Amanecía con los rayos del sol. Aquí en Miami el sol era radiante y abrasador.
Ayer no bajé a cenar ni siquiera llegue a bajar a la planta de abajo. No porque no tuviera hambre (Que me estaba muriendo), sino porque no quería cruzarme otra vez a mi madre. Hasta decirle madre me daba repelús.
Eran las 8 de la mañana. Llamenme rara por madrugar en vacaciones pero es mi costumbre.
Salí de mi habitación de puntillas y el pasillo estaba en absoluto silencio. Claro, ¿quien iba a estar despierto a esta hora?Avancé lentamente pero me tropecé con alguien antes de llegar a las escaleras. Levanto la vista y ahí está Luke con su aire mañanero. El pelo revuelto y bostezando sin parar.
Confundido me tiende su mano.
-¿Que haces despierta/o a esta hora?-Dijimos al unísono.
-Tu primero.-Dije riendo.
-¿Que haces despierta tan temprano?-Pregunto de nuevo sonriendo.
-La costumbre.-Comenzamos a bajar las escaleras juntos.
-Lo miso digo.-Contesto.
Olvidaba que de pequeños teníamos esa extraña costumbre de levantarnos temprano. Y siempre que era domingo papa nos hacía creps para desayunar, mamá también estaba allí. Ella nos limpiaba la cara cada vez que nos la manchabamos de chocolate, siempre con una preciosa sonrisa en los labios. A veces nos regañaba por marcharnos la ropa. Sonreí hacía aquel recuerdo, bonito recuerdo.
Llegamos a la cocina y en silencio cada uno se preparó su rico desayuno. Yo escogí cereales de chocolate, mis favoritos. Junto con un jugo de naranja, fresco y delicioso. El clima aquí era caluroso y tardaría en acostumbrarme a llevar ropa corta. Que por cierto no tenía casi nada.
Tengo que salir a comprar.
Apunto mentalmente.
Cuando termino de desayunar vuelvo a mi habitación para vestirme decentemente. Me pongo unos pantalones cortos blancos junto con una camiseta normal de color rojo. Pongo unas chanclas de verano en mis pies y me recojo mi melena rubia, herencia de mi madre, en una cola alta.
Salgo al gran jardín y voy a la parte de detrás. Me sorprendo al ver una piscina, pero la dejo para otro día, en el que tuviera un bikini. Cojo una manguera y vuelvo a la parte de delante. Echo agua por todas las plantas que hay en el jardín.
(*)
Tengo un calor impresionante. Me he pasado toda la mañana expuesta al sol. Y mi piel sensible no lo ha soportado. Debo estar roja como un tomate. Recojo la manguera en su sitio y me meto en casa. Voy a darme una relajante ducha.
En el momento en que el agua fría toca mi piel caliente una sensación de descanso me invade. Cierro los ojos deleitandome de tan buen sentimiento en tan sólo una ducha. De verdad lo necesitaba.
Pero al salir todo es horror, no me traje la ropa. Coloco una toalla alrededor de mi cuerpo y me la agarro bien. Abro la puerta y salgo corriendo pero un cuerpo hace que me caiga. ¡Oh vamos, dos veces en un dia!
-Luke, la próxima vez lleva más cuidado.-Le dije con severidad mientras me levantaba. Aseguré la toalla por si se movía y miré a mi hermano. Este no es Luke.
-¿Que hay belleza?-Me dijo el intruso esbozando una sonrisa ladeada. El chico que tengo delante tiene un bronceado envidiable, estrecha cadera y anchos hombros. Su pelo es más negro que el carbón y resalta con el color de sus ojos verdes. Me quedo embobada por un momento y su sonrisa se ensancha. Vi que este me miraba el escote sin disimulo y me crucé de brazos.
Rió como si fuera gracioso y admiré como una tonta su risa. ¿Todo en él es perfecto?
-Esta semana Luki se ha superado con su zorrita.-Sé burló.
Haciéndome tensar la mandíbula y querer golpearlo. Y así hice le di un golpe fuerte en la mejilla haciendo que él girara la cara bruscamente. Se lo merecía por grosero.
Su mejilla tomó un leve tono rosado ya que con su bronceado no se nota apenas. Apretó los puños y se tensó de pronto. Estaba dispuesta a encararlo sin miedo. Se iba acercando peligrosamente a mi mientras las aletas nasales se le inchanban poco a poco. Fui retrocediendo sin darme cuenta hasta que llegue a rozar la pared. Me puse nerviosa de pronto. Es un desconocido, ¿que sería capaz de hacer?
-Cariño no debiste haber hecho eso.-Dice lentamente y noto su aliento amentolado chocar con mi mejilla. Está demasiado cerca, invadiendo mi espacio personal.
Pongo mis manos en su torso y lo empujo o al menos lo intento porque no se mueve ni un centímetro. Su pecho esta firme y puedo suponer que esta lleno de abdominalitos. Me encantaría pasar la mano por cada uno de ellos y también....
Me ruborizo por los pensamientos que estoy teniendo y él lo nota.
Se mueve hasta mi oído y me susurra.-Sí solo querías tocarme, haberlo dicho antes.-Muerde el lóbulo de mi oreja y me estremezco ante el contacto. Noto un cosquilleo extraño en el estomago. Nunca lo había sentido.
Quito mis manos de su torso y las coloco pegadas a la pared. Este todavía me tiene acorralada.
Cuando se acerca a mí, demasiado diría yo, una voz le hace apartarse. No cualquier voz, la de Luke.
-Bro, has encontrado el...-Se queda parado mirándonos a ambos. Sus mejillas cogen un color rosado, al verme en toalla y luego mira a su amigo fulminandolo con la mirada.-A ella no, Ashton.
-¿Por qué? Sí es una de la semana. Dejamela un rato.-Hablaba como si fuera un trozo de carne. Me dieron ganas de golpearlo de nuevo hasta dejarlo inconsciente.
-Ashton que no. Es mi hermana.-El rostro del tal Ashton me miró sorprendido al escuchar la palabra hermana y luego comenzó a rascarse la nuca. Parecía avergonzado.
-Em, Ashton encantado.-Hizo una pequeña reverencia y besó mi mano. Pero este que se creía, aparté la mano rápidamente.
-Vamos.-Dijo Luke, después de un silencio incómodo. Ashton lo siguió hacia abajo.
Estaba un poco en shock, ese chico se pensaba que era una zorrita, ¿era mi hermano mujeriego? No lo parecía, para mí seguía siendo el hermano mayor perfecto.
Cuando regresé a mi habitación, me puse algo decente, que no una mísera toalla cubriendome. Unos shorts verdes con una camiseta holgada blanca. Bajé al piso de abajo y me quedé parada viendo el espectáculo que había en el salón. Luke y Ashton con cara de concentración y unos mandos de consola en cada mano. De vez en cuando se gritaban groserías o se golpeaban los hombros. Cuando acabaron apagaron la consola y se levantaron del sofá. La mirada de Ashton se topó con la mía. Me guiñó un ojo y se giró para decirle algo en el oído a Luke. Él asintió conforme y acabaron delante de mi.
-¿A donde vais?-Pregunté curiosa.
-A dar una vuelta. ¿Quieres venir?-Luke caminó hacía la puerta y la abrió. Todavía me costaba mirar a la cara a Ashton, no podía evitar ponerme roja.
Quería conocer Miami ya que sentía curiosidad por el lugar. En Londres donde yo vivía, no podía disfrutar del sol y hacia un frío que te destrozaba los huesos.
Asentí y los seguí hasta la salida. No pude evitar que mi mirada se fuera al trasero de Ashton. Me sonrojré y aparté la mirada rápidamente.
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El Amigo De Mi Hermano (Corrigiendo)
Genç Kurgu-Luke, la próxima vez llevas más cuidado.-Le dije con severidad mientras me levantaba. Aseguré la toalla por si se movía y miré a mi hermano. Este no es Luke. -¿Que hay belleza?-Me dijo el intruso esbozando una sonrisa ladeada. El chico que tenía d...