Mis ojos se fijaron en la figura de mi madre como siempre, estaba ataviada a la última moda y con un estilo a mi parecer demasiado juvenil para sus años. Su sonrisa tenía ese peculiar deje de malignidad que siempre la había caracterizado y que tenía la facultad de helar la sangre con una sola mirada.
La tensión de mis rígidos músculos puso más alerta a Catherina, quien dejó de temblar en cuanto escuchó las venenosas palabras de mi madre. Si era cierto que la conocía tan bien como pensaba, mi prometida estaba a punto de mostrarle a mi madre que no era una de las tantas muchachitas de las que gozaba atormentar.
Ambas mujeres se miraron a los ojos por lo que parecía una eternidad con una frialdad sorprendente qué nadie en la sala se atrevía a siquiera respirar, las observé medir sus fuerzas mientras se lanzaban dagas con los ojos. La presencia de mi madre no pronosticaba nada bueno, no la quería creer responsable de lo sucedido pero sabía que era capaz de cualquier cosa cuando se trataba de cumplir sus caprichos.
-Lady Victoria.—mi prometida mencionó con desdén moviendo levemente la cabeza a manera de saludo en lugar de hacer una reverencia completa como indicaba el protocolo al tener mi madre un rango mayor.
-Soy la duquesa de Callen, muchacha insolente de esa manera debes dirigirte a mí.
-Ese título será mío en un par de días así que creo que seguiré llamándola lady Victoria para ir haciéndome la costumbre.—todos en la sala, incluyéndome a mí tomaron aire al mismo tiempo anticipando la reacción de mi madre a quien su rostro había empezado a cambiar de color y eso sólo indicaba que su famoso genio estaba a punto de estallar.— Alec querido, pídele a Peter que lleve a tu madre a una de las habitaciones de huéspedes, a su edad no es conveniente que se fatigue y el viaje desde Londres seguramente la ha cansado.
Presioné mis labios con fuerza y traté de mantener mi rosto impasible.
Una parte de mí quería reír y elevar el puño al aire en señal de victoria al ver a mi madre por primera vez en mi vida tan estupefacta que se había quedado sin palabras. Y otra parte quería tomarla en brazos y ponerla a cubierto de la lengua viperina de mi madre, conociendo de primera mano el daño que sus palabras podían hacer si se le provocaba.
-¿Cómo... te atreves?.— balbuceó pasmada llevándose una mano a su amplio escote.
-Madre.—la tomé del codo logrando sacarla de la sala aprovechando que estaba demasiado estupefacta para reaccionar.— No querrás causar un espectáculo frente a los sirvientes.—sus grises ojos tan parecidos a los míos me miraron con la frialdad a la que estaba acostumbrado desde que tuve uso de razón.
-De todas las damas entre las que tenías para escoger... ¿Te decidiste por una francesa trepadora sin clase? Aunque no podía esperar más de ti, Pero ni creas que me quedaré de brazos cruzados viendo como el buen nombre de mi familia se ve revolcado en el lodo. Grábate mis palabras Alec, esa mujer nunca llegará a ser la duquesa de Callen.—tiró de su brazo para librarse de mi agarre y marchó escaleras arriba haciendo que sus pasos resonaran mostrando su enfado.
Mi bruja dejó escapar un bufido muy poco característico de una dama de su posición ante la teatral retirada de mi señora madre.
-Podemos darle a probar todo lo que yo me vaya a comer antes, así matamos dos pájaros de un tiro.—la malicia brillaba en sus profundos ojos y una sonrisa burlona se asomaba en sus delicados labios. — ¿Te molestarías mucho si hago que tu madre salga huyendo con el rabo entre las patas y no vuelva a poner un pie en tu hogar?
-No es que dude de ti, pero debo advertirte que mi madre tiene el pellejo muy curtido por lo que tendrías que poner mucho empeño y sería nuestro hogar.— la corregí suavemente.— ¿cómo estás? .—la observé fijamente acercándome para acunar su rostro entre mis manos tratando de ver más allá de su bravuconería.

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Flor Salvaje
Novela JuvenilEres mi prometida deberías actuar como tal.-Escuché aquellas duras palabras salir de sus labios cargadas de enojo y frustración pero dentro de mi sabía como podía manejar esto. ¿Oh en serio? Noticia de última hora "Su majestad" no soy ni pretenderé...