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Yibo caminaba tranquilamente por los pasillos de aquel supermercado, compraba su despensa para toda la semana, pues con aquellos chicos que irrumpieron su casa a las putas tres de la mañana, se aprovecharon de que él aún no se sentía bien y los muy maleducados se acabaron toda su comida.
"Iré al súper por más comida, si rompen o dañan algo más los echaré de aqui" fue lo último que les dijo a aquellos invasores, Cheng simplemente lo ignoró y Darren... bueno él estaba dormido.
Miraba detalladamente las marcas de los alimentos que compraba y después de ver que era seguro y no contenían nada extraño los echaba a su carrito de compras. Siguió su camino tranquilamente hasta que se encontró con el pasillo de papelería, donde hojas desde blancas hasta de colores se encontraban allí, también varios cuadernos y demás cosas que encontrarías en una papelería, duh.
Soltó una tierna risita al ver un cuaderno con estampado de una llama astronauta en un planeta de gelatina, tal parece que aquello llamó la atención al chico que se encontraba a espaldas de el, se volteó lentamente y ambos conectaron miradas.
Reconocerían a aquéllos ojos donde sea.
-Hey, ¿Qué tal? -saludó Yibo con una sonrisa de lado. -Ya no volviste a tropezarte con desconocidos de nuevo? -preguntó burlón.
El menor rio suavemente. -Por fortuna, no. -contestó con una sonrisa.
Ambos comenzaron una agradable conversación a pesar de no conocerse tanto.
-Por cierto, me llamó Yibo. -se presentó riéndose de si mismo por no haberlo hecho antes.
El rubio claro rio también correspondiendo el apretón de manos del castaño. - SeungYoun.
-Wow, lindo nombre. -sonrió de medio lado.
-El tuyo también, Yibo.
Ambos aún con sus ojos sobre los otros sonrieron pues sentían una conexión entre ellos, sólo que había un problema, uno de ellos sentía la conexión como una fraternal.
-¿Y que hacías por este pasillo, Mi querido Yibo?- preguntó analizando lo que había en el carrito del mayor.
-Sólo venia a ver, ¿Y tú? -miró las compras del menor, que a diferencia de él, este tenía una canasta.
-Estaba comprando algunos cuadernos, papeles y plumones, es que se me acabaron los que tenía. -puchero.
-¿Plu... mones? -el rubio desconcertado de la repentina aura decaída del mayor frunció un poco su ceño.
-Sí, plumónes. Mira, este es amarillo claro, pero me gusta llamarlo amarillo huevo revuelto plumas de pollito calvo con olor a takis fuego. -dijo sacando de su canasta un paquete de plumones del mismo color.
El castaño no dio nada y simplemente sonrió amablemente, se excusó de que tenía visita en su casa y que no le gustaría dejarlos tanto tiempo solos, intercambiaron números y cada uno se fue por su lado.
-¡Pendejo, ¿Cómo rompes una computadora con una salchicha?! -gritaba asustado Darren mirando aquel aparato tirado en el suelo junto a la salchicha, ambos hechos pedazos.
-Tú tranquilo yo nervioso. BoBo no nos hará nada.-respondió tranquilamente mientras miraba despreocupado la televisión.
-¡¿cOMO PUEDES ESTAR TAN TRANQUIL- -sus palabras fueron cortadas por la llegada del duelo del apartamento, este se dirigió a la cocina a dejar sus compras bajo la mirada de ambos intrusos. Volvió a la sala y miró sin expresión alguna su computadora y la salchicha en el suelo, después posó su mirada en ambos chicos quienes tragaron seco.
-La próxima vez ustedes vayan a hacer las compras. -ambos se quedaron atónitos ante las palabras del castaño, quien ahora se dirigía lentamente a su habitación.
-¿Ves? Te dije que no nos haría nada. -sonrió Cheng recibiendo un golpe en el hombro por parte de Darren.
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SeungYoun
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