El mensajero llegó a las puertas de la villa de la lluvia, empapándose hasta los huesos, rezó para que el mensaje de su señor no se hubiera mojado y que el mensaje siguiera escrito o Madara lo mataría.
El palacio de Amegakure no era muy llamativo, pero distinguible. En esencia, era una torre bastante alta, gris y aburrida. Las gotas de agua caían deslizándose lentamente por las paredes. Al contrario, la puerta era perfectamente distinguible. Una puerta grande, de color jade, custodiada por dos hombres.
—¿Qué haces aquí? —preguntó una de las figuras, cuyo rasgo más identificable era su pelo azul, con una cara de muy mala hostia.
—Traigo... ¡achu! —se avergonzó por el estornudo. Volvió a adoptar una postura seria, los servidores del rey Madara Uchiha no podían ser vistos como tontos por ahí. —Vengo a traer un mensaje al Triunvirato, de parte de Madara-sama, el rey de...
—Déjenlo pasar, Yahiko-sama quiere verlo —dijo alguien más, abriendo las puertas desde adentro. Éste era alto y robusto, causándole un susto al pobre mensajero. ¿Cómo supo que estaba aquí?... ¿Me habrá visto? Ay, no, que miedito, cabrón.
Entró con el agua metiendose dentro de sus zapatos, con miedo avanzando muy rápido en su interior.
—¿Este es el hombre a quién haz visto, Konan?
—Sí.
La mirada del mensajero se desvió hacia una hermosa mujer, de cuerpo esbelto y ojos color miel, pero sin duda, lo más destacable, su cabello morado. El hombre que había hablado primero tenía un resaltable y brillante cabello de color naranja, y en su regazo se sentaba una persona de ojos morados que brillaban en la oscuridad y un cabello rojo.
El trío lo miró fijamente y se sintió muy pequeño. Lo miraban muy fijamente, como si él fuera nada más que escoria a los pies de ellos. Tragó saliva, pensando en que Madara no había escogido al hombre más apto para aquel trabajo.
—Habla, ¿qué te trae por aquí? —demandó la doncella de hermosos ojos.
—Tengo un mensaje de Madara-sama.
Con lo cual, procedió a buscar el pergamino que contenía aquella alianza, que estaba por verse si era aceptada o no. La sacó, ante la mirada morada del hombre de cabello rojo, que era sin duda, la mirada que más lo tenía perturbado.
Ella abrió los ojos en cuanto vio aquel papel y chasqueó los dedos, para que de inmediato, alguien desde atrás le arrebatara el pergamino medio mojado, para llevarlo hacia sus señores.
Ella se detuvo a leerlo, examinándolo.
—Tenías razón, Yahiko —ella sonrió tras leerlo, mirando hacia el de pelo naranja, para extenderle aquel papel, el cual fue recibido por el pelirrojo.
—Yo siempre la tengo —acarició el muslo del chico en su regazo, quién de inmediato le pasó el papel, sonriéndole.
***
—Me siento mal —se quejó Madara en un susurro, mirando sus tropas. Se tocó la barriga, ya había devuelto la comida y casi todo su estómago casi dos veces y su cabeza se sentía mal, el mundo se movía apenas giraba la cabeza unos centímetros.
Me cago en todo, ¿por qué me pasa esto?, pensó seriamente en consultar con Naori o con cualquier médico que hubiera. Incluso si fuera una de las parteras del pueblo, pedirle ayuda a los dioses estaba fuera de discusión.
Lo segundo que hizo el Uchiha después de mandar mensajes de alianza a las naciones de la lluvia y del viento, fue ampliar su ejército, reclutando jóvenes, no solo hombres, puesto que las mujeres en Konoha no eran nada débiles.
Ahora quedaba mandar a sus tropas a todos los puntos por dónde el enemigo pensara en atacar, puesto que aún podían atacar por agua o desde la frontera contra Amegakure.
Y no tenía ni una sola señal de Hashirama. Se sintió mal por eso. Me abandonó, pensaba. No quería ser así, sabía que Hashirama también tenía un lugar que gobernar y que era aún más pesado porque se trataba de dioses, mucho más impredecibles que los simples mortales e imbéciles reyes que le caían mal.
Pero Hashirama le había prometido tantas cosas y ahora, ¿dónde estaba?
***
—¿Y Mito? —le preguntó el bicolor a su hermano de pelo castaño, el cual tenía la mano en la cabeza desde hace un buen rato. —Ey, ¿te sientes bien?
—No. —Negó—. Todo esto me está causando estrés... ¿Pero qué me estabas diciendo?
—Ah, ¿que dónde está la perra de tu exesposa?
El moreno abrió los ojos y luego se golpeó la cara en clara señal de que había cometido algo muy estúpido.
—No lo sé.
—Debiste haberle puesto un castigo desde la primera vez.
—¡Creí que lo que quería era estar libre para acostarse con quién quisiera y que nuestro matrimonio solo la hacía infeliz!
—¡Es una puta desesperada por poder!
—¡Ya lo sé! —trató de calmarse. Realmente como dioses también podían ser muy estúpidos, ¿cómo es que los humanos los consideraban superiores?, se preguntó, sí incluso podían llegar a ser más caprichosos e infantiles que ellos.
—¿Y Madara? —se atrevió a preguntar el otro.
—Se siente mal y tampoco sé porqué —en realidad, se hacía una idea de lo que pudiera tener, pero no estaba seguro para confirmarlo.
***
Una guerra, pensó con fastidio Tobirama. Una guerra implicaba muertes, por lo tanto, más trabajo para él, pues el tráfico se haría inmenso, seguramente los Campos de Asfodelos se llenarían a más no poder.
Estúpida Mito, estúpidos humanos, estúpido Hashirama, estúpidos todos. Menos Izuna.
Hablando de Izuna, le había llegado la voz del viento diciéndole que Izuna y su hermano mismos entrarían en la refriega.
Y no quería que ninguno de los murieran. Si Madara moría, Hashirama se pondría insoportable y bajaría al mismísimo inframundo por él, y eso Tobirama no lo podía permitir. Todos se empezarían a fugar nuevamente al mundo de los vivos.
E Izuna... Izuna era la persona de la que se había enamorado y solo quería que estuviera bien.
Entonces lo sintió.
Sintió cómo los espíritus empezaban a alborotarse.
—¡Señor! ¡Tobirama-sama! ¡Señor!
—¡¿Qué?!
—El Juubi... —si aquella señorita, su asistente, estuviera viva, ahorita estaría luchando por oxígeno... ignoró eso para concentrase, ¿el Juubi?
—¿El Juubi qué?
—Han liberado al Juubi.
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𝐒𝐎𝐍 𝐎𝐅 𝐖𝐀𝐑 | hashimada
Fanfic───── ❛ 𝑒𝓋𝑒𝓇𝓎𝓉𝒽𝒾𝓃𝑔'𝓈 𝒻𝒶𝒾𝓇 𝒾𝓃 𝓁𝑜𝓋𝑒 𝒶𝓃𝒹 𝓌𝒶𝓇 ❜ hashirama, el rey de los dioses, harto de su matrimonio, se fija en un rey mortal amante de la guerra Inicio: 03/09/2021 Final: 17/06...