Ethan Campbell
Me quedé observandola en silencio unos segundos. Ella nadaba desde cierto punto del lago a otro. La luz de la luna acariciaba su piel. El agua le llegaba hasta los hombros pero sabía que estaba completamente desnuda.
Desvíe la mirada rápidamente hacia otra parte y senti como mi rostro ardía, claro que no solo mi rostro me delataba, por suerte estábamos solos.
Quería irme de ahí y respetar su privacidad, pero me parecía muy extraño que estuviera nadando a esas horas de la madrugada. No me parecía correcto dejarla sola, en realidad, no quería dejarla sola ahí.
Camine con mucho sigilo, quería sorprenderla. Camine hasta el extremo del muelle y metí mis manos en el bolsillo. Fiorella no parecía notar mi presencia ya que seguía muy calmada y distraída. Evitaba mirarla no quería ser un pervertido y terminar viendo de más.
Aclare mi garganta y pronto ella se puso alerta.
-Es muy tarde para estar aquí afuera sola- solte. Ella se giró en mi dirección y se cubrió con sus manos.
-Que haces aquí?- me respondio con molestia- Lo que yo haga no es tu problema y si pudieras irte... acaso no ves que... estoy... estoy- se ruboriso un poco.
Eso me causó ternura y hizo que en mi rostro se dibujara una sonrisa- Desnuda- termine por ella.
Con mucha vergüenza la chica frente a mi se sumergió hasta el cuello.
-Eres un pervertido- me acusó deliberadamente.
Me hice el ofendido ante su comentario a lo cual ella me respondió mostrándome su dedo del medio con una sonrisa.
-No me parece que estés aquí sola...- me quede mirándola y la señale- y así.
-Estoy bien- respondio ella intentando ocultarse de mi. Para su mala suerte no había a donde correr.- Si pudieras irte eso me alegraría mucho.
-Irme?- tome asiento en el muelle- si acabo de llegar.
Cerro sus ojos con molestia y murmuró alguna cosa que seguramente tenían que ver conmigo.
-Por que te gusta fastidiarme?- nado hasta estar bajo el muelle.- yo solo quiero mantenerme alejada de ti, pero no me estas facilitando las cosas.
Eso me desconcertó un poco, no quería que estuviera lejos de mi. Lo más prudente era mantenerla lejos, pero actuar prudentemente no era lo mío.
-Lamento decirte que eso no será posible a menos que decidas venderme el lugar y ya.
Fiorella guardo silencio.
-Fiorella?- pregunte. Me alarmó un poco el hecho de que no había dicho una palabra.
Siguió sin contestarme, por lo cual rápidamente asome mi cabeza bajo el muelle.
-Fiore...- agua en mi rostro. La escurridiza me había gastado una broma.
Volvi a sentarme y limpie mi rostro con molestia, mientras ella reía a carcajadas.
-Te preocupaste por mi?- cuestiono con un tono sarcástico.
-Hubiera dejado que te ahogaras- le respondí.
Ella puso una cara triste y luego continuó riéndose.
-Creo que deberías irte ya. No voy a salir de aquí hasta más tarde- dijo mientras se alejaba de ahi y nadaba hacia el centro del lago.No quería irme, me gustaba verla. A las gotas de agua que se deslizaban por su cuerpo y goteaban de sus pestañas les tenia envidia. La forma en la que lamia sus labios casi como si me provocara, la gracia con la que su cuerpo se movía por el agua y su piel iluminada por la luna que estaba sobre ella como un reflector, era simplemente magnifico. Me decía a mi mismo que tenía que salir huyendo de ahí pero mi cuerpo estaba inmóvil ante semejante espectáculo y no me refería a él hecho de que estuviera desnuda sino a poder ver La Paz que emanaba Fiorella en ese momento.
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Morelli
RomanceLa brisa de Roma, choca contra mis mejillas, no había notado lo diferente que era observar el paisaje cuando tienes dolor en el corazón. En Verona deje todo, incluido el recuerdo de mi padre. Los sucesos ocurridos durante las pasadas 72 horas, dan v...