“Madara, ¿te casarías conmigo?”
Si hace un tiempo le hubieran dicho a Madara que estaría casado, se hubiera reído horrores tras imaginarse al lado de una mujer; se hubiera burlado y hubiera mandado a que todas las doncellas que no fueran trabajadoras de su palacio se fueran de ahí.
Y ahora, pensar que había aceptado la propuesta de matrimonio de Hashirama, el rey de los dioses, su amante y padre de su hijo. Eso aún seguía conmocionándolo.
—Felicidades, nii-san —le felicitó Izuna, tras llorarle y explicarle lo preocupado que estuvo cuando pensó que iba a morir.
—Gracias, Izu…
—Aunque aún me sorprende que te hayas logrado embarazar… ¿cuántas semanas tienes? —preguntó con mucha curiosidad, después de todo, él habría asociado un embarazo con cosas femeninas; y Madara no era nada femenino.
—No sé. Pero sí que falta mucho para que nazca este pequeñín.
—Puede ser niña, ¿sabías?
—No, será un niño. Yo lo sé.
—De acuerdo…
—Soy su padre —dijo Madara—, sé lo que va a ser.
El día de la ceremonia se acercaba; en todo ese tiempo, Madara había regresado a Konoha, había establecido acuerdos con todas las naciones, que sin duda le tenían miedo por su fuerza y por su amante; su vientre había crecido más y no había forma de ocultarlo. Había resuelto en dejarle su reino mortal a Hikaku, después de todo, ahora Madara era inmortal.
Unos días antes de la gran boda, Madara (su bebé), Izuna y otras diosas pasaron tiempo juntos, para gran disgusto del Uchiha mayor. Todo ese alboroto para prepararse para el matrimonio.
—¿Quieres que te corte un mechón de pelo? —preguntó Kurenai.
—No, ¿por qué haría eso? —preguntó con el ceño fruncido.
—Es un ritual simbólico. Representa que dejas la infancia e inicias la vida adulta.
—Yo ya no soy un infante —dijo, empezando a enojarse.
—Y establece un vínculo entre la novia y los dioses.
—Ah.
Después de eso, hubo una fiesta, que se hubiera prolongado, de no ser porque el Uchiha estaba embarazado y le disgustaba el alboroto. Hicieron cosas que el azabache consideraba “de chicas”, tales como arreglarse y sorprendentemente, aunque no se los diría, le gustó. Pero ellas no tenían porque enterarse.
***
—¡Arriba, arriba, nii-san!
—Joder, es el día de mi boda, ¿y me despiertas con esos gritos? Te odio, eres de lo peor.
El día iniciaba con una ducha en una tina, con flores y aceites perfumados. Embarazado o no, el olor le disgustaba a Madara, quien se sumergió. La verdad, no estaba seguro si él debía hacer eso; él ya no era puro, afortunadamente había sido su futuro esposo el que lo había tomado; y su fertilidad… bueno, el bulto en su vientre era prueba de ello.
Su túnica era perfectamente blanca y muy suave, le gustó. Su velo también era blanco y hermoso, se sintió espléndido usándolo, se sentía divino, literal y figuradamente. Se puso ambas cosas y precedido por Izuna, fue al encuentro de su Hashirama.
A la fiesta de la boda asistían tanto los dioses olímpicos, familia de Hashirama, tanto como los Uchiha, los parientes de Madara. El ritual más importante del día de la boda era el anakalupteria, el momento en el que el dios retiraría el velo de su prometido y este se convertiría en un dios y miembro olímpico oficial.
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𝐒𝐎𝐍 𝐎𝐅 𝐖𝐀𝐑 | hashimada
Fanfic───── ❛ 𝑒𝓋𝑒𝓇𝓎𝓉𝒽𝒾𝓃𝑔'𝓈 𝒻𝒶𝒾𝓇 𝒾𝓃 𝓁𝑜𝓋𝑒 𝒶𝓃𝒹 𝓌𝒶𝓇 ❜ hashirama, el rey de los dioses, harto de su matrimonio, se fija en un rey mortal amante de la guerra Inicio: 03/09/2021 Final: 17/06...