Yibo estaba decidido, se encargó de que Cheng llamara a uno de los mejores amigos de su pálido amor platónico, Wang Dalu, para que le hiciera un pequeño arreglo para entregárselo a su Zhanie; claro, si primero podía escaparse de su sobre protectora madre.
-Bo-di bebé, ¿a dónde crees que vas? ¡Tu temperatura sólo empeorará más! -advirtió su madre tomándolo de los hombros y guiándolo al comer para posteriormente sentarlo en una silla frente a la barra.
-Mamá, no soy un bebé, puedo cuidarme solo, es lo que he hecho durante cinco años. -reprochó con un puchero cruzándose de brazos.
-Exacto, cinco años separada de mi bebé, ¡eso es lo peor que le puede suceder a una madre! -la mayor imitó el puchero del menor, ambos en un combate para ver quien era el más tierno para coronarse ganador. Aunque obviamente el corazón cálido de la mayor no pudo soportar los brillantes ojos de su pequeño, soltó un suspiro y le entregó unas pastillas.
-Tómatelas y cuando te sientas mejor puedes irte. -el azabache miró a su madre con una gran sonrisa, la abrazo fuertemente.
-¡Gracias, mamá! -besó su mejilla y salió disparado hacia su habitación, allí se encargo de tomarse las pastillas y alistarse para ir al colegio.
-¿Tu eres Wang Yibo? -pregunto el chico peli naranja, el castaño asintió con su característica sonrisa cuadrada, el chico frente a él sonrió por lo tierno que le parecía el menor.
-Sí, es un gran gusto conocerte. -hizo una innecesaria reverencia, pero igual la hizo, el simple hecho de que sea el mejor amigo de su amor platónico es digno de respetar.
-yah, no hagas eso. -dijo Darren sonrojándose un poco, ¡es que le parecía súper tierna la actitud de ese chico! -Ten, mira. Según recuerdo... Cheng me pidió que hiciera este arreglo florar, sinceramente creó que el haber elegido el color rojo culo de gorila con olor a frutos rojos fue una de las mejores opciones, ósea, este ramo no se ve solo elegante, ¡También huele fantástico! -dijo acercando el ramo, Yibo lo tomo entre sus manos he inhalo aquel agradable aroma.
-Tiene razón, Gege. -sonrió Yibo, aunque obviamente sólo lo dijo por educación, su nariz seguía tapada.
-¡Ay, que tierno eres! -acerco una de sus manos y jalo sin fuerza una de las mejillas del castaño. -¡Si Zhan tontuelo no quiere, siempre puedes encontrar consuelo conmigo! ¿Okey, Chiquito
-Lo pensaré. -sonrió, se despidió del mayor y comenzó a caminar hacia su salón pensando en que quizá debió haber hecho aquel arreglo junto a su madre.
Pasaron unos minutos hasta que ingresó al aula, miró a su preciado Zhan hablando con LuLu, su estomago se revolvió un poco, esa chica nunca le transmitió confianza.
-¡Zhan! -llamó, de inmediato todas las miradas se posaron en él, Cheng rápidamente sacó su celular, amaba a su amigo, si, y algo en él le decía que tenia que grabar la humillación que probablemente habría.
El azabache lo miro unos segundo y le dijo algo a su acompañante, está asintió, le sonrió y se acerco a paso lento hacia el castaño. Ambos al estar frente a frente se miraron, Yibo ya sentía su rostro arder, la fría mirada de Xiao nunca es bueno.
-Y-yo...Eh...
-¿Son para mi? -interrumpió señalando el ramo.
-S-sí, te-ten. -extendió el ramo, Zhan lo tomó, lo acerco a su rostro y sonrió haciendo que instintivamente Zhan también lo hiciera.
-¡Oh por Dios! ¿Acaso es frutos rojos lo que huelo? ¡Oh, y ese color! ¡¿Rojo culo de gorila con aroma frutos rojos?! -Yibo asintió a cada pregunta que hacia el mayor con una gran sonrisa. -¡Gracias, Yibo! Eres un gran amigo, ¿Cómo sabias que ocupaba este color? ¡Eres un gran amigo! -lo abrazó, Yibo le sonrió por última vez antes de separarse e irse a sentar de nueva cuenta con LuLu.
El castaño estuvo unos segundos parado, soltó un suspiro y camino hacía su banca que se encontraba hasta el fondo, en aquel pequeño camino recibió muchas palaras de consuelo, chocó mirada con HaiKuan, el solo le sonrió y le susurro un "no te rindas", solo atino a corresponderle la sonrisa, aunque la suya fue mas una mueca.
Cuando llego a su asiento, se sentó, se volteo y miro a Cheng buscando consuelo, el castaño le sonrió, levanto su mano mostrándole su celular. -Capture esta humillación.-le sonrió. Bufó, se cruzo de brazos e hizo un puchero, mejor se hubiera quedado con su madre.
El ramo eran flores de papel pintadas con ese color y el tallo eran plumones, rojos y verdes, pero cómo el capitulo es del color rojo por eso no lo mencione.
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¡Devuélveme mis plumones, Yibo! / 𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐝𝐚
Fanfiction🎀𝑨𝒅𝒂𝒑𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏 𝑨𝒖𝒕𝒐𝒓𝒊𝒛𝒂𝒅𝒂 🎀𝑪𝒓𝒆𝒅𝒊𝒕𝒐𝒔 𝒂 hopelinewxrld 𝑿𝒊𝒂𝒐 𝒁𝒉𝒂𝒏, 𝒆𝒍 𝒕í𝒑𝒊𝒄𝒐 𝒎𝒐𝒓𝒓𝒐 𝒄𝒂𝒔𝒕𝒓𝒐𝒔𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒑𝒍𝒖𝒎𝒐𝒏𝒆𝒔, 𝒔𝒊 𝒕𝒆 𝒂𝒕𝒓𝒆𝒗𝒆𝒔 𝒂 𝒑𝒆𝒓𝒅𝒆𝒓𝒍𝒆 𝒖𝒏𝒐 𝒅𝒆 𝒔𝒖𝒔 𝒑𝒐𝒅𝒆𝒓�...