Imagina 81

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Sonreí al mirar a través del vidrio de cristal a mi guapo novio bebiendo su café, apresuré mi paso hasta llegar a la puerta, la abrí haciendo que Tom volteara a verme, inmediatamente se levantó con una amplia sonrisa en su rostro.

—Hola corazón —susurró Tom para darme un pico en los labios.

—Hola amor —respondí con una sonrisa.

Nos sentamos sin soltar nuestras manos, ambos nos miramos con una sonrisa y hablamos al mismo tiempo

—Tengo algo importante que decirte —dijimos al unísono, haciéndonos reír a ambos por aquella coincidencia.

—Dime tu primero —respondí sonriendo de lado, el chico asintió emocionado.

—Esta bien —asintió nervioso, soltó un suspiro y me miró. —No te lo había dicho por que no sabía si era seguro o no —balbuceó nervioso. —No quería hacerme ilusiones pero —hizo un silencio.

—Ya suéltalo Tom —respondí curiosa, realmente quería saber que estaba pasando.

—Obtuve una beca para estudiar en Suiza! —dijo emocionado.

Sonreí, pero mis ojos reflejaban lo que realmente sentí en ese momento, me sentía triste por que eso quería decir que estaríamos separados, no era de imaginarme en estar algún día en una relación a distancia, en las películas se veía difícil, con mi amiga también lo fue. Pero ver a Tom realmente emocionado me conmovía, sabía que era su sueño y el hecho de saber que lo estaba por cumplir me hacía feliz, pero sabía que lo iba a extrañar.

—Me alegro mucho por ti Tom —respondí con una sonrisa.

—Ay mi amada —susurró acariciando mis mejillas y mirándome a los ojos. —Se que no es del todo feliz para ti —dijo con voz tranquila.

—Si lo es, es tu sueño Tom, siempre lo ha sido —respondí con ojos cristalinos.

—No me iré por mucho tiempo, será solo un año —respondió mirándome, yo asentí. 
—Regresaré, estaremos en contacto —dijo tomando mis manos y besándolas. —Mi amor por ti no cambiará

—Pero te extrañaré muchísimo —dije abrazándolo, soltando así mis lágrimas.

—Yo también te voy a extrañar —susurró acariciando mi cabello. —Como no tienes una idea... Te compré muchas cosas de allá, te haré videollamadas... verás que pasará rápido el tiempo

—Esta bien —asentí limpiando mis lágrimas y separándome del abrazo para mirarlo a los ojos. —Te amo Tom, y solo quiero tu felicidad

—Tu siempre tan linda —respondió sonriendo y tocando la punta de mi nariz. —Yo te amo más mi ____ —me abrazó de nuevo yo sonreí. —Pero que era lo que me ibas a decir —dijo curioso separándose del abrazo para mirarme.

—Nada tan importante —respondí negando, el entrecerró los ojos. —No en serio —respondí riendo nerviosa, no era el momento para decirlo. —Solo era que Miranda encontró hogar para el cachorro que rescató ¿recuerdas? —pregunté, a lo que el asintió.

—¿Segura que era eso? —preguntó incrédulo, yo asentí con una sonrisa, claro que no era eso, pero no era el momento.

[...]

El tiempo pasó, a decir verdad se me hizo bastante lento, aunque Tom me haya prometido que seguiríamos en contacto, fue difícil debido a la diferencia de horario, casi siempre estaba ocupado y poco a poco las llamadas disminuyeron, hasta el punto de ya no hablar. Claramente aquello me entristeció, pero yo ya tenía una nueva razón por la cual me despertaba todas las mañanas.

Desde que se fue a Suiza sentía culpa por no haberle dicho realmente lo que tenía que decirle, siempre que veía sus ojos que ahora eran los que me hacían sonreír, inmediatamente recordaba a Tom, de no haberle dicho la verdad y haberle ocultado que ahora alguien más causaba mis sonrisas

Era otoño, las hojas marrones y amarillas caían y caían, mi casa estaba llena de estás por lo que decidí salir a barrerlas y recogerlas, mientras mi madre preparaba la comida con ayuda la ayuda de Henry

Renegué al ver que las hojas se volaban con el viento, pero después reí al ver que era una misión imposible recoger todo en un solo rato, tenía que tener paciencia. Después de unos minutos logré mi misión y entré a casa

—Huele delicioso —grité oliendo.

—Pues ya está la comida corazón —respondió mi madre.

—Hicimos un buen trabajo —dijo Henry saliendo de la cocina dándome una sonrisa.

—¿Eso es cierto mamá? —dije inclinando una ceja, ella rió y asintió. —Entonces es verdad

Henry asintió y se acercó a mi para darme un fuerte abrazo, siempre era tan tierno que le gustaban los abrazos. Aquel momento fue interrumpido por el sonido de la puerta, frunció el ceño confundida pues no esperaba a nadie de visita, si ya todos estábamos en casa.

Abrí la puerta y como si fuera en cámara lenta, vi a la persona que estaba justo enfrente mío, estaba con una amplia sonrisa mirándome, yo abrí ligeramente mi boca sorprendida

—Hola ____ —susurró Tom con aquella dulce voz.

Imaginas De Tom Holland✨💙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora