Todo sucede en medio de una explosión de luz.
Las flores de Aysel que siguen brillando entre mis manos de pronto parecen esparcirse gracias a la fuerza del viento helado que me rodea. Los pétalos color violeta pintan la nieve con su resplandor y sé que cuando las luces de la aurora dejen de rodearme no seré capaz de recordar nada. Mis recuerdos están ahora fuera de mí, es como si sólo una hebra fina de hilo los uniera a mí ahora y sé que es de este modo porque la loba blanca mantendrá su promesa. Ella me dejará despedirme de Mix. Antes de entregar los recuerdos de mi amor como alimento para los demonios del abismo, podré ver a Mix una vez más y aunque sé que será para despedirme, no puedo evitar emocionarme también con la idea de sostenerlo entre mis brazos antes de olvidarlo.
—Vuelve al mundo del que has venido y no temas, tu sacrificio no será en vano— dice Auryn con voz serena y triste—. Cuando la primavera vuelva, multiplicaré lo que has perdido hoy mil veces, no olvides mi promesa ni esas promesas que hiciste delante de mí en la cima del Monte Aran. Ve en paz hijo mío, nadie más te dañará ni te abandonará a partir de hoy. Con el amanecer que está a punto de llegar, llegará también el inicio de una nueva historia para todos.
Quisiera creerle a la loba blanca pero en mi corazón hay demasiado dolor, creo que no hay más lugar para la fe o la esperanza. Sin embargo, no me atrevo a poner lo que pienso en palabras y sé que la loba blanca me ha escuchado de todos modos. Ella sabe todo de mí. Ella sabía, quizá, desde el inicio que no podría negarme a perderlo todo. Pero no dejo que la tristeza me maneje por completo. Hay un lugar al que debo ir y no puedo perder más tiempo.
Varich aúlla de forma lastimosa al lado mío pero se queda cerca de mí y cuando la aurora nos cubre por completo los dos comenzamos nuestro viaje de regreso a la guarida de plata y frío. Sé que encontraré ahí a Mix. Sé que podré salvarlo del ataque del lobo negro. Sé que podré decirle adiós y espero que su corazón pueda perdonarme y dejarme ir con amor.
Esta vez no hay necesidad de cruzar el abismo. Sé que los seres que lo habitan dijeron que estarían esperando por mí cuando la desesperación carcomiera mi alma pero yo sé que no vendré a este lugar. No sé cómo será mi vida cuando los recuerdos de Mix me abandonen pero sí sé que yo también debo seguir adelante. Si habrá primavera en Bangna yo debo estar ahí para admirarla y para poder decirles a mi madre y a todos mis ancestros que por fin hemos completado nuestra misión. Debo seguir haciéndome cargo de la reserva, quizá debamos conseguir otro médico veterinario porque de verdad espero que nadie obligue a Mix a quedarse aquí. Todo seguirá en pie aunque sé que esta tristeza que se abre paso en mi alma estará conmigo de por vida. Algo en mí permanecerá siempre roto e incompleto y quizá ese sea el único modo de recordar y preservar los recuerdos de este amor que acabo de sacrificar. Sí, yo perderé una parte irremplazable de mí pero la vida seguirá su curso, así es como debe ser.
De pronto, en un nuevo estallido de luz mi espíritu entra en la cueva al pie del monte Dao donde todo esto empezó, miro mi cuerpo dormido sobre el suelo de la guarida y me siento llamado a habitar mi piel una vez más. Cuando lo hago, mis ojos se abren por completo y me levanto de inmediato intentando acostumbrarme de nuevo a mi propia materia. Mis ojos buscan a alguien y se topan con Kara y Torfun las cuales siguen acurrucadas en el sitio más cálido de la guarida y me siento feliz de saber que nadie les ha hecho daño. Love no está aquí y me digo que debe haber salido al exterior a formar parte de la batalla y al pensar en ello, me pongo de pie porque debo hacer lo mismo. No sé por cuánto tiempo podré estar aquí antes de que el olvido me arrebate mis recuerdos pero debo hacer algo útil con ese tiempo.
Me apresuro entonces a caminar hacia el exterior. Varich se levanta también en medio del circulo de luz que sigue brillando en el suelo y cuando los dos estamos a punto de dar nuestro primer paso al mundo de afuera, alguien entra de forma apresurada a la cueva y al ver el rostro cubierto de lágrimas de mi Sahaphap me digo que no hay tiempo de pelear para mí: este periodo de gracia es para poder despedirme de él.
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Solitario
FanficLas leyendas dicen que los lobos son el corazón de Bangna y Mix Sahaphap está listo para trabajar con ellos en la reserva natural donde ha sido contratado como médico veterinario. Muchos secretos y misterios lo rodearán desde que llegue a ese lugar...