije que no está bien, tú estás casado y yo lo respeto. Además, ¿qué me asegura que después de un revolcón me dejarás?

—Veo que tienes un extraño concepto de mí, pero yo nunca he tenido semidioses.

—Y por supuesto, yo no puedo tener hijos.

Hashirama sonrió con malicia, ya era tiempo de cobrarle ese favor a Mei, la diosa del amor y la fertilidad. Cuando a Madara le entró sueño, lo cargó caballerosamente y volaron en dirección a Konohagakure. Ahí lo dejó en su habitación real, lo arropó y besó su frente. Acarició el vientre de su amado y volvió a sonreír. Sí, algún día, Madara llevaría a los hijos del dios en su seno.

Madara dormía tranquilamente, en una rara ensoñación con el rey de los dioses. Una figura femenina se materializó. Era una mujer joven, de pelo rojo como la sangre y ojos verdes. Un busto firme y cuerpo esbelto era lo que la caracterizaba. Mei, diosa del amor y la fertilidad se inclinó sobre él.

—Un semidiós muy hermoso... Me hubieras gustado, de no ser porque tú y Hashirama están enamorados. Pero eso tú no lo sabes.

Posó su mano en el vientre del Uchiha, sentía parte de su poder pasar por ahí. Un rato más tarde, se separó.

—Madara Uchiha, concebirás y darás a luz a un hijo, quién te colmará de orgullo —profetizó.

—Madara Uchiha, concebirás y darás a luz a un hijo, quién te colmará de orgullo —profetizó

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Hoy en los avisos parroquiales:

1. ¿Cómo les gustaría que terminara la historia Invitación (también HashiMada)? Es que esa solo escribí un capítulo, hice la portada y la subí pq se me ocurrió en las clases. Al contrario que las demás, no la planeé así que me gustaría leer sus sugerencias (además se evitan un final triste o abierto).

2. Me abrí una cuenta en AO3 pero, hay un gran pero, no entiendo ni madres AAAAH así que si alguien entiende o sabe de eso se lo agradecería un montón (๑♡⌓♡๑)

3. Queteibaadecir. Ah, sí. Voy a empezar a subir historias del fandom de BNHA pq a mi me gusta BNHA. Chale ah.

𝐒𝐎𝐍 𝐎𝐅 𝐖𝐀𝐑 | hashimadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora