Imagina 73

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Caminaba un poco apresurada hacia el departamento de diseño donde era mi lugar de trabajo, era coordinadora, ese lugar fue como un nuevo comienzo para mi. Apegué la carpeta hacia mi pecho y apreté el botón del elevador esperando que este se abriera, solté un suspiro y miré hacia otro lado un poco pensativa, aunque habían pasado un par de meses desde aquella dolorosa ruptura.   

De nuevo mi mente me jugó una mala jugada, recordando un lindo momento que había pasado con mi chico, sonreí con tristeza y el sonido del elevador me sacó de mis pensamientos, entré a este junto a un par de personas, por poco se cerraba y pude mirar a alguien apresurado, puse mi mano para evitar que se cerrara y así pudiera entrar, la chica llegó agitada y entró.

—Ay, muchas gracias —dijo agitada la chica, me miró y me dio una sonrisa, yo asentí y se la regresé. —De verdad me has salvado, es mi primer día y no quería llegar tarde

Yo la miré y sonreí de lado, sinceramente no me sentía con todos los ánimos para hablar con alguien, solo iba con el chip de "solamente ir al trabajo a cumplir con mis deberes" sin crear vínculo alguno con nadie, no quería la lástima de ninguna persona.

—Buena suerte —susurré mirándola y sonriendo de lado.

—Gracias —sonrió ampliamente, apenas me había dado cuenta de el sonido de su voz algo chillona.

Miré hacia otro lado pensando en el trabajo que haría en mi cómodo escritorio, el elevador se abrió y la chica caminó junto a mi, me sentí muy confundida ¿acaso me estaba siguiendo?

—Disculpa ¿acaso me estás siguiendo? —pregunté mirándola con un ceño fruncido.

—No en realidad yo... —iba a seguir hablando pero fue interrumpida.

—¡Tania! Que bueno que estás aquí —habló mi gerente llegando con nosotros.

—¿La conoces? —susurré confundida apuntándola.

—Por poco y llegó tarde señor —dijo apenada la chica. —Si no fuera por esta linda chica que me ayudó a detener el elevador —respondió sonriendo ampliamente con su característica voz, yo sonreí con pena.

—No hay problema, ___ realmente es una persona muy amable —respondió James, mi gerente con una sonrisa de lado. —Ya que estamos aquí, ____ te presento a la nueva integrante del equipo, Tania

—Vaya, que lindo fue el destino en encontrarnos de esa manera —soltó una risita. —Es un gusto conocerte ____

—Mucho gusto —respondí estirando mi mano para saludarla, Tania me miró y me sonrió, en lugar de tomarme de la mano, me abrazó, y me sobresalté, no esperaba aquella reacción, James se sorprendió también.

Después de eso, fue presentada con los demás integrantes del equipo, la chica trataba de encajar con todos, hablaba mucho, lastimosamente en ocasiones llegaba a ser algo molesto. ¿O quizás la amargada era yo? Efectivamente mis ánimos estaban hasta el suelo, pero solo iba a trabajar no a hacer amigos, era un escudo que yo misma puse para que nadie se acercara a mi, creía que lo mejor era la soledad en ese entonces.

La jornada laboral ya había terminado, me sentí aliviada por haber terminado mi proyecto, acomodé todo en mi escritorio y los demás se despidieron, apagué la lámpara y al salir me encontré con aquella chica, pensaba que ya se había ido.

—Oh, pensé que ya te habías ido —dijo soltando una risita.

—Lo mismo pensé —susurré encogiéndome de hombros. —Diablos, no me había dado cuenta que estaba lloviendo

—¿Tienes un paraguas? —preguntó exagerando un poco su expresión de preocupación.

—Sí, lo tengo —respondí sacándolo del bolsillo, ella sonrió ampliamente. —¿Tú tienes uno? Si no lo podemos compartir

—No, está bien, mi novio vendrá por mi —respondió con emoción, guiñándole un ojo.

Yo asentí con tristeza, me hizo recordar a las veces que esperaba ansiosa la hora de salida pues mi chico me estaba esperando con emoción y una gran sonrisa, miré al piso evitando mis ganas de llorar, no era el lugar ni el momento, pero ese recuerdo estaba muy presente, mi corazón aún estaba herido.

—Bueno, nos vemos —respondí con una leve sonrisa, ella se despidió muy animada, me di media vuelta, abrí mi paraguas y di unos pasos.

Como si fuera en cámara lenta, miré como un chico salió de un auto, abrió su paraguas y con una sonrisa miró hacia el frente, lo vi, era Tom justo frente a mi, tal y como había sido mi recuerdo ¿o acaso estaba soñando? Una chica corrió a sus brazos, el la abrazó contenta, era Tania quien estaba entre sus brazos, yo solo miré la escena con tristeza, tanta fue mi impresión que dejé caer el paraguas, algunas lágrimas caían ya por mis mejillas mezclándose con las gotas de la lluvia, por fin me miró, me miró a los ojos, me miraba con asombro, se quedó inmóvil, la chica reaccionó y volteó a ver qué era lo que estaba viendo, ella se sintió bastante confundida, yo solo negué y salí corriendo de ahí echa un mar de lágrimas, dejándome empapar con la lluvia, yo aún lo extrañaba, me dolía nuestra ruptura pero el simplemente ya tenía a alguien más

Corría apresuradamente sin mirar a mi alrededor y sin pensar en nada mas que en mi corazón roto y en el dolor que estaba sintiendo. El sonido del claxon me interrumpió de todo pensamiento, frené en seco, casi era atropellada, pero eso no se acercaba al dolor que estaba sintiendo.

Miré como un hombre salió del auto abriendo un paraguas, pude ver que su traje era muy elegenate, estaba impecable y sus zapatos de vestir bien voleados, lo miré a la cara, era un hombre guapo, tenía una barba bien cuidada y un cabello corto pero bien peinado, sus ojos, eran de un azul muy bello. Yo me senté en cuclillas abrazando mis rodillas y soltándome en llanto, el hombre se agachó y puso el paraguas para evitar que me mojara, aunque ya estaba empapada fue un gesto muy caballeroso.

—¿Estas bien? —me preguntó aquella voz, poniendo su mano en mi hombro, yo solamente lo miré al rostro con mis ojos llorosos.

Imaginas De Tom Holland✨💙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora