Imagina 33

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El viento volaba en mi cabello, iba lo más rápido que podía en mi motocicleta  ya iba tarde para llevar ese pedido. Luego de unos minutos llegué a la casa de las personas que querían la comida 

—Buenas tardes —sonreí. —Vengo a hacerle la entrega de su Pollo frito

—Gracias, ya estábamos hambrientos —el señor me miró serio y un poco enojado.

—Disculpe, vine lo más rápido que pude.

El señor me pagó y cerró la puerta de golpe en mi cara, yo fruncí el ceño y renegué, caminé hablando conmigo misma hasta que vi a alguien corriendo hacia donde estaba mi motocicleta

—¡Hey! —corrí hacia él. —¿Qué te pasa?

El chico no me hizo caso y se subió a la motocicleta queriéndola encender desesperadamente

—No sabes cómo usar una ¿verdad? —crucé mis brazos y alcé una ceja. —Pues aprenderás con tu propia motocicleta no con la mía

Tomé mi casco y lo bajé de la moto

—Ayúdame por favor —su voz suplicaba ayuda. —Me están siguiendo

—¿Quién? —pregunté confundida, pero instantáneamente mi pregunta fue contestada pues vi a una chica corriendo gritando algo.

—Es ella, tenemos que irnos

Yo asentí y él se subió en la parte de atrás, me puse mi casco y encendí la moto alejándonos de ahí lo más rápido que podíamos. Al estar ya lejos del lugar llegamos a un parque, donde había un gran espacio con pasto muy verde y fresco. Estacioné mi moto y nos sentamos ahí, el chico me abrazó.

—Gracias —sonrió separándose del abrazo. —En serio me salvaste

—Bueno, pues no hay de que... aunque mis padres siempre me habían dicho que no hablara con desconocidos

—Perdón, mi nombre es Tom ¿y el tuyo? —dijo estirando su mano.

—Me llamo _____ —estreché la mano.

—Pues estoy muy agradecido contigo ___

—Ya te dije que no fue nada —sonreí levemente. —Mierda —me levanté rápidamente.

—¿Que pasa? —preguntó confundido repitiendo mi acción.

—Por todo esto que pasó olvidé llevar dos pedidos juntos —agaché mi mirada.

—No te preocupes yo los compro

—¿En serio? —hablé emocionada, eso podría ser mi salvación.

—Sí, solo que te lo pago después ya que me lleves a casa

—Ah así que chiste, pero solo por que tengo hambre confiaré en ti

Tomé la comida y nos sentamos de nuevo, comenzamos a comer entre risas, miradas y pequeñas platicas, Tom  me agradaba, me sentía tranquila con él. Luego de comer lo llevé a su casa que no estaba muy lejos de donde nos encontrábamos, al ir en camino Tom me abrazó por la cintura que me hizo sentir un escalofrío y sonreír en el momento.

—Ahí es —apuntó a una casa enorme y Blanca, se veía muy elegante.

Yo paré afuera de la casa y nos bajamos

—De nuevo mil gracias por salvarme de aquella chica

—Cual gracias, debes lo de la comida

—Oh cierto —comenzó a reír nervioso. —Ahora vengo

Tom entró a su casa mientras yo esperaba afuera, pensando ¿quién habrá sido aquella chica misteriosa? Luego de unos minutos Tom bajó con el dinero

—Aquí tienes —sonrió entregándolo.

—Gracias por su compra —dije tomando el dinero y guardándolo. —Me tengo que ir, no quiero que mi jefe me regañe por llegar tarde

—Buena suerte —Tom se acercó a mi para darme un abrazo y un beso en la mejilla pero por mi nerviosismo ese beso en la mejilla terminó siendo un pico.

—Igualmente —sonreí nerviosa.

Me subí a la moto y me despedí de él, ahora puedo decir que mi trabajo no fue tan malo el día de hoy.

Imaginas De Tom Holland✨💙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora