5: Mi no cumpleaños

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Mi rutina no varió a lo largo de aquellas largas semanas de invierno. Me levantaba, dejaba la casa preparada como si fuese a recibir invitados, leía, pescaba y regresaba a la granja. Cuando sentía los músculos entumecidos regresaba a la escuela de forma metódica. Si no lo hacía los profesores no preguntaban por mí. No obstante Rin y Obito sí lo hacían. Este último, en concreto me seguía todas las mañanas desde el cruce de la calle comercial y la calle que conducía al distrito Uchiha. Por el camino hablaba y hablaba sin ser consciente de que apenas lo escuchaba, con una energía impropia de las siete de la mañana. Me llevaba con Rin, quien nos aguardaba a la entrada de la academia rebosante de alegría. Aunque siempre se había mostrado un tanto reacio a que me mantuviese próximo a ella en los últimos tiempos aquello había cambiado un ápice. No ponía tantas caras de cachorro muerto y se mostraba más afable. Supongo que eso habría halagado a cualquiera. Pero no a mí. Aquello y también mi amiga desecha en sonrisas durante todos los días me hacía sentir sobrado de compasión.

Sumando a esto, por descontado, las continuas intromisiones de mi compañero de clase con las cejas más pobladas de todos, que insistía constantemente en rivalizar contra mí. A mí alrededor se había formado un extraño cordón de terciopelo que yo no necesitaba y que, además, no quería.

Ello hacía que me escaquease según terminar las clases para tener tiempo para mí y no cruzar palabra con nadie. A pesar de ello el Uchiha sin talento específico siempre se las ingeniaba para acompañarme un trecho del camino.

Uno de tantos días a mediados de febrero en el que el sol de media tarde había oscurecido los cristales anaranjados y ahora casi opacos de sus gafas pude captar una frase en particular dirigida a mí en mitad de su verborrea:

-A mí abuela le gustaría que nos juntásemos todos en el salón. Yo opino que es mejor en el jardín porque cabrá toda la clase aunque ella dice que hace frío. Pero no creo que eso nos asuste a nosotros, ¿No, Kakashi?- Yo giré únicamente los ojos en su dirección y los alcé hacia él:

-¿De qué hablas?- Él hizo un mohín exclusivamente con los labios. Parecía un pez fuera del agua cuando respondió:

-A lo de mi fiesta de cumpleaños. Ahora que pronto tendremos un maestro y que nos dividirán por equipos no podremos estar tanto juntos. Es un buen momento para montar una fiesta.

-Tú mismo lo has dicho.- Dije, más para la bufanda color pistacho que me atosigaba el cuello que para él:- Pronto nos asignarán un maestro, no es momento para fiestas.- Él detuvo su marcha y, a pesar de que había puesto los pies en seco como un dibujo animado, yo lo asocié a que habíamos llegado al punto del camino en que nuestros caminos se separaban:

-Pero... Pero... Bueno, te he invitado porque...

-No hace falta que te molestes. No puedo ir, tengo mucho que hacer.- Incliné la cabeza un tanto resignado ante su reacción y, sin más, me di la vuelta.

Suponía que lo entendería pero lo cierto era que ni siquiera me molesté en girarme para escudriñar su rostro.

Apenas le di importancia al hecho, me dediqué a lo mío durante toda la tarde; Me paseé por la aldea examinándola cual novato, bordeé el río y luego volví hacerlo tras recoger la caña de pescar. Sin embargo, al lanzar el anzuelo en busca de peces la voz de mi padre me asoló de manera cristalina como si alguien me hubiese echado el anzuelo al cuello a mí:

"No te lo tomes tan en serio. Céntrate en hacer amigos"

Fruncí el ceño mientras el hilo se mantenía tenso y silencioso. Era cierto que Obito y Rin, en especial el primero, se habían estado esforzando mucho conmigo durante todo el invierno sin que yo les pidiese ayuda. Un sentimiento sincero que yo había estado probablemente confundiendo con compasión fingida. Quizá los rechazaba porque sentía miedo de sentir cosas hacia ellos y perderlos porque nadie podía dudar de que echaba de menos hablar con alguien y no estar solo. Aún podía recordar con claridad la mano del Uchiha dejada con firmeza sobre mi mesa, tan cálida como sus mejillas.

|| Ojos sin luna || [OBIKAKA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora