Capitulo 3

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Un mes habia pasado desde que nuestros protagonistas se conocieron, se gustaron, desearon y se entregaron a la pasión que ardía en sus ojos y cuerpos.

Sakura habia vuelto a sus responsabilidades en corporaciones Wang a pesar de la ausencia de su jefe y amigo, todo a continuado con normalidad, la oficina como siempre un caos en horas puntas, a la hora de la comida casi no le daba ganas de salir, extrañaba esos momentos con Ming y mejor se quedaba en su escritorio a comer su obento que traía de casa o bajaba a la cafetería de la empresa.

Todos como siempre son amables con ella y la respetaban tenían un buen concepto de su persona, era la que siempre llegaba temprano al trabajo y la que siempre se iba al ultimo, un día se quedo hasta tarde viendo y comparando unos balances en la oficina de su jefe, estaba tan concentrada en su trabajo que no se dio cuenta que alguien la observaba desde la puerta apoyado y con los brazos cruzados.

Ella al sentir la presencia de alguien levanto la vista, y unos ojos verdes que tanto  habia extrañado la miraban intensamente.

Sin decir nada se sorprendió mucho y por un momento se quedo sin habla, sus piernas no respondían y su corazón se paro por un instante. Si estaba soñando o era un espejismo, quería que alguien la pellizque.

_M-ming?-Dijo ella aun en shock.

_Mi pequeña Sakura, acá estoy e vuelto.-Dijo el dándole una bella sonrisa esa que la derritió la primera vez que lo vio.

Ella no dijo nada y solo se tiro a sus brazos, lo cual el se lo regreso con mucha mas fuerza enterrando su cabeza en su cuello, la habia extrañado horrores, no habia ni un día y ni una noche que no habia pensado en ella, peor aun desde la amenaza que sus padres le dieron estuvo mucho mas asustado por su vida y sin que sus padres y ella lo sepan habia mandado a que dos hombres la sigan y siempre cuiden y vigilen de ella hasta el día que regresaba.

_Cuando llegaste!! Porque no me avisaste para recogerte en el aeropuerto.-Le dijo ella haciendo un puchero gracioso.

_Quise darte una sorpresa y por lo visto lo logre.-Dijo el guapo joven guiñándole un ojo y sonriendole de medio lado.

_Eres increíble, pero como siempre es cierto me sorprendiste, pero como sabias que estaría acá.-Dijo ella curiosa.

El lo pensó, no quería asustarla contándole que habia contratado a dos personas que la cuiden y no es porque no confié en ella, pero tiene miedo a la represalia de sus padres, no dejara por nada del mundo que la toquen, así que se tuvo que inventar algo y rápido.

_Pues se lo maniática que eres del trabajo y no fue una adivinanza saber que estarías acá.-Dijo tocándole su nariz, y dándole un beso en la frente.

_Ya veo, entonces ya no te iras verdad? Terminaste de resolver tus asuntos en China?-Dijo ella.

El cambio un poco su semblante, en ese mes que estuvo en China muchas cosas han pasado, pero no sabe como empezar a contárselos, pero lo mas importante y doloroso para el es que ya la a perdido como mujer.

_Ya cenaste, te invito a comer que dices.-Dijo el para cambiar de tema.

_Esta bien termino de arreglar lo ultimo y nos vamos si?-Dijo ella dándole una bella sonrisa.

El solo la contemplo embobado como siempre, no despegaba su vista de ella, guardo todo agarro sus cosas y salieron juntos de la oficina, el vigilante le hizo una reverencia al joven, fueron al estacionamiento y subieron a su auto, con rumbo a cenar.

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Tomoyo estaba en su oficina de diseños y modas terminando un vestido para una cliente importante, la joven desde que abrió su boutique y su estudio de diseño se a vuelto muy independiente, ama lo que hace cada momento siempre hace un boceto nuevo de un vestido o conjunto de ropa y su musa e inspiración siempre es su prima y mejor amiga.

𝙐𝙣 𝙍𝙚𝙜𝙖𝙡𝙤 𝙙𝙚 𝘼𝙢𝙤𝙧 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora