Han pasado varios meses desde que ayudé a aquel chico Tom a safarse de aquella chica, mi vida seguía la misma rutina, seguir trabajando en el mismo lugar, ir a casa y volver a trabajar. Me dio curiosidad el buscarlo pero por cuestiones de tiempo nomas no puedo ir a su casa.
—____ necesito que lleves esto a esta dirección —dijo entregándome una orden de pollo frito con una nota donde venía la dirección.
Yo asentí, tomé las cosas y me subí a la moto, la eché a andar y me fui a la dirección. Después de un largo camino llegué a dicha dirección, toqué el timbre y el me abrió la puerta
—Vengo a entregarle su... ¿Tom? —pregunté sorprendida.
—¡____! Que gusto verte —sonrió.
—Esta no es tu casa
—Oh no, es la casa de mi abuela —respondió nervioso.
—Ya veo —sonreí. —Aquí tienes tu pedido
—Gracias —sonrió. —¡Abuela! —gritó. —Aquí está tu pedido
Una señora de aproximadamente 70 años se acercó a Tom
—Mire abuela ella es una amiga, se llama _____, ______ te presento a Aurelia, mi abuela
—Mucho gusto señora —estiré mi mano y ella gustosamente la tomó.
—Mucho gusto ____ —sonrió. —Bueno, compermiso que tengo mucha hambre
—Adelante señora, buen provecho
—Gracias
Tom le dio la comida y ella entró a su casa
—Abuela, saldré un rato ya vuelvo —dijo Tom tomando sus llaves.
—Esta bien, con cuidado hijo.
—¿Y a donde saldrás? —pregunté curiosa acercándome a mi moto.
—A mis clases de motocicleta
Yo lo miré y comencé a reír
—¿Vas a clases de motocicleta?
—Bueno voy a comenzar, hoy es mi primer día y tu serás mi maestra
Yo paré de reír en seco y lo miré frunciendo el ceño bastante confundida
—Oh no señor, yo tengo que regresar a mi trabajo
—Tu nuevo trabajo es enseñarme, por favor —unió sus manos en forma de súplica.
Después de pensarlo, creo que sería un mejor trabajo pues no estaría todo el día para allá y para acá, solo le enseñaría y supongo que pagarían bien.
—Esta bien —asentí convencida.
—Gracias —dijo emocionado.
Luego de su emoción comencé con lo más básico, le enseñé un poco y el prestaba atención, luego le dije que se subiera pero accidentalmente se pegó en la frente
—¡Oh! ¿Estas bien? —hablé preocupada tomando su frente y sobandola levemente.
—Estoy bien —asintió un poco adolorido.
Luego de unos segundos me doy cuenta que ambos estábamos demasiado cerca, quise separarme pero me tomó de la cintura, con su otra mano tomó mi rostro y me besó. Siendo sincera tampoco quise desaprovechar la oportunidad y le seguí el beso.
—Desde que convivimos aquella vez, me di cuenta que tu eras especial —susurró acariciando mi mejilla, yo solo sonreí.
—La verdad es que me gustaste mucho, intenté llamar para que tu llevaras el pollo a mi casa pero me daba miedo, miedo a que me trataras como un desconocido—Yo no soy así, además como olvidar al chico que se quiso llevar mi motocicleta sin saber usarla —reí, el también lo hizo.
—¿Me darías una oportunidad de conocernos?
—Sí —sonreí.
Tom se puso muy feliz y me dio un abrazo, espero que este chico y yo nos llevemos tan bien como para estar en una hermosa relación y quizás, después contarles a nuestros hijos como nos conocimos.
ESTÁS LEYENDO
Imaginas De Tom Holland✨💙
RandomEn este libro encontrarás imaginas de Tom Holland, que de verdad espero que te gusten ¡no olvides votar y comentar para mas! ~Actualizaciones cuando mis ideas lleguen (que hay veces que nomas no) 2017-