"Si amas a alguien díselo. Incluso si tienes miedo de que no sea lo correcto, incluso si tienes miedo de que pueda generar problemas, incluso si tienes miedo de que pueda acabar con tu vida por completo. Dilo, dilo fuerte... y después verás"
-Mark S...
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Jude
No sé cómo sentirme realmente. Era un dolor extraño, diferente. Muy diferente al que había sentido cuando terminé todo lo que supuestamente tenía con Aiden. La idea de perderlo, me abarcó de una forma que ni yo misma lo esperé, creí durante semanas que solo era por sexo, que solo estaba con él por el calor que emanaba su piel contra mi piel. No lo había dicho. Yo tampoco soy adivina, pero estudio psicología y me debe haber sido fácil interpretar sus acciones hacia mí. Cada vez que salíamos, siempre decía que estábamos en una cita, y yo nunca se lo reprochaba, porque pensé que lo decía en broma. La manera en la que me abrazaba y cuando quería alejarme él no quería soltarme, la manera en la que me besaba y me agarraba la nuca como si creyera que me iría a algún lado, la manera en la que dormíamos como si soñaba que lo fuera a dejar, la manera en la que se me quedaba mirando haciendo que creyera que era hermosa en todos los sentidos. Las pistas habían estado por todos lados y yo no supe verlas en realidad.
¿O sí?
Si, las había visto. No puedo mentirme. Lo sabía, solo que no quería una relación, estaba tan cómoda con todo lo que me daba que pensé que no hacía falta. Pero él quería más, mucho más, nunca me lo dijo. ¿Por qué no lo hizo? ¿Por miedo a perderme? ¿O también se sentía cómodo con todo esto? No sabía que tenía el sentimiento de perderlo hasta que vi la expresión en su rostro. Dolor, miedo, enojo. Admito que aún seguía sintiendo algunas cosas por Aiden, es que siempre lo veía en la universidad, y me daban celos Sara, porque a ella conociéndola un par de semanas, ya la trataba como si hubiera estado mucho tiempo como conmigo. Supongo que hirió mi orgullo. Nunca antes me habían rechazado, en la escuela era conocida por una rompe corazones. Jamás quise nada serio. Con nadie. Soy posesiva, lo era con Aiden. Lo quería solo para mí. A lo mejor era eso. Solo que con el rubio tonto que no dejo de pensar ahora es diferente.
Mientras persigo a Brad para no perderlo de vista, no dejan de aparecer las escenas en mi mente de nuestros momentos juntos. Soy peleonera, amargada, posesiva, tengo un montón de defectos, pero entre todos ellos, él siguió viendo lo bueno en mí y se dio cuenta que lo bueno eran eso, mis defectos, nunca me dijo que mejore mi actitud con las personas. No creo porque le agrade, sino porque él me amaba de esa manera.
Esperen, ¿amar? Ni siquiera yo misma sé lo que es.
Las lágrimas no dejan de salir de mis ojos, no entiendo nada y aun así sigo persiguiéndolo. Quiero tocar su hombro y que voltee a mirarme, pero la gente me lo impide. Ahora lo siento aún más lejos. ¿En que estaba pensando? ¿Por qué dije todo eso? A Aiden le importa mucho Sara. Muchísimo. Era algo que no podía aceptar porque me habían rechazado, a mí. ¿Si no lo alcanzo, lo perderé para siempre? Con Brad comenzó solo como un juego, yo estaba dolida por el rechazo y él estuvo ahí para mí. Solo me reía con él, soy bien seria y reservada.
Solo me reía con él...
Fui tan tonta, siempre me arrepentiré todo lo que hice esa noche.
Perdóname, Brad. Nunca pensé en ti. Nunca pensé que te estaba haciendo daño. Espero que puedas hacerlo, por favor. Deja de alejarte de mí que no te puedo alcanzar. No corras si yo no sé caminar sin ti.
