Un mes habia pasado desde que nuestros protagonistas se conocieron, se gustaron, desearon y se entregaron a la pasión que ardía en sus ojos y cuerpos.
Sakura habia vuelto a sus responsabilidades en corporaciones Wang a pesar de la ausencia de su jefe y amigo, todo a continuado con normalidad, la oficina como siempre un caos en horas puntas, a la hora de la comida casi no le daba ganas de salir, extrañaba esos momentos con Ming y mejor se quedaba en su escritorio a comer su obento que traía de casa o bajaba a la cafetería de la empresa.
Todos como siempre son amables con ella y la respetaban tenían un buen concepto de su persona, era la que siempre llegaba temprano al trabajo y la que siempre se iba al ultimo, un día se quedo hasta tarde viendo y comparando unos balances en la oficina de su jefe, estaba tan concentrada en su trabajo que no se dio cuenta que alguien la observaba desde la puerta apoyado y con los brazos cruzados.
Ella al sentir la presencia de alguien levanto la vista, y unos ojos verdes que tanto habia extrañado la miraban intensamente.
Sin decir nada se sorprendió mucho y por un momento se quedo sin habla, sus piernas no respondían y su corazón se paro por un instante. Si estaba soñando o era un espejismo, quería que alguien la pellizque.
_M-ming?-Dijo ella aun en shock.
_Mi pequeña Sakura, acá estoy e vuelto.-Dijo el dándole una bella sonrisa esa que la derritió la primera vez que lo vio.
Ella no dijo nada y solo se tiro a sus brazos, lo cual el se lo regreso con mucha mas fuerza enterrando su cabeza en su cuello, la habia extrañado horrores, no habia ni un día y ni una noche que no habia pensado en ella, peor aun desde la amenaza que sus padres le dieron estuvo mucho mas asustado por su vida y sin que sus padres y ella lo sepan habia mandado a que dos hombres la sigan y siempre cuiden y vigilen de ella hasta el día que regresaba.
_Cuando llegaste!! Porque no me avisaste para recogerte en el aeropuerto.-Le dijo ella haciendo un puchero gracioso.
_Quise darte una sorpresa y por lo visto lo logre.-Dijo el guapo joven guiñándole un ojo y sonriendole de medio lado.
_Eres increíble, pero como siempre es cierto me sorprendiste, pero como sabias que estaría acá.-Dijo ella curiosa.
El lo pensó, no quería asustarla contándole que habia contratado a dos personas que la cuiden y no es porque no confié en ella, pero tiene miedo a la represalia de sus padres, no dejara por nada del mundo que la toquen, así que se tuvo que inventar algo y rápido.
_Pues se lo maniática que eres del trabajo y no fue una adivinanza saber que estarías acá.-Dijo tocándole su nariz, y dándole un beso en la frente.
_Ya veo, entonces ya no te iras verdad? Terminaste de resolver tus asuntos en China?-Dijo ella.
El cambio un poco su semblante, en ese mes que estuvo en China muchas cosas han pasado, pero no sabe como empezar a contárselos, pero lo mas importante y doloroso para el es que ya la a perdido como mujer.
_Ya cenaste, te invito a comer que dices.-Dijo el para cambiar de tema.
_Esta bien termino de arreglar lo ultimo y nos vamos si?-Dijo ella dándole una bella sonrisa.
El solo la contemplo embobado como siempre, no despegaba su vista de ella, guardo todo agarro sus cosas y salieron juntos de la oficina, el vigilante le hizo una reverencia al joven, fueron al estacionamiento y subieron a su auto, con rumbo a cenar.
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Tomoyo estaba en su oficina de diseños y modas terminando un vestido para una cliente importante, la joven desde que abrió su boutique y su estudio de diseño se a vuelto muy independiente, ama lo que hace cada momento siempre hace un boceto nuevo de un vestido o conjunto de ropa y su musa e inspiración siempre es su prima y mejor amiga.
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𝙐𝙣 𝙍𝙚𝙜𝙖𝙡𝙤 𝙙𝙚 𝘼𝙢𝙤𝙧
RandomSakura, una bella mujer de 22 años con un buen empleo de secretaria en una empresa de renombre, tendrá que sobrevivir una dura prueba. Una noche de tragos y escesos, se volverá envuelta en un momento de pasión y deseo con un empresario de origen chi...