Buenas, chicuelos! Sé que os sorprenderéis pero aquí me hallo otra vez para celebrar los 2K DE LA HISTORIA! *.* Yo que creía que no llegaría ni a las 100 visitas pero aquí estáis.
¡Mil gracias, corazones! A mis reinas de siempre y a los nuevos comentaristas como SallyFaceOuO, hanku-fujoshi. Es verdad que el anterior chap ha tenido pocos comentarios y yo creí que en ese el público iba a explotar. Tal vez os quedasteis mudos de la impresión o_o
¡Confío en que este, ya próximo al final, os guste también!
Al lío**
El soniquete incesante de la punta de sus pies contra el suelo amenazaba con volverme loco. Hacía un sol de justicia a pesar de que el año estaba a punto de terminar y mi equipaje rebosaba con ropas de invierno. Me desquité del sudor en la frente y le eché una mirada de reojo. No llevaba el chaleco protector a pesar de que le había instado mil veces a ponérselo y se había arremangado las mangas y bajado un tanto la cremallera. La insinuación de su clavícula brillaba para los rayos de mediodía y yo aparté los ojos un breve momento antes de dirigirme a él:
-¿Podrías parar con eso?- Él me dedicó una mirada de sorna disfrazada de una airada y se llevó el brazo derecho a la nuca, balanceándose como un chiquillo:
-Es que tarda demasiado en salir. Hace tanto calor... ¿No crees que vamos a llegar tarde?-Inquirió tras los comentarios, mirando en derredor, buscando a alguien cuyo paradero conocía perfectamente. Sí que era un maldito niño:
-Últimamente sale más tarde del hospital, le ponen mucho trabajo.- Anoté, como única respuesta. Se encogió de hombros y yo entorné los ojos cuando regresé la mirada hacia la entrada del edificio sanitario, con la esperanza de no quedarme ciego por la luz. Al poco, no pude evitar mirarlo nuevamente y dejarme contagiar por su inquietud:
-¿Crees que le pasa algo?-Murmuré, confiando en que él entendería a qué me refería exactamente. Una semana después de nuestra visita a los baños yo me sentía de forma inigualable en referencia a cualquier sentimiento anterior instaurado en mí. Me sorprendía a mí mismo adoptando las costumbres del Uchiha sin talento, llegando demasiado tarde a las reuniones con el Hokage y a mis encuentros con el escuadrón. Visitaba la granja solamente en ocasiones y pasaba tanto tiempo en su distrito y en su casa que temía ser descubierto por Itachi. Aquella misma noche previa a la misión de escoltas que los tres compartiríamos la había pasado en vela, devanándome los sesos sobre lo que todo aquello significaba y sobre si debía hablar con él para ponerle unos límites porque, por lo que sabía de su persona y había descubierto a lo largo de esos siete días, no era alguien que los llevase a la práctica muy a menudo. Me había regañado a mí mismo en más de una ocasión alegando que aquello ya debería haberlo sabido porque nos conocíamos desde que ambos pedíamos poco más que dos palmos. Obito era absorbente y yo me dejaba envolver por él todos los días, olvidando a menudo todo lo demás. Incluida la nueva actitud de Rin que se venía formando desde nuestra última misión en conjunto:
-Cuando comí la última vez con ella estaba extraña. No me dijo nada pero tampoco me sonrió mucho. Eso es raro en ella.- Suspiré:
-No hablaste con ella.
-¿Y de qué querías que hablase? ¿Querías que le hiciese un informe ANBU sobre lo que ocurrió en los baños termales? "Verás, Rin", debí decirle, "En primer lugar él me..."- Le chisté abruptamente y él abrió el ojo sano desorbitadamente:
-¿Eres tonto o qué te pasa?
-Eres tú el estúpido. Pareces no darte cuenta de lo grave que esto es. Rin no es la única que se está viendo alterada por nuestro cambio de conducta. Deberíamos pensar mejor las cosas.- Arrugó los labios, confundido:
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|| Ojos sin luna || [OBIKAKA]
RomanceKakashi Hatake siempre lo ha visto como su compañero de clase o como un Uchiha sin talento. Obito Uchiha siempre lo ha visto como un engreído demasiado centrado en cumplir las normas. Sin embargo una serie de situaciones obligan a ambos a tener que...