Capítulo 43

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Ashton.

-Eh, tranquilo.-Dice Trevor.

-No lo estaré hasta que no le parta la cara a ese...-Lo señalo y frunzo el ceño.

La mano del tio ese, se alarga y toca la mejilla de Cam.

¡Vamos! ¿Si eso no es ligar qué otra cosa puede ser?

Mi sangre hierve y aprieto los puños hasta que mis nudillos cogen un color blanco.

-Como la toque más de lo debido.

Mi mirada sigue puesta en ellos. Camila mueve sus labios y ojalá supiera de lo que están hablando.
Cuando sonríe, cuando le sonríe a ese, siento algo en el pecho. Siento como si me hubieran pegado una patada en el trasero.

Noto una mano en mi hombro y me giro.

-Hola guapo.

Una rubia, una maldita rubia, aparece como si su presencia fuera algo genial. Parece operada, pero por todas partes y ahora mismo lo que me produce es asco. Puede que unos meses atrás me hubiera parecido de todo menos eso, pero ahora no.

-Pierdete.-Gruño mientras cojo una nueva bebida que ha sido puesta en la barra.

No tengo ni idea de quien es, el vaso, pero a pesar de ello trago todo el contenido.

Después siguen dos o tres vasos más, no lo recuerdo.

.

-Ashton...-Siento que me remueven y abro los ojos.

¿Cuándo me he quedado dormido?

¿Y por qué me duele tanto la cabeza?

Entrecierro los ojos y me llevo la mano a la frente. Duele como mil infiernos.

-Eh Ashton, Camila se va.

Abro los ojos de inmediato.

-¿Qué?-Pregunto aturdido.

-Que se va, con el chaval ese.-Ed señala la puerta de salida del bar y veo una melena rubia desaparecer por la puerta.

Me pongo en pie de inmediato y tengo que cerrar los ojos fuerte.

Tengo unas ganas de vomitar...

Salgo casi corriendo del local y diviso a esos dos no muy lejos de aquí.

La noche es fresca y una brisa remueve mi pelo dejándolo caer por mi frente.

Frunzo el ceño y aprieto mis puños.

¿Por qué el brazo de ese se encuentra en los hombros de Cam?

Ahora sí que estoy dispuesto a estamparle mi puño en su rostro, cuando me invaden las ganas de vomitar.

Agacho la cabeza y apoyo mi mano en un coche cercano.

Echo todo lo que puedo. No quiero contar muchos detalles, ya que, es realmente asqueroso. Nunca me ha gustado vomitar, me deja indefenso y cansado.

Haciendo un último esfuerzo, me levanto y camino unos centímetros más. Los pasos de Camila y el otro, se escuchan por la calle. El silencio es tan grande que mi respiración se escucha, la cual está agitada.

Quiero ir, llevarme a Camila y reclamarla como mía delante de ese idiota. Pero no, no puedo.

Porque cada vez siento menos mis pies, mi cabeza late fuerte y mi corazón se desboca.

Después de eso todo se torna negro.

. . .

-No despierta.

El Amigo De Mi Hermano (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora