Kimura:
Estoy muy desesperado después que Chiharu me dijo que se sintió mal no dudé ni un segundo en ir a buscarla, por solo pensar en cómo estará olvide preguntar por su paradero. Al oír que podría haberse ido al templo manejé más rápido de lo normal.
Al llegar baje como loco de mi auto y al verme el jardinero le pedí dejarme ingresar, pregunté por ella y al confirmar que estaba en su habitación y un médico ya la valoraba me sentí un poco aliviado pero no fue suficiente.
En el camino me encontré a Momo que se sorprendió así como su sobrina, les pedí verla y al decirme que estaba el médico con ella, pedí que me lleven a su habitación, antes de entrar escuché lo que el médico dijo, pero oírla preguntar por los costos no dudé ni un instante e ingresé y sin pensarlo dije que todo correría por mi cuenta.
El médico me vio con curiosidad, para luego sonreír y darme su tarjeta, lo tome sin dudar, la veo y está avergonzada, sé que fue algo casual pero su bienestar y el de su bebé es lo primordial.
—¿Es usted el padre del bebé? Déjeme decirle que es una negligencia de su parte no estar al pendiente de su esposa—veo a Sakura con el rostro rojo y queriendo desmentir todo, pero no lo permiti—. Le recomiendo que al instante del chequeo consuma sus vitaminas y suplementos importantes.
—Ruego una disculpa pero estuve de viaje y es por ello que ahora estoy acá para hacerme cargo de mi esposa y mi hijo.
—¡Espere yo…!—le doy una mirada significativa, que se queda muda y dejándome a cargo de la situación.
—Le prometo que mañana a primera hora la llevaré a que le hagan sus chequeos médicos y análisis correspondiente—sonrió con gratitud—. Acá tiene un cheque en blanco, ponga la cantidad que cuesta su consulta y puede cobrarlo cuando desee.
Pone su tarifa, firmo el cheque y después de irse es que veo a Momo y su sobrina con los rostros llenos de incredulidad. Ingresan y al verla que está pálida y avergonzada tratan de calmarla.
—¿Pueden dejarme a solas con el señor Chung por favor?—pide con súplica—. Después hablaremos.
Ambas asienten, Momo me da una mirada significativa, después tendré que hablar con ella. Al estar solos se levanta y me acerco a ayudarla, ver sus ojos tan brillantes me pone muy nervioso.
Con su cabeza me indica que está bien, la suelto con suavidad para asomarme a la ventana de la pequeña pero bonita habitación que recién estoy viendo con detenimiento.
—¿Porque no negó que me hijo no era suyo?—en sus ojos hay algo que no puedo descifrar, es tan orgullosa que incluso a mí me sorprende—. No tiene ni debe tener ninguna obligación conmigo.
—Pero Sakura yo...—me silencia con una mano.
—Reconozco que estoy muy agradecida por querer ayudarme pero, está responsabilidad es solo mía, mi bebé es solo mío—me siento impotente—. No le busco un padre, ya que no lo necesitará porque conmigo lo tendrá todo, no serán lujos a como antes estaba acostumbrada pero no le faltara mi amor y mi vida entera.
—Y soy consciente que eres una mujer fuerte y luchadora, pero no están en condiciones de valerte por ti misma ahora quiero que lo entiendas—hace una mueca para luego fruncir los labios—. Hagamos algo entonces, toma el dinero de tus chequeos médicos y análisis como un préstamo.
—Es que yo…
—Por favor Sakura, te voy conociendo y tu orgullo es muy importante para ti, pero tú bebé está mucho antes que eso—baja la cabeza, estoy en lo cierto—. Además si no hubiese sido yo, probablemente Momo y su sobrina hubieran corrido con los gastos.
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𝙐𝙣 𝙍𝙚𝙜𝙖𝙡𝙤 𝙙𝙚 𝘼𝙢𝙤𝙧
RandomSakura, una bella mujer de 22 años con un buen empleo de secretaria en una empresa de renombre, tendrá que sobrevivir una dura prueba. Una noche de tragos y escesos, se volverá envuelta en un momento de pasión y deseo con un empresario de origen chi...