Capítulo 16

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Sakura:

Estoy en shock, el pequeño que está al pie de las escaleras mirando a todos con curiosidad pero a la vez con mucha atención es idéntico a Eriol Hiragizawa.

No usa lentes como él pero el parecido es impresionante, el señor Chung se acerca a él y lo carga llenándolo de besos.

—¡Iker, felicidades cariño!—la joven de cabellos negros se acerca a abrazarlo dándole un presente que el pequeño acepta con gusto—. Espero que te guste mi vida.

—Gracias—responde con timidez, la mujer mayor se acerca pero no le dice nada ni lo abraza, el pequeño voltea la mirada para clavarla en mi que estoy sin dejar de verlo—¿Quién eres?

Paso saliva, estoy sin poder moverme, antes de abrir la boca mi jefe toma mi mano acercándome a él y a las dos mujeres presentes.

—Hijo ella es Sakura, mi empleada—le sonrió con dulzura y él se sonroja—. Te presento a mi madre y a mi hermana.

—Mucho gusto—respondo incomoda, la mirada intensa de esa mujer me intimida—. Soy Sakura Amamiya.

—Hola soy Aria—la joven es tan amable y dulce—. Encantada de conocerte.

—El gusto es mío—respondo con sinceridad.

—Kimura¿Podemos hablar a solas un momento?—su voz es cortante, veo a Iker que no la mira a la cara, mi jefe asiente en silencio, le da un beso al pequeño y se van con dirección a un pasadizo de la casa.

—Una gran disculpa por el trato de mi madre, es sería pero no es mala persona—me dice Aria cargando a su sobrino—. Vamos a tu habitación cariño, quiero jugar con tus robots.

—Será mejor que me vaya, creo que fue mala idea el haber venido—digo apenada.

—Por favor quédate, viniste con mi hermano así que no te sientas incómoda, mi madre siempre es así, de hecho que su conversación será lo mismo de siempre—dice molesta.

—¿Lo mismo de siempre?—pregunto con curiosidad.

—Vamos a la habitación de Iker, para jugar—me dice—. Iker¿Invitamos a Sakura a tu habitación?

El pequeño de ojos azules me mira con inocencia, le sonrió con tanta dulzura es muy mono, con su cabecita asiente. Aria me jala y los tres subimos a la habitación de Iker.

Decir que es grande es poco, la habitación de Iker es inmensa, tiene todo lo que un niño de su edad desea tener. Sus juguetes ordenados, en un lado, en otro sus útiles de la escuela junto con una computadora. Un inmenso clóset y a un lado una puerta que de hecho es el baño.

Aria se sienta en un inmenso tapete que está en el suelo, Iker corre a sacar sus legos, lentamente me siento sin dejar de observarlo, es igualito a él, me hago tantas preguntas¿Él sabrá que tiene un hijo?¿O ella se lo habrá ocultado?

Si se lo comento a mi jefe como lo tomara. Es un niño tan inteligente, rápidamente con unos bloques hizo un robot. Aria lo aplaude y yo también lo hago. Tiene unos bellos hoyuelos.

—Sakura¿Tú y mi hermano tienen algo?—abro mis ojos con sorpresa, las palabras están atoradas y no se que hacer—. Te lo pregunto porque mi madre está empeñada en cumplir la última voluntad de mi padre. Y esa es que se case.

Estoy atónita, Iker sigue jugando y la verdad no debería Aria hablar de ese tema delante de él. Muevo mi cabeza en señal de negación. Al moverme Aria abre los ojos con sorpresa, mi confusión al principio es de no entender, pero cuando veo a dónde dirige sus ojos me pongo pálida.

—Yo…

—¿Estás embarazada?—mis labios no pueden abrirse, me siento ahogarme, justo cuando trato de hablar mi jefe entra de golpe a la habitación.

𝙐𝙣 𝙍𝙚𝙜𝙖𝙡𝙤 𝙙𝙚 𝘼𝙢𝙤𝙧 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora