Imagina 73 pt2

306 25 0
                                    

Miraba la ventana como caían las gotas de lluvia mientras el chico manejaba tranquilamente, algunas lagrimas seguían cayendo pero trataba de limpiarlas disimuladamente, por un momento me sentí aliviada, como si estuviera protegida, al no sentir las gotas en mi cuerpo mientras estaba en cuclillas, sentí que alguien me protegía de aquella tormenta que estaba cayendo en mi vida. Miré de reojo al chico, tenía un bello perfil para ser sincera, regresé mi mirada a la ventana pero pude sentir su mirada en mi.

—¿Es este el camino correcto? —preguntó mirándome y luego hacia el camino, yo solamente asentí.

El chico continuó manejando hasta mi casa, el ambiente era silencioso pero no incómodo, el no preguntó absolutamente nada ni yo dije nada tampoco, literalmente lo único que conocíamos eran nuestros nombres, pero cuando me miraba, sentía que me comprendía y como si lo hubiera conocido desde hace mucho tiempo. Luego de unos minutos habíamos llegado a mi casa

—Gracias Chris —susurré mirándolo, pues ya se había presentado antes de subir al carro.

—Es un placer —respondió mirándola con empatía, yo le sonreí levemente.

Abrí la puerta del carro y me despedí de él de nuevo, me sonrió y arrancó, abrí mi puerta y entré a casa, comencé a desahogarme de nuevo, aún así empapada, pues aquella imagen de la chica nueva y Tom abrazados estaba muy presente en mi mente, y era muy doloroso.

[...]

A la mañana siguiente desperté entre quejidos, dándome cuenta que realmente aquello que había visto no había sido un sueño, suspiré y me incorporé, miré mi teléfono para ver si había alguna notificación pero no fue así. No tenía ganas de ir a trabajar, realmente me sentía triste y sin ánimos, llamé a mi gerente para decirle que no podía presentarme a trabajar, el pretexto de la lluvia sirvió para decirle que estaba enferma.

Me levanté y me cambié con alguna ropa cómoda para estar en casa, decidí ver algunas películas de comedia para tratar de olvidar aquel recuerdo, pausé la película para poder ir a comprar algunas golosinas, busqué mi monedero para ir a la tienda pero no lo encontré, lo cual me pareció bastante raro. Lo busqué por todas partes pero no lo encontraba, el sonido de la puerta interrumpió aquella búsqueda, me sentí confundida pues no esperaba la visita de alguien. Abrí la puerta y me sorprendí al ver quien estaba frente a mi.

—¿Chris? —pregunté sorprendida, jamás esperé verlo frente a mi casa de nuevo, tenía ahora un traje azul marino con una camisa lila.

—____, que bueno que te encontré —respondió con una sonrisa.

—Adelante por favor —dije haciéndome a un lado para que pudiera pasar.

—Gracias —susurró asintiendo y entrando. —En realidad vine a devolverte esto —dijo entregándome mi monedero.

—No puede ser —reí levemente. —De hecho lo estaba buscando ahora mismo, supongo que lo dejé en tu auto

—Si así fue —respondió con una risita.

—¿Quieres un café o un té? —pregunté amablemente, en realidad estaba muy agradecida con él.

—Mmmm quizás un café por favor —respondió asintiendo.

—Toma asiento por favor, en un momento lo traigo —dije dirigiéndome a la cocina

Preparé el café como él me lo había pedido, yo me había preparado un té de hojas de limón, los serví y regresé de nuevo a donde estaba el chico, me sonrió y me senté junto a él.

—De verdad estoy muy agradecida contigo —susurré bebiendo un poco de mi té.

—No tienes que agradecer —negó el chico. —De hecho casi te atropellaba —susurró con pena, luego rió levemente, yo también me uní a su risa.

—Técnicamente, pero también me ayudaste e incluso regresaste mi cartera —respondí mirándolo.

—Pues, en realidad lo hago sinceramente —respondió con una sonrisa de lado. —Si en mis manos está ayudar, con gusto lo haré

Mientras lo miraba un poco y lo escuchaba, me daba cuenta que realmente era un buen hombre, es un par de años mayor que yo, tiene buen gusto con la ropa y es CEO de una empresa, poco a poco conocía mas a Chris. Nuestra plática fue interrumpida por el sonido de la puerta, me sentí confundida ¿De nuevo la puerta? ¿Y ahora quien podía ser?

—Lo lamento, dame un segundo —susurré apenada levantándome a abrir la puerta, él me dio una seña de "adelante" mientras bebió su café.

Abrí la puerta y sentí como mi corazón se detuvo por unos segundos, fue de nuevo como si fuera en cámara lenta, levantó su mirada y nuestros ojos se encontraron de nuevo

—Hola ____ —susurró mirándome.

—Tom —susurré sorprendida, pues no lo esperaba. —¿Qué es lo que quieres? —pregunté firme, no podía dejarme caer, no de nuevo frente a él.

—¿Podemos hablar? —preguntó apenado.

—No tengo nada de que hablar contigo —respondí fríamente.

—____ por favor —susurró con tristeza. —Lo que viste ayer... yo decidí salir con Tania para poder olvidarme de ti pero no puedo, de verdad no —dijo ahora mirando al piso, me sentía mal de verlo así, pero al recordar que fue el quien terminó la relación y ahora decía eso no tenía ningún sentido.

—Entonces no le hagas daño a esa chica engañándola de esa manera, no lastimes a nadie mas como lo hiciste conmigo —susurré con ojos cristalizados. —Tu fuiste quien dejó muy en claro el final de nuestra relación —respondí mirándolo y abriendo un poco la puerta sin querer.

—Ah ya entiendo, creo que he llegado tarde —susurró mirando hacia atrás, no era necesario que yo volteara para saber de que hablaba. —Tienes compañía —dijo con tristeza, yo asentí levemente. —Ya veo —soltó un largo suspiro mirando al piso, luego me miró a mi. —Adiós ___

—Adiós Tom —respondí con tristeza, el asintió y se dio medie vuelta, miré hacia otro lado y cerré la puerta.

Me giré para regresar a la sala donde estaba Chris, actué normal y le sonreí levemente, el me miró con tristeza.

—¿Estás bien? —preguntó mirándome con preocupación como el día anterior

—Sí —asentí repetidas veces sonriendo, después aquella sonrisa se borró poco a poco y mis lágrimas comenzaron a salir, podía engañar a mi mente pero a mi corazón jamás.

Comencé a sollozar tapándome el rostro, el se levantó y se acercó a mi

—Está bien, puedes sacarlo —dijo con voz tranquila, yo comencé a llorar aún más.

El daba palmaditas en mi espalda, pero en realidad yo necesitaba un abrazo, así que lo abracé y continué llorando, Chris ahora acariciaba mi cabello, me dolía mucho, probablemente Tom era el amor de mi vida, mi alma gemela, pero yo había encontrado el amor, alguien que realmente me supo valorar, y estaba frente a mi sin siquiera darme cuenta, quien realmente estuvo conmigo en todos los momentos.

Imaginas De Tom Holland✨💙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora