Capítulo 10. Una canción, un baile y una propuesta.

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Sé que soy lo suficientemente fuerte para no romperme, ahora puedo verlo claramente. Hace unas horas estuve a punto de ser aniquilado por un dolor terrible que nacía de la oscuridad del abismo donde habita Seedum pero ahora, mi alma parece estar hecha de dicha solamente.

Mi herida en el vientre se mantiene quieta. Después de compartir una noche de amor con Mix, es como si mi cuerpo no recordara qué cosa es el dolor. Ahora mismo me es difícil creer en tanto dolor. Ahora mismo, mientras miro a Mix bailando con su hermana en medio del salón de fiestas de la mansión Watthanasetsiri, me es difícil pensar que alguna vez he sentido otra cosa que no sea esta alegría desbordante que inunda mi pecho.

Un suspiro escapa de mis labios sin poder evitarlo. La casa de mi familia está adornada con guirnaldas de flores de Aysel y telas color plata, esta es la decoración propia de una fiesta de Promesa. Todo el mundo a mi alrededor viste hermosos vestidos y traje de fiesta, sin lugar a dudas todos los que nos acompañan están divirtiéndose ya que después de todo esta es también mi fiesta de cumpleaños. La madre de Mix baila en los brazos de Tay mientras que Love hace lo propio con Newie. Aof y mi hermana también están danzando juntos mientras que los otros doctores de la reserva se divierten charlando de forma animada con las amigas de Lawan. Sonrío sin poder evitarlo al verlos actuar de forma torpe con las muchachas y luego me sorprendo un poco porque Khaotung, nuestro siempre serio médico veterinario, baila en los brazos de un chico al que no he visto por aquí pero que parece ser bastante cercano a él.

Debo decir que antes de este evento jamás fui demasiado afecto a las fiestas. A todas las reuniones sociales a las que he tenido que asistir, siempre lo he hecho más por el sentido de responsabilidad y obligación que debido a mi espíritu festivo. Siendo sincero, debo decir que desde la muerte de mis padres, esta es la primera fiesta de cumpleaños que disfruto de verdad y eso debe ser así porque por primera vez en muchos años no siento que mi vida sea un completo sinsentido. Hoy me siento digno de celebrar mi vida porque todas las personas a las que amo están aquí y mirar la sonrisa de todas esas personas me conmueve de forma profunda y me hace sentir acompañado.

Y eso fue también lo que me hicieron sentir los jefes en el consejo esta mañana cuando acudí a ellos para explicarles acerca del ataque de Seedum. Los jefes y Love se mostraron consternados por la singular forma en la que el lobo negro se acercó a mí y decretaron que a partir de hoy no podría volver a pintar. Love dice que Seedum debió de haberse aprovechado del estado de abstracción absoluta en el que suelo sumirme cuando estoy pintando. Es por eso que debo evitar esa actividad a toda costa hasta que seamos capaces de encontrar una mejor manera de bloquear los ataques mentales del lobo negro.

Suspiro y vuelvo a sentir un pinchazo de tristeza en el corazón porque la existencia del lobo negro me acaba de arrebatar incluso mi último refugio. Es como si Seedum estuviera arrancándome una a una las cosas que me hacen ser quien soy. Es como si al no poder aniquilarme de una sola vez, ahora estuviera intentando llevarse mi corazón pedazo a pedazo. Pero Mix sigue aquí, pienso de inmediato y mis ojos se regalan de la imagen de su risa en medio del salón.

Las luces del recinto chocan en su piel y en el brazalete plateado que ninguno de los dos se quitará a partir de hoy. Mi mirada busca mi propio brazalete y me doy cuenta de que Mix tenía razón, es incluso más bello tener algo tangible que nos haga recordar nuestro lazo. Ese lazo que está a punto de ser bendecido por los dioses de la montaña. Ese lazo que ni siquiera nuestra muerte podrá romper.

La canción lenta que sonaba en medio del salón se termina e inmediatamente después inicia otra un poco más movida. Miro el reloj en mi muñeca izquierda y me doy cuenta de que falta solamente una hora antes de la media noche. Mi corazón se agita porque la tradición dicta que el momento cumbre de la fiesta de Promesa del lobo plateado sea antes de que el reloj marque el inicio de un nuevo día. Creo que es por esa razón que Aof y mi hermana se separan del resto del grupo de bailarines y caminan hacia mí con un par de sonrisas brillantes y enormes en los labios. Ellos también saben que el momento ha llegado. Ellos vendrán a mí porque serán ellos quienes bendigan la propuesta que haré a continuación.

SolitarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora