Imagina 56

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Entré al salón, me quité la mochila y me senté en mi butaca esperando que las clases iniciaran, junto a mi la mayoría de veces estaba desocupada la butaca, Tom a veces iba a clases u otras llegaba tarde, aun así no podía pensar en por que seguía ahí. Saqué mi bolsita de mis útiles cuando el maestro comenzó con la clase, y esta vez, Tom había llegado justo a tiempo.

—Disculpe profesor ¿Puedo pasar? —preguntó en el marco de la puerta.

Yo sonreí cuando lo vi llegar

—Vaya Thomas, primer día que llegas a tiempo —rio levemente el profesor. —Pasa

Tom asintió y se sentó en aquel asiento junto a mi, lo miré de reojo pero traté de prestar atención a las indicaciones del profesor, saqué mi libro tal como el me lo había dicho

—Mierda —escuché que susurró aquel chico.

Lo volteé a ver confundida, pero desvié mi mirada antes de que me viera

—Oye... _____ olvidé mi libro —dijo con timidez. —¿Crees que podría juntarme contigo para guiarme de tu libro?

—Ah... seguro —respondí un poco nerviosa.

Tom movió su butaca cerca de la mía, puse el libro en medio de los dos, Tom lo miraba siguiendo la lectura que el profesor hacía , yo no podía dejar de mirar su rostro al tenerlo tan cerca de mi, en realidad era tan hermoso que no me había percatado de eso, jamás imaginé que así se sentía estar cerca de un Ángel, estaba embobada mirándolo que no me di cuenta que el profesor me había hablado

—Señorita ____ ¿Seguirá la lectura? ¿O quiere pasar al frente? —preguntó molesto.

—Lo siento —susurré nerviosa, luego miré a Tom, el cual rio levemente y apuntó con su dedo índice el párrafo que tenía que leer.

Continúe con la lectura hasta donde indicó el profesor, traté de poner más atención pero Tom tomó un lápiz y comenzó a dibujar al profesor con cara molesta, yo lo miré y comencé a reír levemente, afortunadamente no fue una carcajada, pero aún así el profesor volteó y me miró serio, Tom comenzó a reír al ver mi rostro de espanto.

[...]

A partir de ahí fue cuando Tom se hizo más cercano a mi, seguía dibujando cosas graciosas y me los pasaba por papelitos entre las clases, estábamos en receso, no quise ir al comedor por lo que me quedé en mi butaca disfrutando de mi desayuno, pero alguien llegó al salón.

—Ten —dijo Tom entregándome un jugo de durazno.

—¿Qué es esto? —pregunté confundida al ver el jugo.

—Es para ti —dijo con una sonrisa.

Me sentí un poco confundida, pero lo tomé con una sonrisa, era un lindo gesto que nunca esperé de su parte, pensaba que era una broma o algo así pero no lo fue, le agradecí y acercó la butaca junto a mi y se sentó

—¿Por qué no bajas al comedor con los demás? —preguntó tranquilo.

—Por que no me gusta, es mas tranquilo aquí —respondí encogiéndome de hombros.

—Bueno, tendrás acompañante en esa tranquilidad

Y tal como lo dijo, ahora no bajaba al comedor, se quedaba comiendo conmigo, algunas veces comenzábamos a jugar con la comida y reíamos mucho, era un momento muy bello que podía compartir con alguien, y el hacerlo con él era aún más maravilloso.

Thomas me acompañó a la casa de mi padre, que era un gran edificio por lo que tuvimos que tomar el elevador, en el siguiente piso se subieron más personas, haciendo que se amontonaran, las personas me empujaron hasta estar muy cerca de Tom, pude tocar su pecho, nuestros rostros estaban muy cerca, mis mejillas comenzaron a tornarse rojas, mi nerviosismo aumentó, el me observaba también, giré mi mirada hacia otro lado, cuando las demás personas poco a poco bajaron me separé rápidamente de el, jugaba con mis dedos aún nerviosa.

—Perdona, hice que te desviaras del camino a casa —dije tratando de cambiar de tema.

—No te preocupes ____, en realidad yo también vivo en este edificio —rio levemente.

—¿Qué? ¿En serio? —pregunté con una sonrisa pero al mismo tiempo sorprendida, el respondió asintiendo.

[...]

Caminaba por los pasillos de la escuela con un jugo de durazno que le había comprado a Tom, era hora de devolverle el gesto, incluso había colocado su nombre en el cartón con un plumón negro, sonreía viendo el jugo cuando giré en un pasillo y me encontré con algo totalmente inesperado.

Tom se encontraba riendo con una chica, le tocó el pelo haciendo que se despeinara, comenzaron a reír más, luego se abrazaron, Tom acariciaba su espalda mientras la chica ponía sus manos sobre su pecho. Sentí que algo se rompía por dentro de mi, mi sonrisa se había desvanecido totalmente, me sentía muy triste por lo que acaba de observar, yo había pensado que era especial para Tom, pero él simplemente había sido amable conmigo, pensé que nos gustábamos pero no era así. Me di media vuelta y en el primer bote de basura que encontré tiré el jugo.

Imaginas De Tom Holland✨💙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora